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POLÍTICA

Argentinazo.10 años de la revolución del “que se vayan todos”.

Por Mariano Rosa para Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

El 19 y 20 de diciembre se cumplió una década del Argentinazo. Este acontecimiento de enorme trascendencia social y política marcó una bisagra en la historia contemporánea de nuestro país.

Todavía hoy se siguen debatiendo distintas aristas de aquel proceso: cuáles fueron sus causas centrales, en quiénes residió el protagonismo y, fundamentalmente, qué queda vigente de aquellos acontecimientos en la actualidad política que atraviesa Argentina.

En estas notas aportamos nuestra visión sobre el tema, aclarando que no estamos frente a una polémica de carácter abstracto o meramente académica, sino buceando en un proceso político cuyas derivaciones profundas todavía tiñen la actual etapa y que nos debe permitir a los revolucionarios llegar al próximo estallido en mucho mejores condiciones de incidir en la realidad

Todo interpretación de los hechos históricos -de más está decirlo- supone una aproximación políticamente interesada. Así, el análisis del Argentinazo traduce en cada crónica la ubicación política de su autor.

Los politólogos burgueses ya por estos días resumen su valoración de las jornadas de diciembre del 2001 en términos tales como “sobrevoló la guerra civil”, “se estuvo al borde de la disolución nacional”, “tocamos fondo”, “la crisis social más grave de nuestra historia” y otras afirmaciones por el estilo. Juegan el papel ideológico de intentar atemorizar a los sectores medios en una coyuntura no todavía de no debacle económico-social, aunque -como analizamos en otros artículos- con señales inequívocas de un curso de ajuste y tensiones acumuladas.

En rigor, lo que en el mundo sería conocido como la “revolución de las cacerolas”, de las “asambleas barriales” y del “que se vayan todos” supuso un gigantesco bombazo al funcionamiento de la democracia burguesa, costurada durante décadas por el capitalismo en Argentina y que se vio sometida a su más profunda crisis. De ello resultó una nueva realidad política para el período posterior que continúa hasta hoy con las marcas del Argentinazo.

La revolución: el porqué de su evolución histórica

El fenómeno social que analizamos tiene una historia. En nuestra opinión, parte de un proceso único de revolución política en Argentina, que a su vez es parte de la revolución socialista mundial.

Desde mediados de la década del ’30, la clase dominante argentina se jugó a vertebrar una democracia burguesa que garantizara estabilidad en el tiempo para poder hacer negocios sin interrupción.

Para eso fue clave montar un mecanismo donde jugaron dos engranajes de forma combinada: por un lado, el bipartidismo radical-peronista; por el otro, las Fuerzas Armadas como variante alternativa de poder.

La UCR y el PJ se alternaron en el poder político como gerenciadores del capitalismo semicolonial en nuestro país y actuaban hasta que el movimiento de masas los desbordaba.

Así fue en la década del ’70, cuando después de la sucesión de “azos” (Rosariazo, Tucuma-nazo y Cordobazo) el ascenso sostenido del movimiento obrero y de masas superó toda posibilidad de contención en los marcos del régimen político bipartidista y por lo tanto se impuso como política del imperialismo el golpe genocida del 24 de marzo de 1976.

Esa solución a la crisis ya había sido aplicada en el ’30 y el ’55, frente a Irigoyen en un caso y a Perón en otro. En ese tándem entre los partidos patronales y el golpe militar, la salida represiva intervenía físicamente sobre la vanguardia -militantes revolucionarios, delegados de fábrica, estudiantes-, maniataba durante un período al movimiento de masas y le daba respiro a los partidos patronales para “rehacerse” y después con las elecciones volver a iniciar el ciclo en una correlación de fuerzas más favorable. Este mecanismo se empezó a cortar en 1982.

