CONFLICTO CON URUGUAY: JUGADA CONTRA LAS EMPRESAS QUE CONSTRUYEN LAS PLANTAS EN URUGUAY

Así lo anunció ayer, después de conocer que el juez federal de Concepción del Uruguay, Guillermo Quadrilli, se declaró incompetente para tratar el caso, porque involucra a otro país.

Con su resolución, el magistrado dejó abierto de hecho el camino hacia la Corte, la instancia para casos que hacen a otros Estados. Allí llegará ahora la denuncia por contaminación ambiental en grado de tentativa que Busti promovió el 19 de enero contra cinco directivos de la empresa española Ence y otros cuatro de la finlandesa Botnia.

"El juez ratificó la imputación penal efectuada por la fiscal María de los Milagros Squivo y reconoció la posibilidad de imputación criminal no sólo de los empresarios de Botnia y Ence, sino también contra los funcionarios uruguayos", señaló Busti a través de un comunicado. Y también explicó que el juez Quadrilli consideró que "la competencia originaria y exclusiva será de la Corte Suprema".

Por eso Busti indicó que "lo que corresponde es no dilatar esta cuestión con una apelación sin sentido, sino ir ante la Corte y seguir en ese ámbito la causa".

El anuncio de Busti marcó el cierre de una semana en que la crisis por las papeleras volvió a aumentar su volumen político, como resultado de declaraciones y decisiones que se conocieron en la Argentina y también en Uruguay.

Primero fue el turno del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, quien reiteró su desagrado con la decisión argentina de denunciar el caso ante la Corte Internacional de La Haya.

Vázquez comparó a la Argentina con un marido violento que golpea a su esposa por futuros engaños. Según interpretó, Argentina castigaría a Uruguay por la presunta contaminación ambiental de las papeleras.

A eso se sumó una carta de la Cancillería uruguaya expresando su malestar por los cortes de ruta en Gualeguaychú, que ni siquiera se suspendieron tras la audiencia que el presidente Néstor Kirchner concedió a miembros de la Asamblea Ambientalista.

La nota entregada al embajador argentino, Hernán Patiño Meyer, fue un nuevo pedido para que se suspendan los piquetes en la ruta 136, paso obligado para llegar a Fray Bentos.

Eso motivó la reacción de Kirchner, que decidió involucrar al Congreso. Fue al impulsar el tratamiento en sesiones extraordinarias de un proyecto que exprese apoyo a la posibilidad de denunciar a Uruguay ante la Corte de La Haya.

Se trató de reacciones que, de todos modos, se produjeron simultáneamente con un par de señales para propiciar el diálogo entre los dos países.

La primera la dio Vázquez, quien en un inusual diálogo con la prensa uruguaya habló sin vueltas de la necesidad de un encuentro con el presidente argentino. "Podemos reunirnos cuando quieran, siempre y cuando se suspendan los cortes", dijo.

Desde el Gobierno nacional, también se destacó un matiz en el pedido al Congreso. Se planteó que el aval es para acudir a la Corte Internacional de La Haya "en caso de resultar necesario". Un modo de dejar abierta la posibilidad de buscar una salida negociada con Uruguay.