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“A Hermes Binner le interesa más un acuerdo con Alfonsín que con Pino Solanas”; candidato a diputado nacional Mario Mazzitelli

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Comunicado.

La gran pregunta que muchos se hacían el pasado 16 de junio era: ¿Por qué no arribaron a un acuerdo Proyecto Sur y el FAP?

En estos procesos comprimidos por el tiempo, en el que intervienen gran número de actores, donde se mezclan personalidades, intereses partidarios, propuestas programáticas distintas y exigencias judiciales, todo resulta complejo. En ese marco todos los puntos de vista son válidos. Sin embargo se trata de entender el núcleo del problema para darle sentido a los sucesos.

Algunos con habilidad política quisieron “enmascarar” los hechos. Periodísticamente dejaron instaladas respuestas que se siguen reproduciendo o que quedan guardadas en la guardilla de la memoria. Dos a las que voy a hacer referencia son: 1.- “Pino rompió con Binner”: 2.- “Mazzitelli no quería ceder el primer lugar en la lista de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires a Víctor De Genaro”. Hubo otras, pero menos creíbles. Estas dos darían cuenta del “personalismo desmedido de Pino Solanas” y que en definitiva esto “se rompió por algunas candidaturas”. Como protagonista de esa historia debo decir que eso es esencialmente falso y no explica en absoluto lo que realmente ocurrió, como demostraré más abajo.

Entonces ¿Cuál sería la tesis que pudiera dar explicación a lo que realmente sucedió?

Simple: “A Hermes Binner le interesa más un acuerdo con la UCR que con Proyecto Sur”.

Ahora veremos que los hechos se corresponden con esta afirmación.

Una breve contextualización.

Pino fue el abanderado de unir un conjunto grande de fuerzas políticas, sociales y culturales, alrededor de un programa emancipador para construir una alternativa al bipartidismo del PJ y la UCR. Bipartidismo que conforma un sistema conservador con el que se perpetúa el régimen.

Esto fue observado por las bases de las fuerzas progresistas, nacionales y de izquierda y se desató una corriente de gran simpatía por esta tesis y la irrupción de Pino en la escena nacional.

Las dirigencias respondieron de diversa forma ante esta nueva realidad. Algunas se integraron al Movimiento. Otras desarrollaron un fuerte diálogo y políticas de acercamiento, tomando como propias las cinco causas de Proyecto Sur.

A esta nueva realidad se correspondieron acuerdos parlamentarios, invitaciones a encuentros juveniles, foros, charlas y múltiples reuniones informales. Todo iba creando el clima para una coronación electoral del espacio naciente.

             Casi todas las fuerzas coincidían en las causas programáticas, en el diagnóstico y en la propuesta política de Proyecto Sur. No así el PS y el GEN que, en todo momento, pedían contemplar a la UCR como integrante de ese espacio.

El 7 de diciembre de 2010 en el acto de Ferro, yo mismo les decía a mis primos del PS que: «Nadie puede creer que en la República Argentina la Unión Cívica Radical pueda encabezar un Movimiento Progresista».

La diferencia política estaba perfectamente marcada. Sin embargo nosotros no desistimos del intento de despegarlos de un lastre en la construcción de una herramienta emancipadora.

A fines de abril de este año comenzaron a filtrarse los entendimientos entre Alfonsín y De Narváez, impulsados por Leopoldo Moreau. Nuestra tesis tomaba relieve, la UCR mostraba su naturaleza. Podíamos ser optimistas. A la dirección nacional del PS le resultaba imposible explicar que seguirían en un acuerdo con De Narváez.

Hermes Binner receptó la voluntad de sus bases y abrió la posibilidad de ser candidato a presidente. Pidió paciencia. Primero que lo esperáramos a que terminen las internas de Santa Fe el 22 de mayo. Ganó y no hubo definición. Seguimos esperando. El 24 de mayo Luis Juez hizo un gran acto en Córdoba. Fue Binner. Estuvimos presentes en representación de P. Sur. Tampoco hubo definición. Pidió que lo esperáramos hasta el 11 de junio en que tendría su Congreso Nacional el PS en el Hotel Bauen de Buenos Aires.

