De Walter Bulacio a Ismael Sosa: 4.321 pibes asesinados el aparato represivo del estado argentino.
Ismael Sosa suena a Walter Bulacio, porque era un pibe que quería ir a un recital de rock, y se topó con la policía. Y suena a Luciano Arruga, porque estuvo desaparecido, desde que se lo vio detenido, hasta que apareció su cuerpo –esta vez cinco días, no cinco años después. Suena también a un montón más de pibes apaleados y verdugueados en otros recitales, a la salida de bailantas, en canchas de fútbol ó en la esquina, nomás. Suena a los 218 desaparecidos en democracia, a los 2.778 asesinados por el aparato represivo estatal desde el 25 de mayo de 2003, a los 4.321 desde diciembre de 1983. Por CORREPI.
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