Por Mariam Karouny BAGDAD (Reuters) – Un gobernador provincial iraquí murió el lunes al explotar una bomba al costado de un camino en lo que pareció ser una escalada en la lucha de poder entre facciones chiítas rivales, que amenaza con desestabilizar el sur del país, productor de petróleo. Mohammed Ali al-Hassani, gobernador de la provincia de Muthanna, estaba en camino desde su casa en la ciudad de Rumaitha a Samawa, la capital provincial, cuando una poderosa bomba al costado del camino impactó su convoy de nueve autos, dijeron funcionarios provinciales. También murió un guardaespaldas y otros dos resultaron heridos. El primer ministro Nuri al-Maliki pidió a los iraquíes ejercitar la moderación, diciendo que los perpetradores estaban buscando "arrastrar la provincia al caos." En la primera visita de un importante funcionario francés desde la invasión liderada por Estados Unidos en el 2003, el ministro de Relaciones Exteriores Bernard Kouchner dijo que Francia está lista para jugar un rol en Irak, pero sólo tras escuchar a miembros de todos los grupos étnicos y sectarios. Kouchner agregó que Francia apoya una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que le da a Naciones Unidas un mayor rol en Irak. El funcionario hizo estas declaraciones tras mantener conversaciones con el presidente Jalal Talabani. Su llegada a Bagdad, el domingo, coincide con intentos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de mejorar los vínculos con Estados Unidos. Los dos países tuvieron un duro enfrentamiento por la invasión estadounidense, a la que Francia se opuso vigorosamente. AJUSTE DE CUENTAS Hassani fue el segundo líder provincial asesinado en dos semanas. El gobernador de la provincia sureña de Diwaniya, miembro del poderoso Consejo Supremo Islámico Iraquí (SIIC, por sus siglas en inglés), falleció el 11 de agosto al explotar una bomba al costado de un camino. El SIIC y el movimiento político del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr son aliados en la Alianza Chiíta gobernante y tienen 30 bancas cada uno en el Parlamento. Pero las tensiones han desatado ocasionales enfrentamientos entre combatientes leales a ambos grupos. El grupo SIIC y su brazo armado, la Organización Badr, están encerrados en una lucha con el Ejército Mehdi, de Sadr, por el control de poblados y ciudades en las provincias del sur de Irak, predominantemente chiítas. Hassani era un importante líder de la Organización Badr. Los analistas temen que el conflicto aumente mientras SIIC y los seguidores de Sadr intentan fortalecer sus bases de poder con vistas a las elecciones provinciales del 2008. |