Entre esas dos fechas, el 29 de mayo, Hermes Binner hace declaraciones en Santa Fe: “Estamos trabajando con la UCR en Santa Fe desde hace 20 años y lo hacemos muy bien, por eso, para nosotros seria deseable construir un acuerdo a nivel nacionalSería deseable encontrar un acuerdo con el radicalismo para tratar de construir a nivel nacional un frente progresista”. Le debimos dar mayor importancia.

Cuando Hermes Binner toma la resolución de ser candidato a presidente, ya tiene claro que este es tan solo un movimiento táctico. Es el ala progresista de la “Alianza” que sale a contener a los sectores desencantados con Ricardo Alfonsíncuando profundiza su giro a la derecha eligiendo a Javier González Fraga como su acompañante de fórmula.

Esta contención tenía dos caminos posibles. 1.- Emprender con ese sector de la ciudadanía un encuentro con P. Sur y avanzar en la nueva construcción, ó 2.- Acumular poder a nivel nacional para negociar mañana el reencuentro con la UCR desde una posición más ventajosa. Binner eligió este último.

Ahora creo que podemos hacernos algunas preguntas y entender los hechos.

¿Por qué Proyecto Sur y el FAP no marcharon unidos a las elecciones? Simple. Porque el Congreso Nacional del Partido Socialista realizado el 11 de junio resolvió que la alianza electoral Frente Amplio Progresista se circunscribía al PS y al GEN. De esta manera dejaban despejado el retorno a las conversaciones con la UCR, que podrían llegar a ser antes de fin de año si la UCR entra al balotaje o para los próximos años si esto no ocurriera.

¿Y que le propusieron a las demás fuerzas, incluidas las que actuaban en Proyecto Sur? Que se adhirieran. Podían adherir. Sinónimos: aceptar, aprobar, unir, pegar. Es decir asumir un papel secundario. Si en el futuro el FAP decide constituir una alianza o un entendimiento electoral con la UCR, los adherentes podrán aceptarla o no. Lo que no podrán hacer es poner en riego tal decisión que quedará solo en manos del FAP integrado por el PS y el GEN.

Por otra parte, el verbo adherir no figura en la ley y una alianza político-electoral como el FAP se la integra o no. Si el PS y el GEN circunscriben a ellas la constitución de la misma, las demás están excluidas.

¿Y por qué algunas fuerzas igual adhirieron? Todos los partidos nacionales quieren integrar la alianza. Si alguno acepta adherir sin constituirla habrá evaluado que no tiene un camino alternativo mejor para la defensa de sus ideas y sus intereses.

¿Y el Frente Cívico de Luis Juez? Claramente está en otra situación. Es una fuerza provincial que no tiene las mismas obligaciones que un partido político nacional.

¿Y por qué Proyecto Sur no adhirió? Porque, como queda claro más arriba, había «gato encerrado». Proyecto Sur fue la fuerza que más trabajo en favor de la “unidad” y en la Ciudad de Buenos Aires supo construir una alianza en la que participaron todos, sin exclusiones. No tiene sentido ser un convidado de piedra y terminar yendo adonde no queremos ir.

¿Y el PSA? El Partido Socialista Auténtico desarrolló su Congreso Nacional el 12 de junio, un día después del Congreso del PS. ¿Que resolvió? Un frente con todos los partidos del espacio. ¿Cuáles eran esos partidos? Todos los que habían participado en Capital: Proyecto Sur, MST, PTP, PS, GEN, Libres y la Corriente. Todos. Una prueba incontrastable que queríamos la unidad.

¿Pero no resulta un poco ingenuo tomar una resolución un día después cuando ya estaba el PSA excluido? De hecho no lo sabíamos. A tal punto el PS mantuvo en reserva su resolución que la hizo depender de un fallo judicial.

¿Judicial? Si al GEN le otorgaron la personería nacional el martes 14 de junio. Y ese mismo día nos dieron a conocer la resolución que había tomado el PS el sábado 11 de junio.

