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Caracas, nueva meca de la izquierda y de los opositores a Bush

La Nación

Por Juan Forero|CARACAS|De The New York Times|Traducción: Luis Hugo Pressenda|#Venezuela genera curiosidad en el mundo: el fenómeno del «turismo revolucionario». Acuden desde académicos a celebridades.

El actor Danny Glover vino. #Harry Belafonte también. Lo propio hicieron la activista antibelicista Cindy Sheehan y el destacado escritor afronorteamericano Cornel West.

Pero la mayoría de los visitantes son como Cameron Durnsford, un estudiante australiano de 24 años, que decidió estudiar en la nueva universidad estatal de Caracas. Durnsford se sintió desconcertado en parte por el culto a la personalidad que rodea al presidente, Hugo Chávez. «Pero la revolución de Venezuela no es algo para perderse. Aquí hay una nación y un líder que tratan de mostrar una alternativa frente al neoliberalismo y las políticas que asolaron América latina durante 20 años. Se percibe que se trata de un momento histórico», agregó.

Chávez está enfrentado con el gobierno de George W. Bush. Ese antagonismo, junto con los inmensos desembolsos, generados por los ingresos del petróleo, que Chávez destina al gasto social, convoca adhesiones de todas partes y ha convertido a Caracas en la nueva meca de la izquierda.

Como Managua en 1979, o La Habana 20 años antes, Caracas atrae ahora a estudiantes y celebridades, académicos y activistas, abuelas y hippies de los años 70. Algunos, entre ellos muchos norteamericanos, llegaron para quedarse. Otros para ver una nueva marca de turismo revolucionario organizado por el gobierno venezolano o grupos privados. Venezuela recibe a todos con beneplácito, pero extiende alfombras rojas para visitantes famosos como el cantante Harry Belafonte.

En enero pasado, Belafonte encabezó un delegación norteamericana que incluyó a Glover, West, y a Dolores Huerta, la defensora de los trabajadores. Se reunieron con el presidente Chávez, pasearon por un barrio, y presenciaron el desarrollo de programas promovidos por el gobierno como una forma de transferir a los pobres la riqueza petrolera del país. Para los norteamericanos menos conocidos, el nuevo itinerario ya no pasa por las famosas playas de la isla Margarita. En cambio, grupos como Global Exchange llevan a turistas que pagan 1300 dólares por un viaje de dos semanas por los barrios pobres en donde es mayor el apoyo a Chávez.

Las excursiones incluyen visitas a clases de alfabetización, a cooperativas, y a agencias periodísticas financiadas por el gobierno. Los visitantes pueden conversar con ministros y se reúnen con directivos de la petrolera estatal que explican cómo los petrodólares son canalizados hacia programas sociales.

Entre los oradores que se han reunido con los visitantes estuvo Eva Golinger, una abogada de Nueva York dedicada a revelar lo que, según ella, prueba el apoyo que Washington brinda a grupos opositores venezolanos. Algunos norteamericanos, como Pat Morris, de 62 años, se quedan con la boca abierta. «Pensaba que nuestro actual gobierno era mentiroso y mezquino, pero no tenía idea de la inversión que hay para desestabilizar este país», comentó Pat, después de oír hablar a Golinger.

Reva Batterman, una estudiante de posgrado de 27 años, señaló que quería venir a Venezuela para demostrarle a su pueblo que «no todos somos partidarios de Bush o imperialistas».

Democracia militarizada

Pero no todos están tan fascinados. Julio Borges, un político opositor, afirmó que, si bien Chávez ciertamente ayuda mucho a los pobres, también es un líder dispuesto a aplastar toda disidencia.

«Los visitantes deberían tener conciencia de la ineptitud y los crecientes abusos del gobierno -advirtió Borges-. Siempre le decimos a la gente que llega con esa idea romántica sobre Venezuela que quienes se encargan de la transformación son los integrantes de las fuerzas armadas, y que la de Venezuela es una democracia militarizada.»

Refiriéndose a los visitantes norteamericanos, un diplomático de EE.UU. en Caracas, que pidió no hablar oficialmente, se hizo eco de las preocupaciones, y expresó: «Vengan aquí y tomen plena conciencia de esto. Les pido que traten de ver el otro lado de la historia».

