Categorías
Salud y bienestar

Aprueban una vacuna contra el cáncer de cuello de útero

La Nación
 
Llegará en octubre al país; el mal causa 11 muertes por día
 
 
Después de un proceso acelerado de revisión –que se reserva para productos de alto impacto para la salud pública–, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), de los Estados Unidos, aprobó ayer la primera vacuna que previene la infección por virus de papiloma humano o HPV, que constituye la principal causa del cáncer cervical, llamado también de cuello uterino.

Esta enfermedad causa la muerte de aproximadamente 250.000 mujeres al año en todo el mundo. Sólo en la Argentina, 11 mujeres fallecen cada día víctimas de esta afección oncológica.

La vacuna, indicada para chicas, adolescentes y mujeres de entre 9 y 26 años, llegará a la Argentina en octubre, una vez que sea aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

“En la Argentina la edad promedio de aparición del cáncer cervical es de 29 años; por eso, vacunar antes de esa edad permitiría prevenir su desarrollo”, comentó a LA NACION el doctor Silvio Tatti, jefe de la Sección Patología Cervical del Hospital de Clínicas y ex presidente de la Sociedad Argentina de Colposcopia.

Desarrollada por el laboratorio Merck Sharp & Dohme, la vacuna, llamada Gardasil, es ciento por ciento efectiva contra las cepas 16 y 18 del HPV, que constituyen la causa del 70% de los casos de cáncer cervical, al igual que contra las cepas 6 y 11, que representan el origen del 90% de las verrugas genitales femeninas, precisó el comunicado de prensa de la FDA.

Esa inmunización se obtiene luego de tres dosis de la vacuna, que se administran en un período de 6 meses. En los Estados Unidos, el esquema de tres dosis costará entre 300 y 500 dólares; se desconoce aún cuál será su costo en la Argentina.

Antes de la pubertad

"La vacuna -aclaró el comunicado de la agencia regulatoria estadounidense- no brinda protección a las mujeres que ya se encuentran infectadas con el HPV, lo que indica la importancia de la inmunización previa a la exposición al virus." Según el doctor Tatti, "una de cada cinco mujeres argentinas de entre 15 y 60 años en algún momento de su vida va a contraer un HPV de alto riesgo".

Este virus se transmite por vía sexual. Por eso, la demostrada efectividad de la vacuna cuando se aplica antes de la pubertad hace que sea una verdadera herramienta de prevención del contagio que ocurre después del inicio de las relaciones sexuales.

"La idea es empezar la prevención desde el consultorio del pediatra, para después continuarla desde el consultorio del ginecólogo", comentó el doctor Tatti.

En los Estados Unidos, varias organizaciones no gubernamentales católicas -en sintonía con la propuesta del presidente George Bush de centrar la prevención de las enfermedades de transmisión sexual en la promoción de la abstinencia previa al matrimonio- se han manifestado contra la posibilidad de que la vacuna sea obligatoria en ese país.

El argumento que esgrimen es que la vacunación de chicas que no han iniciado aún su vida sexual favorecería ese inicio.

Lejos de dar crédito a esa opinión, quienes creen firmemente en el valor de contar con una vacuna que prevenga la segunda causa de cáncer femenino más frecuente en la Argentina esperan que la vacuna incluso pueda ser indicada en los varones, ya que contraen la infección y pueden transmitirla a sus compañeras sexuales.

Actualmente, Merck Sharp & Dohme lleva adelante un estudio clínico destinado a evaluar la eficacia y seguridad de la vacuna en voluntarios varones.

Papanicolaou, aún vigente

Aunque los ensayos clínicos realizados en 21.000 voluntarias de varios países confirmaron que la vacuna brindó protección contra el HPV durante los cinco años que duró el estudio, comentó el doctor Tatti, "por sus características biológicas es de esperar que la vacuna brinde protección de por vida". Eso de todos modos habrá de ser probado por futuros estudios.

Lo que sí es seguro, advierte la agencia regulatoria estadounidense, es que "Gardasil no protege contra las cepas de HPV menos comunes, no incluidas en la vacuna, por lo que el Papanicolaou rutinario sigue siendo críticamente importante para detectar cambios precancerosos en el cuello del útero, que permitan tratarlos antes de que se desarrolle el cáncer cervical".

Tratados en sus estadios iniciales, estos tumores tienen una tasa de curabilidad del 100 por ciento. "Sin embargo, en hospitales como el de Clínicas, la mitad de las mujeres con cáncer de cuello de útero recibe el diagnóstico cuando se encuentra en estadios avanzados de la enfermedad -dijo Tatti-. Entonces, las tasas de curación no superan el 20 por ciento."

"A mi juicio -concluyó el especialista-, la vacuna debería ser incluida en el calendario vacunatorio oficial. Pero la decisión debería tomarse más rápido que con la de la hepatitis B, que tardó 18 años en ser incluida desde que se publicaron los primeros estudios que avalaban su eficacia."

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

Por David Encina

Periodista

Ver perfil en LinkedIn / twitter.com/DavidEncina

Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
http://cualeslanoticia.com/prensa/

¿Qué opinas? Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: