Se realizaron ayer las asambleas generales en el turno mañana y el turno tarde. No se pudieron hacer el martes por la negativa de la patronal. La presión de los trabajadores hizo que el Ministerio de Trabajo obligue a la Kraft a garantizar lo pactado en el acta: Realizar asambleas que aceptarán o rechazaran lo firmado por la mayoría de la Comisión Interna.
En el turno mañana participaron 623 compañeros, 18 se abstuvieron, 2 votaron en contra y 603 votaron a favor de haber firmado el acta. En el turno tarde la asamblea contó con 407 compañeros, 12 abstenciones, 3 votaron en contra y 392 ratificaron el acuerdo.
En el turno noche no se realizó asamblea ya que el compañero delegado Javier Hermosilla se opuso.
La votación de las asambleas demuestra que, masivamente, la mayoría de los trabajadores y trabajadoras apoya la posición de la mayoría de la Comisión Interna de haber firmado el acta.
En las asambleas se planteo la campaña para juntar fondos para los despedidos. A partir de esto la mayoría de los compañeros que colaboraron depositaron sumas importantes para éste fondo de lucha.
También se planteo en las asambleas evaluar el quite de horas extras si la empresa no cumple con el acta, entre otras medidas.
El lunes 19 el sindicato convocó a elecciones de Comisión Interna para el 3 de noviembre, violando la fecha acordada, fin de noviembre, que propuso la mayoría de la Comisión Interna, considerando equivocado dividirnos en una campaña electoral cuando el conflicto sigue abierto y el centro es la pelea por la reincorporación de los 52 compañeros que están afuera.
Estamos en una nueva etapa en la lucha por la reincorporación de todos. La empresa ha maniobrado y lo seguro es la unidad en la lucha de los 2700 trabajadores. En estos dos meses la firmeza de la lucha de los trabajadores, y la extraordinaria solidaridad popular, permitieron que la situación cambie a nuestro favor. La Kraft y el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Rodolfo Daer, debieron hacer concesiones buscando recomponer su imagen, pero poniendo palos en la rueda para pudrir la negociación.
El Gobierno buscó la manera de sacarse esta braza ardiente del conflicto, que se convirtió en un punto de referencia para los trabajadores de cientos de fábricas que estaban en la misma situación.
La patronal debió retroceder en su plan de echar a 750 compañeros, por ahora, conceder la reincorporación de 70 despedidos y suspendidos, y seguir la negociación de los restantes trabajadores despedidos.
La Kraft y Daer debieron ceder al reingreso de la Comisión Interna, con sus derechos gremiales. Esas conquistas son un paso adelante que fortalece a los trabajadores para la nueva etapa que se inicia. Así lo entendieron la mayoría de los compañeros que ratificaron en las asambleas lo actuado por la mayoría de la Comisión Interna.