«Soy una víctima, soy victimización. Me siento como el judío errante después del Holocausto», se quejó Chabán, alzando los brazos.
Vestido con una sencilla remera beige y un pantalón marrón, Chabán accedió a una entrevista grabada por Canal 9 de televisión en el penal de Marcos Paz y reproducida anoche. La nota fue el producto de una negociación hasta para la elección de los periodistas que la realizaron: Samuel Gelblung, Silvina Walger, Daniel Tognetti y Reynaldo Sietecase.
Demudado, miró a la cámara y dijo: «Soy Emir Omar Chabán, el 31 de marzo cumplo 54 años. Lo primero que quería expresar es que trabajé casi 25 años en esto y toda mi vida yo cuidé al público, apoyé a los chicos jóvenes y todo lo que pasó está más allá de la dimensión humana».
Desde entonces se lanzó a explicar su teoría de cómo ocurrió todo: dijo que tres jóvenes, de pantalón rojo corto, en cuero, alzaron cada uno de ellos un material pirotécnico, que lanzaba bolitas incadescentes. Uno saltó, la arrojó sobre su cabeza y dos lo hicieron en diagonal hacia el techo. Con la ayuda de una maqueta, afirmó: «Esta tragedia ocurrió más allá de lo que yo pudiera hacer». Dijo que los jóvenes pertenecían a los grupos de fans La Familia Piojosa y El Fondo no Fisura, que se disputaban el liderazgo.
Luego recordó que cuando se cortó la luz y todo fue invadido por humo tóxico no sabía por dónde salir: «Entrabas en un sopor, narcotizado, como si te llamara la muerte. Yo pensé en dejarme morir. Me voy a dejar morir», dijo.
Hubo preguntas que eludió responder, como por ejemplo acerca de la puerta de emergencia: primero dijo que la señalada como tal no lo era, porque daba a la entrada de un estacionamiento y no a la calle. Luego prefirió no precisar quién la mantuvo cerrada y quién tenía la llave: «Hay muchos imputados, eso es materia de investigación», afirmó.
Negó siempre haber pagado coimas a la policía, a pesar de que hay cinco policías procesados por eso. Defendió al grupo Callejeros, dijo que la relación con ellos es de amistad y que el hecho de que tocaran en su lugar era como si cantara #Luciano Pavarotti. Enojado y discutiendo con los periodistas o llorando, Chabán despegó a la banda y su aliento a que el público prendiera bengalas. «El público le imponía esto a Callejeros», dijo. «Me traicionaron mis ideales», aseguró.
Luego recordó que la habilitación del local data de 1997. «Aníbal Ibarra no tiene nada que ver. Me angustia mucho lo que le pasó al doctor Ibarra. No tiene responsabilidad sobre estos hechos.»
«Yo creo que el público también es responsable. Tiene que haber un señalamiento del público. Traición es que el 5 por ciento de ese público, que no tiene límites, es responsable de esto», insistió. Y agregó que también lo es el Estado porque no prohibió la venta del material ignífugo que el arder libera ácido cianhídrico. «Me están usando», se quejó.
Por Hernán Cappiello
De la Redacción de LA NACION
«Nadie se preocupa por mí»
- Chabán, al final del reportaje, estalló en llanto para quejarse del lugar en que lo ubicaron los medios y presentarse como la víctima de lo que ocurrió. «Siento un odio terrible a la sociedad. Todos me han denigrado; nadie se ha preocupado por mí en este tiempo. Yo estaba solo, solo. Todos pensaban que yo era un bicho, un monstruo que está en un sucucho y que podían decir cualquier cosa.» Luego se dirigió a los periodistas que lo entrevistaban. «Ustedes me crearon», les dijo. Terminó la nota llorando, caminando por un pasillo, acompañado de un guardiacárcel, cargando sus expedientes, de regreso a su celda.