Al menos 31 personas, 17 de ellas policías y 14 delincuentes, han muerto y unas 20 resultaron heridas, durante las primeras horas del sábado, en una ola de ataques contra varias comisarías de San Pablo.
Los ataques habrían sido llevados a cabo por grupos del crimen organizado, en represalia por el traslado de unos 740 presos al centro de detención de máxima seguridad de Presidente Vencelsau, ubicado a 620 kilómetros al sur de San Pablo.
Además, entre los detenidos trasladados figuran 16 reconocidos líderes del “Primeiro Comando da Capital”, una de las más importantes agrupaciones criminales de esta ciudad.
Las autoridades confirmaron sus sospechas sobre una posible represalia, se declararon en estado de alerta, pero llamaron a la población a serenarse, ya que “el objetivo de esos bandidos es movilizar a los medios de comunicación e intentar dejar la sensación de inseguridad”.