Emily Kurland, una asistente social de 26 años oriunda de Chicago, dijo que eso era precisamente lo que ella y los demás observaban. «Muchos están frustrados con Bush y no confían en la prensa de su país», indicó Kurland. «Quieren ver con sus propios ojos lo que sucede aquí», añadió.

Emily llegó para percibir la «Revolución bolivariana«. Un año después, no tiene planes de partir. Enseñó inglés en programas gubernamentales para pobres y piensa participar como voluntaria de un proyecto estatal relacionado con microcréditos para mujeres.

Pero algunas de las personas que visitaron Venezuela o se mudaron reconocen que tienen ciertas dudas. Chesa Boudin, un neoyorquino de 25 años que ha trabajado como voluntario, advirtió que algunos glorifican a Chávez sólo porque es el principal líder opositor de Bush en América latina.

Pero quizá nada ilustre mejor el entrelazamiento de la retórica de Chávez -acerca de satisfacer las necesidades de los pobres y las políticas de su gobierno- que la Universidad Bolivariana, que ofrece enseñanza gratuita. «La idea es hallar una alternativa», comentó Jerome Le Guinio, un francés que trabaja en la universidad. «Y si uno no la encuentra en Venezuela -continuó- no la encontrará en ningún otro lado».

Los «soldados civiles» de Chávez

Ya se preparan para enfrentar una eventual invasión de EE.UU.

CUA, Venezuela (AFP) – Teresa está orgullosa porque, a pesar de sus 51 años, fue seleccionada para recibir entrenamiento militar como miembro de la Guardia Territorial, un nuevo componente de la Fuerza Armada Nacional (FAN) venezolana integrado por civiles voluntarios.

Los integrantes de la Reserva Militar y de la Guardia Territorial, agrupaciones impulsadas por el presidente Hugo Chávez en abril de 2005 por si a Estados Unidos se le ocurre invadir Venezuela para apoderarse de su petróleo -como él denuncia-, comenzaron a ser entrenados el 4 del actual, durante 20 sábados consecutivos.

Teresa Téllez, que el último fin de semana participó junto a algunos centenares de guardias territoriales en un entrenamiento de «orden cerrado y desfile» en las calles de Cúa, 35 kilómetros al sudoeste de Caracas, tendrá su bautismo de fuego el sábado próximo, en el cercano fuerte Guaicaipuro, en su primera instrucción de tiro e infiltración.

Casada con un taxista, con un hijo de 31 años y dos nietos, Teresa contó que se inscribió en la Guardia Territorial hace un año «por amor a mi patria, para defender nuestra idiosincrasia, nuestro folklore, lo nuestro, y no caer en manos del imperialismo».

El año pasado fueron formados 20 batallones de reservistas, integrados por voluntarios que ya habían pertenecido a la fuerza o habían hecho el servicio militar, y en abril serán creados otros 22, dijo el teniente coronel Rafael Angel Faría Villalobos, comandante del batallón de reserva Batalla de Charallave, que reúne a 9 municipios y está acantonado en el fuerte Guaicaipuro.

Indicó que «la Guardia Territorial se utilizará en caso de una invasión extranjera».

«Estamos enseñando a la gente a cortar la luz, cortar el agua, bloquear las entradas de la ciudad, las carreteras, sacar las alcantarillas, hacer bombas Molotov», dijo el comandante. Interrogado sobre si también reciben instrucción ideológica acerca del socialismo del siglo XXI que impulsa Chávez, el comandante Faría respondió: «Por el momento, no».

Las autoridades militares estiman que dos millones de venezolanos, de una población de 26 millones, podrán encuadrarse en la reserva y en la Guardia Territorial. La reserva será armada con los fusiles FAL de la FAN cuando ésta reciba los 100.000 kalashnikov comprados a Rusia.

El sábado pasado se instruyó sobre «disciplina, obediencia y subordinación» a hombres y mujeres, estudiantes del instituto universitario de la FAN, un pelotón de niños hijos de guardias territoriales y un grupo de ancianas, las dos mayores de 79 años. La mayoría provenía de los estratos más pobres de la población.

«El día del entrenamiento reciben 16.000 bolívares [7,45 dólares], desayuno, almuerzo y cena», explicó el comandante Faría.

Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
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3 respuestas a «#Venezuela»

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