Airado reclamo iraquí a EE.UU. por la masacre de los 24 civiles

Obligada por el creciente escándalo, la comandancia de las tropas estadounidenses anunció, en tanto, que sus soldados recibirán, en breve, cursos sobre valores y éticos, en momentos en que aumentan las denuncias de abusos por parte de las fuerzas de ocupación.

Por lo menos 24 civiles iraquíes murieron el 19 de noviembre de 2005 en la localidad de Haditha, cuando tropas norteamericanas, aparentemente, decidieron vengar la muerte de un compañero tras la explosión de una bomba colocada al paso de un convoy militar. Según la versión del Cuerpo de Marines, los 24 civiles iraquíes murieron víctimas de la explosión de la bomba. Pero, recientemente, la prensa norteamericana puso en duda el informe oficial y dio crédito a sobrevivientes cuyos testimonios dan cuenta de que lo que ocurrió, en realidad, fue una matanza indiscriminada por parte de los soldados, que no tuvieron piedad ni siquiera con mujeres y niños pequeños.

Investigaciones

El gobierno norteamericano dispuso dos investigaciones, una a cargo del mayor del ejército Eldon Bargewell, que podría ser entregada a la cúpula militar en cuestión de días.

Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, calificó los hechos de "crimen odioso" y afirmó que "este tipo de acciones es inaceptable y no tiene justificación alguna". Al-Maliki anunció la creación de una comisión encargada de seguir "las consecuencias de este crimen cometido en Haditha por la fuerza multinacional", cuyo mandato expira a fines de 2006.

"Estas fuerzas no respetan a los ciudadanos, de entre los cuales algunos son atropellados por tanques, otros mueren. Es necesario que hablemos de ello y que se fijen las reglas que deben cumplir las fuerzas extranjeras", añadió su oficina en un comunicado.

El Consejo de Ministros destacó que "lo ocurrido en Haditha viola los derechos humanos" y exigió indemnizaciones y disculpas. En tanto, el general norteamericano Thomas Coldwell aseguró ayer que "toda acusación será investigada y todos los responsables tendrán que responder de sus actos". Anteayer, el presidente estadounidense, George W. Bush, había dicho que estaba "conmovido" por el caso de Haditha y aseguró que se castigará a los culpables si se confirman las acusaciones.

"Al explicar el programa de entrenamiento para los soldados de las fuerzas de ocupación, con vistas a que se respeten más los principios éticos, Coldwell explicó que se hará hincapié en su actuación sobre el terreno y en la obligación de evitar el recurso a la fuerza, excepto en los casos de rigurosa amenaza.

Anteayer, en otro incidente en el que se vieron implicadas las fuerzas de ocupación, soldados norteamericanos asesinaron a dos mujeres iraquíes que se dirigían en un automóvil al hospital de Samarra, a 125 kilómetros al norte de Bagdad, para que una de ellas diese a luz.

"El vehículo se negó a obedecer las reiteradas órdenes de alto con señales visuales y sonoras, y los soldados dispararon para inmovilizarlo", explicó el ejército estadounidense en un comunicado. Según un policía iraquí, el conductor se había adentrado en una carretera prohibida.