Informes del Pentágono revelan abusos cometidos contra presos iraquíes por parte de soldados de EE.UU. durante 2003 y 2004. Según los documentos, los prisioneros fueron mantenidos a pan y agua durante 17 días, entre otra serie de sometimientos.
Lo documentos fueron realizados a pedido de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), y señalan que entre las prácticas de interrogatorio de prisioneros no aprobadas figuraban la privación del sueño y someterlos a música estridente.
En el texto se detalla que las fuerzas especiales de EE.UU. en Irak recluyeron a los prisioneros en pequeñas celdas, incluyendo a un recluso que estaba desnudo "porque se orinaba sobre sus ropas continuamente".
A lo largo de más de mil páginas en las que se han borrado nombres, lugares e identificaciones de unidades militares, se señala que las condiciones generales de los centros de detención en Irak "no se ajustaban al espíritu de los principios establecidos por las Convenciones de Ginebra" sobre el tratamiento que se debe dar a los prisioneros.
Según el coronel Mark Ballesteros, portavoz del Pentágono, "la política de EE.UU. es tratar a todos los detenidos de forma humanitaria". Y agregó que "se han tomado medidas importantes para investigar, asignar responsabilidades y modificar nuestras operaciones de manera adecuada".
Desde las denuncias sobre abusos cometidos en la prisión iraquí de Abu Ghraib, hace dos años, el problema de los malos tratos ha sido uno de los factores más importantes de la impopularidad de la guerra en ese país.
La existencia de los informes se dio a conocer en momentos en que el Gobierno del presidente George W. Bush busca frenar esa impopularidad con evaluaciones optimistas sobre la situación en Irak tras la instalación de un nuevo gobierno en ese país.