1982: empieza la revolución

Este subtítulo remite a un texto de Nahuel Moreno, fundador de nuestra corriente internacional. En ese material Moreno explicó que la caída de la dictadura genocida en 1982 después de la derrota de Malvinas y como fruto de una respuesta de masas enorme, había provocado una “revolución democrática” cuya dinámica iniciaba el proceso objetivo de revolución socialista, ya que las masas habían pulverizado a una dictadura capitalista y a su programa de gobierno.

A partir de allí, el movimiento de masas en Argentina hizo una larguísima e inédita experiencia con el bipartidismo, que durante casi veinte años viene alternándose en el poder y aplicando las mismas políticas antiobreras y proimperialistas.

El régimen burgués, imposibilitado de encontrar en un nuevo golpe militar una válvula de escape, tuvo que “quemar” todas sus naves y hundió su último y más preciado resorte: el bipartidismo y la alternancia patronal en el poder.

El estallido del 19 y 20 de diciembre del 2001 golpeó de lleno en la línea de flotación de la democracia burguesa y agudizó el proceso de revolución en curso en nuestro país

Vacío de poder y reencauza-miento transitorio con los K

El cacerolazo masivo del 19 de diciembre eyectó al ministro neoliberal Cavallo, nefasto hilo de continuidad como funcionario de la dictadura, de Menem y de De la Rúa.

Sin embargo, no se trataba de echar a un ministro: el pueblo ya iba por todo. Decenas de miles se volvieron a movilizar en todo el país y el 20 de diciembre la imagen de De la Rúa huyendo en helicóptero de la Rosada recorrió el mundo.

Con posterioridad, en el lapso de una semana, hasta el 1° de enero en que la Asamblea Legislativa eligió a Duhalde, pasaron cinco presidentes. Hubo días en los cuales no se sabía quién gobernaba el país.

La burguesía, en pánico, improvisó la variante de Rodríguez Saá como presidente transitorio, que duró menos que nada.

Hubo parálisis también en las Fuerzas Armadas, que emitieron un comunicado diciendo que iban a reprimir solamente si el Congreso lo votaba por unanimidad, lo cual era a todas luces imposible.

Finalmente, con Duhalde se logra un encaminamiento parcial hasta junio de 2002, cuando la clase capitalista ensayó la posibilidad de cortar el proceso de movilización y reprimió salvajemente una marcha de desocupados que cortaban el Puente Pueyrredón, matando a Maxi Kosteki y Darío Santillán.

La respuesta nacional de repudio hizo que Duhalde tuviera que convocar a elecciones anticipadas. De ese proceso electoral, en crisis con sólo el 22% de los votos y ganando por abandono de Menem, surge Kirchner presidente.

A partir ahí, la historia es otra. Desde el gobierno K se va construyendo hábilmente un doble discurso para adecuarse a la nueva realidad, donde se apela tramposamente a las banderas de los derechos humanos, el antiimperialismo y se despotrica contra la herencia del menemismo.

De ese modo, más la devaluación brutal del 300% y un ciclo de “viento de cola” de la economía mundial, el nuevo gobierno logra de forma transitoria atemperar los elementos de mayor dinamismo del Argentinazo.

Sin embargo, los pilares estructurales del modelo capitalista de los ’90 de Menem prosiguen en pie hasta hoy, y con la crisis mundial empiezan a presionar en la superficie.

El ritmo de la crisis capitalista internacional y la lucha del movimiento de masas en Argentina marcarán la dinámica en el próximo período.

No obstante los profundos cambios que provocó, el Argentinazo de diciembre de 2001 dejó pendiente de resolver una tarea que vuelve una y otra vez a colocarse como desafío para los revolucionarios: la construcción de una alternativa de masas que pueda incidir en el rumbo y la reorganización económica, política y social del país. Esta sigue siendo hasta la fecha nuestra principal obsesión en esta etapa.

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Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
http://cualeslanoticia.com/prensa/

2 respuestas a «Argentinazo.10 años de la revolución del “que se vayan todos”.»

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