La decisión de adoptar la medida -que podría comenzar a debatirse la semana próxima- surgió luego de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) entregara ayer un informe al Consejo de Seguridad en el que acusa a Irán de haber ignorado las recomendaciones de la comunidad internacional.
En cambio, el documento advierte que Teherán aceleró el enriquecimiento de uranio y retaceó cooperación al personal del organismo nuclear. La creciente tensión entre Irán y Occidente provocó una nueva disparada del precio del barril del petróleo, que llegó ayer a los 71,94 dólares en Londres tras subir 1,03 dólar.
El embajador de Estados Unidos ante la ONU, John Bolton, afirmó que el informe del OIEA confirma que Irán no ha abandonado sus aspiraciones nucleares: "Creo que está claro que Irán no ha hecho nada para cumplir con las resoluciones del OIEA y la declaración presidencial del Consejo de Seguridad". Bolton abogó por una resolución basada en el Capítulo VII de la Carta de la ONU que contempla también el uso de la fuerza militar. "Sólo así podremos incrementar la presión sobre Irán", agregó.
El presidente norteamericano, George W. Bush, dijo que el mundo está "unido y preocupado" por el deseo iraní de "no sólo tener un arma nuclear sino la capacidad para fabricarla". "Las opciones diplomáticas recién comienzan", añadió.
Desafiante, el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, por su parte, dijo que Irán será una "superpotencia" y que le "importa un bledo" una resolución en contra de su país.