El Papa Benedicto XVI dijo hoy que el trabajo es importante para el hombre y la sociedad, pero añadió que los fieles no deben dejarse esclavizar por sus actividades laborales.
El Pontífice hizo estas declaraciones en la Basílica de San Pedro donde presidió una misa por los trabajadores con motivo del día de San José, patrono de los empleados, en la que insistió en que el trabajo debe respetar la dignidad humana y servir "al bien común".
Ante cerca de 7.000 trabajadores que llenaron la basílica vaticana, el Papa destacó "la importancia primordial" del trabajo para la realización del hombre y el desarrollo de la sociedad.
Matizó, sin embargo, que es "indispensable" que el hombre "no se deje esclavizar por el trabajo, que no lo idolatre, ni pretenda encontrar en él el sentido último y definitivo de la vida".
Recalcó la gran importancia del descanso, ya que "al hombre, ligado a la necesidad del trabajo, el reposo le abre la perspectiva de una libertad más plena".
El Pontífice pidió por los jóvenes "que con dificultades logran entrar en el mundo laboral", así como por "los desempleados y los que sufren los problemas debidos a la extendida crisis ocupacional".
Subrayó que la realidad del mundo laboral sufre actualmente "cambios rápidos y complejos", al tiempo que insistió en que, en cualquier caso, el trabajo "debe servir al bien de la humanidad, permitiendo al hombre cultivar y realizar su vocación".
"Debe estar siempre organizado y realizarse con respeto a la dignidad humana y servicio al bien común", afirmó Joseph Ratzinger.
"Para ello -continuó- no basta la necesaria calificación técnica o profesional, ni es suficiente la creación de un orden social justo y atento al bien de todos", sino que "hay que vivir una espiritualidad que ayude a los creyentes a santificarse a través de su propio trabajo, imitando a San José", el padre de Jesús.