MOGADISCIO (Reuters) – Proyectiles sacudieron a Mogadiscio desde la noche del viernes hasta la mañana del sábado, en ataques que provocaron más muertes de civiles y que llevaron a cientos a huir de la capital somalí en el mayor éxodo masivo desde la caída de un dictador en 1991.
Al menos 131 personas han muerto en las batallas que desde el miércoles sostienen las tropas etíopes y somalíes contra insurgentes islámicos, dijo en la tarde del viernes una agrupación local de derechos humanos.
Sin embargo, es seguro que esa cifra aumentará con las víctimas que dejen los ataques de la noche del viernes.
"Hay muchos muertos. Ahora llevo los cadáveres de dos miembros de mi familia en el vehículo," dijo a Reuters un residente angustiado, quien solicitó no ser identificado.
Cerca de 1.000 personas murieron en un enfrentamiento similar de cuatro días en marzo.
Naciones Unidas dice que 321.000 habitantes, cerca de un tercio de la población estimada de un millón de personas de Mogadiscio, han huido desde febrero, en lo que la ONU y agencias de ayuda llaman una posible catástrofe humanitaria.
Muchos refugiados viven bajos árboles y junto a carreteras.
En Mogadiscio, residentes describieron la noche como terrorífica, con ataques de artillería casi permanentes mezclados con los truenos de una tormenta.
"En un momento no podías notar la diferencia. Mis ventanas temblaban," dijo un testigo Reuters en un breve llamado telefónico a su oficina central en Nairobi durante el que se escuchó la explosión de cerca de media docena de proyectiles.
Caudillos militares derrocaron al ex líder militar de Somalia Mohamed Siad Barre en 1991. Desde entonces, el país ha vivido 16 años de anarquía.