Claramente fuimos sorprendidos. Creíamos que Binner había roto con la UCR para emprender otro camino y a los pocos días caímos en la cuenta que se trataba de colectar en estas elecciones para reencontrarse más adelante.

No llegamos a debatir el programa, el nombre del frente, el perfil político ni el reglamento. Sobre candidaturas se habló y es lógico, pero queda claro que la cuestión central no fue por candidaturas. Además esa resolución no tenía que tomarse el 15 de junio sino el 25. Con 10 días quizás podríamos haber acordado.

¿Y si no hubieran llegado a un acuerdo? En reunión del día 11 de junio al mediodía en la que participaron Hermes Binner, Juan Carlos Sabalza y Alicia Siciliani por el PS y Pino Solanas, Claudio Giorno y Mazzitelli por P.Sur, planteamos la posibilidad de dirimir las candidaturas en la provincia de Buenos Aires a través de internas en caso de no llegar a acuerdos. La respuesta fue afirmativa. En las reuniones de los días posteriores se negó la posibilidad de internas.

Pero veamos otra causa que se esgrimió. ¿Haber cerrado la alianza entre el PS y el GEN no tendrá como motivo las quejas de algunas fuerzas por los lugares que tuvieron en las listas en la CABA? Siempre hay quejas y las hubo. Más allá de eso todos firmaron la alianza Movimiento Proyecto Sur. No está ahí el asunto.

 

                Ahora miremos desde otro ángulo ¿Cómo entender que Hermes Binner candidato a Presidente no defienda la unidad que hubiera reportado en mayores beneficios para la construcción colectiva y para su propia proyección?Binner defendió la unidad que le resultaba útil. Si en el Frente se incorporaba Proyecto Sur no quedaba margen para recrear  su alianza con la UCR. El PS tiene alianza con la UCR en 10 ó en 11 provincias, allí también se hubieran agudizado las contradicciones. Por eso actuaron excluyéndonos.

¿Y si el desencuentro se debe al cronograma electoral? No sería serio descargar la responsabilidad en un cronograma. Resulta cierto que la interminable seguidilla de elecciones desdobladas, internas abiertas, segundas vueltas, cierre de alianzas en distintos momentos y su correspondiente presentación de candidaturas, comprimieron los tiempos y generaron el peor de los escenarios. Pero no es excusa. Los partidos que participaban en la construcción tienen apoderados con experiencia. Todo podía resolverse si la propuesta nos hubiera integrado a todos.

¿Podría ser que estas idas y vueltas en realidad escondieran diferencias de fondo? Efectivamente. Ya en la década de los noventa poníamos de manifiesto nuestras diferencias con un progresismo que reduce su mirada a la calidad institucional y la honestidad de los funcionarios. Con ambas cuestiones coincidimos. Solo que planteamos que la indigencia y la pobreza en la que esta hundida una parte de nuestro pueblo, se deben a un orden económico expoliador, saqueador y dependiente con el que debemos terminar. Esa indigencia y pobreza material se corresponde con la miseria espiritual de una buena parte de la dirigencia argentina. Solo así cierra el círculo vicioso del que no podemos salir. No se trata de plantear falsas disyuntivas en torno a reforma o revolución. Se trata de reunir la fuerza necesaria para emprender con posibilidades de éxito las tareas de la hora. La historia dirá si el progresismo está dispuesto a aportar en este sentido. Nosotros seguiremos bregando por la unidad más amplia, con sectores políticos, sociales, culturales y ambientalistas. Esa sigue siendo una tarea central.

 

¿Qué pasará en el futuro? En lo inmediato tendremos candidatos distintos. Nosotros avanzaremos con la fórmula Alcira Argumedo- Jorge Cardelli y con candidatos en la mayoría de los distritos del país. Nos obligaremos a ser respetuosos y no echar leña al fuego. Esperaremos que los ánimos se tranquilicen. Luego volveremos a conversar para superar algunos desencuentros, aclarar los malos entendidos y restañar alguna herida. Hemos iniciado el camino de la unidad y seguiremos marchando por más unidad. Este es nuestro deber frente al pueblo trabajador, el reclamo de la juventud y los intereses de la Nación.

 

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