Según fuentes de ese cuerpo, la licencia de Lopes podría ser aprobada en la sesión de mañana y asumiría en su lugar un concejal de la oposición.
Lopes anunció anteayer su decisión de dejar temporariamente la jefatura de la comuna, aunque aclaró que no tiene nada que esconder.
"Toda la comuna está a disposición para buscar y sacar de abajo hacia arriba todo, porque no hay nada que esconder y esta causa se intentó mezclar con la utilización de fondos municipales que no fue", dijo Lopes.
Según la legislación, corresponde que el Concejo Deliberante designe al frente del municipio al primer edil de la lista que acompañó a Lopes cuando ganó la elección en 2003. Ese puesto lo ocupa Cristián Breitenstein (en realidad, era el segundo, pero asumirá porque el primero en la lista renunció a su banca tiempo atrás), que hoy pertenece a un bloque de la oposición, por lo que se espera que pida la renuncia de todo el gabinete municipal.
En Bahía Blanca, el justicialismo se dividió entre el Frente para la Victoria, que respalda a Lopes, y el PJ, que reúne a duhaldistas y kirchneristas no felipistas. A esta última bancada pertenece Breitenstein.
En rigor, Breitenstein se encuentra desde hace dos semanas de licencia, ya que viajó a Alemania por una beca de la Fundación Konrad Adenauer. De hecho, anoche estaba viajando de regreso al país y en las próximas horas se reincorporaría a su banca.
Según confirmó a LA NACION el presidente del bloque del PJ, Esteban Obiol, Breitenstein podría asumir como intendente interino entre mañana y pasado mañana. El edil justicialista ratificó además que "la comisión investigadora del Concejo va a continuar con su tarea", pese a la licencia de Lopes. Esa comisión todavía puede resolver la destitución del intendente.
Mientras tanto, continúa en la Justicia el proceso por estafas reiteradas, peculado y malversación de caudales públicos. Sigue pendiente el pedido de detención formulado por el fiscal Gustavo Zorzano, cuya investigación se basó principalmente en las escuchas telefónicas que comprometen a Lopes en la confección de facturas apócrifas para justificar los aportes de las empresas a la campaña del kirchnerismo.