Las derrotas en Sociales y Exactas dejó a la izquierda con la presidencia de apenas cuatro centros de estudiantes: Veterinarias, Psicología, Filosofía y Letras y Arquitectura. En 2007 ya había sufrido la pérdida del centro de Ingeniería a manos del MLI (otra lista de izquierdistas independientes). Pero el golpe más duro significó la caída en los consejos directivos de Veterinarias, Arquitectura, Exactas y Psicología, que derivó en la reducción de la representación dentro del Consejo Superior de la UBA. Hoy la izquierda sólo tiene un consejero -Mariela Solesio (PO)- y varias internas por resolver.
Créase o no, el conflicto entre el Gobierno y los empresarios ruralistas repercutió dentro del Frente 20 de Diciembre. El PO se declaró neutral en la contienda, pero la CEPA/PCR y el MST apoyaron los reclamos de la Mesa de Enlace, ganándose el mote despectivo de "izquierda campestre" o "sojera". Además, envalentonado por algunos resultados, el PO rompió alianzas en distintas facultades y se cortó solo. Si bien hoy asoma como la fuerza más poderosa: gobierna en soledad tres centros estudiantiles y sus listas avanzan en facultades masivas (Medicina y Económicas, por ejemplo). La alianza formada por la CEPA/PCR y el MST intenta frenar esta movida, pero este último cada vez tiene menos representación y, aunque ostenta sus referentes estudiantiles (Agustín Vanella y María Damasseno), su poderío disminuye.
Creada dos años atrás, la Corriente La Mella se aprovechó de estas diferencias y no por casualidad ganó la semana pasada los centros de Sociales y Exactas, donde hasta hace un tiempo el PO, CEPA/PCR y MST gobernaban en conjunto. "Somos un espacio independiente de izquierda que pretende reconstruir el movimiento estudiantil, como claustro dentro de la UBA, y darle relevancia como actor social en la política nacional", explica el dirigente Itai Hagman. Y enseguida marca diferencias con los otros grupos: "No queremos en la universidad el aparato de izquierda del PO, PCR o MST. Es necesario achicar la distancia entre dirigentes y estudiantes. Pero tampoco queremos el regreso de la Franja Morada, que marcó una época nefasta al permitir el mercantilismo y la corrupción en la universidad pública y gratuita".
De estrechas relaciones con el MLI de Ingeniería y otros colectivos independientes de izquierda, La Mella espera el Congreso de la FUBA -todavía no tiene fecha de realización ni sede asignada- para imponerle exigencias y condiciones al Frente 20 de Diciembre (una de ellas sería que el PO disminuya su sectarismo y se abra al diálogo y al consenso). En la izquierda saben que deberán seducir a estos nuevos grupos si se quieren mantener en el poder. "Está claro que si no sumamos a las agrupaciones independientes podemos perder la conducción de la Federación. Sabemos que la ex Franja, desde Nuevo Espacio de Económicas, con el aparato de la UCR y con el visto bueno de una parte del Rectorado, se está armando para volver a gobernar la FUBA", reconoce un importante dirigente estudiantil.