Daniel Scioli empapeló las calles de naranja pidiéndonos que “creamos!”. Hasta lo llevó a los cines con un spot animado y su “ola naranja” que llevaría alegría a jubilados, alumnos, niños que sanan o evitan la droga. Ver para creer… Eso pasa en los dibujitos, la realidad provincial es otra.
Scioli habla de Argentina como “un país rico” y Bs. Aires como “el motor productivo”. Pero la consultora Equis, del kirchnerista Artemio López, no puede más que reconocer que pese a los anuncios de crecimiento y distribución de la riqueza, persiste una fuerte desigualdad social. Según Equis, el 30,4% de los argentinos “está en una situación de riesgo inmediato de caer en la pobreza”. Reconociendo que hay 8,4 millones de pobres, siendo la provincia y la Capital donde más se agravó en el último año.
Para el Observatorio de la Deuda Social (UCA) la pobreza abarca de 10 a 12 millones. Sobre la provincia, la “Encuesta Deuda Social Del Bicentenario” de agosto de 2011 desnuda un cuadro social alarmante. Lejos de la “ola naranja” que pinta Scioli, según este estudio, en el conurbano el 15% vive en condiciones de hacinamiento, el 36% en calles inundables y el 29% próximo a basurales. El 27% no tiene acceso al agua corriente, el 37% sin red de gas y el 59% sin red cloacal. El 19% de los bonaerenses se encuentra en “riesgo alimentario”, mientras el 35% de los hogares no tiene cobertura médica. Mientras que el 13% de los niños de entre 5 y 17 años está sometido a trabajo infantil; el 27% de 13 a 17 años presenta déficit escolar y el 10,4% no asiste a la escuela.
La ONG “Un techo para mi país” señala que en el Gran Buenos Aires viven más de 2 millones en asentamientos o villas, un 16,7% más que en 2001. Esta crisis social está en la base de la violencia que cruza a la sociedad y tiene expresiones en las escuelas. Como la agresión al docente en Pergamino en 2011 que motivó un masivo paro docente, dando cuenta de la crisis social y educativa.
En su mundo “naranja”, el ministro de Economía dice que nadie aumentó los salarios como Scioli. Pero no lo ven así desde CICOP, ATE o los SUTEBA combativos que se movilizaron en los últimos meses de 2011 por salario, estabilidad y condiciones de trabajo. O la enseñanza de Adultos que marchó en defensa de esa modalidad que el gobernador quiere liquidar.
