Por Gustavo Giménez para Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.
Rebelión transcribe un artículo, que pinta la situación: “Durante horas, las fuerzas del orden los rociaron con gases lacrimógenos y gases irritantes. Los manifestantes retrocedían para respirar aire fresco y volvían enseguida al Parlamento para gritar su cólera. Los que buscaban enfrentar a las fuerzas del orden utilizaban pistolas lanzallamas y bombas incendiarias caseras, hasta ahora solo habían usado piedras, pedazos de mármol y cócteles molotov…”
Un ataque sin precedentes.
El Parlamento griego votó, a pedido de la primer ministro alemana Merkel, del presidente francés Sarkozi y de la llamada “troika” (Unión Europea, Bco. Central Europeo y FMI), el ajuste más brutal de la historia reciente de Grecia.
Para afrontar su enorme deuda de 350.000 millones de euros (un 162% del PBI), Grecia recibiría un préstamo de 140.000 millones sólo para pagar vencimientos de deuda y se refinanciará con bonos a 30 años gran parte de ella, con lo cual los bancos pretenden “resarcirse de sus pérdidas” (en realidad continuar con su saqueo).
Para acceder a estos “prestamos” la ley aprobada contempla un achique presupuestario de 3.300 millones de euros, la reducción del salario mínimo entre un 22% y un 32% para los menores de 25 años, la baja de las pensiones en un 15 % (que se reducen por tercera vez), el despido inmediato de 15.000 estatales y de 150.000 en el lapso de 3 años, sobre la planta de 800.000 trabajadores públicos.
La crisis política.
Con la Plaza Syntagma repleta de manifestantes, 199 parlamentarios (sobre un total de 300) aprobaron este paquete de medidas, con 74 que votaron en contra. 43 de los diputados pertenecen al socialdemócrata Pasok y al conservador Nueva Democracia fueron expulsados por no hacerlo.
La votación fue precedida de una fuerte crisis política, que provocó la renuncia de un ministro, cuatro vice ministros y el retiro del ultraderechista Lazo de la coalición gubernamental conformada por el Pasok, Nueva Democracia y el equipo del tecnócrata y actual primer ministro Papademos.
Esto ha llevado a llamar a elecciones anticipadas en abril para intentar darle algo de legitimidad a un nuevo gobierno, ya que el actual surgió de un acuerdo parlamentario entre los dos partidos más importantes, luego que el anterior pico de la crisis provocó la renuncia anticipada del primer ministro del Pasok, Yorgos Papandreu.
Una revolución en curso.
Los voceros del imperialismo tienen dudas de que el ajuste se cumpla, de que Grecia devuelva la plata que le estarían “prestando”. Tanto, que exigen la firma de los partidos que sostienen el régimen griego comprometiéndose a cumplir luego de las elecciones los compromisos asumidos. No es para menos, hoy Grecia es un campo de combate.
El “rescate” de la Unión Europea ha producido cuatro años de recesión, una baja salarial del 30% y una perdida del PBI del 9% en los últimos dos años. Los ricos a su vez evadieron a Suiza unos 200.000 millones de euros (alrededor del 60% del PBI).
La destrucción de un país donde la pobreza llega al 28% de la población, en el cual uno de cada dos jóvenes está sin trabajo y los que trabajan cobran sueldos de miseria, ha ocasionado una movilización sin pausa de su pueblo, que esta rompiendo con sus dirigentes tradicionales y cuestiona al tradicional, entreguista y corrupto régimen político.
AFP señala que este domingo se vieron a viejos combatientes de la resistencia anti-nazi, con edades que superan los 80 años, impulsando a los más jóvenes a combatir.
Hace apenas unas semanas tomamos contacto en Brasil con dirigentes de Syriza y la izquierda combativa griega. El giro de la situación política esta creando una gran oportunidad para aquellos que están combatiendo por romper los lazos con el imperialismo europeo y yanqui, y se postulan para reemplazar al viejo régimen entreguista. A través de ellos, hacemos llegar a todos los luchadores griegos nuestro más grande apoyo y solidaridad.