"Se dice que las mujeres en Irán están oprimidas y que no tienen poder, pero algunas son extremadamente poderosas", afirmó a LA NACION Mahnaz Kousha, profesora iraní de Sociología del Macalester College, de Saint Paul, Minnesota, Estados Unidos.
Así, la socióloga relativizó la imagen más corriente del rol de la mujer en la actual sociedad iraní. Kousha -que dejó Teherán en 1978 para estudiar en Estados Unidos, poco antes de que estallara la Revolución Islámica de 1979- aseguró también que a diferencia de lo que se cree, el régimen islámico ha permitido el progreso de muchas mujeres, en especial las de las familias más religiosas y conservadoras. Radicada en Estados Unidos, vuelve periódicamente a su país, y durante su última visita realizó una serie de entrevistas que sirvió de base para su libro "Voces de Irán. Las vidas cambiantes de las mujeres iraníes".
-¿Cómo es la vida de las mujeres bajo el régimen islámico?
-Muchas de estas mujeres vieron un gran progreso en su situación en este régimen. Sienten que este gobierno creó una generación de mujeres más fuertes, que le dio un mayor énfasis al rol femenino. Algunas mujeres son muy conscientes de sus derechos.
-¿Cómo se ve este progreso?
-Ahora tienen una carrera, una profesión. Durante la época de los shas, las clases tradicionales no querían que sus hijas trabajaran, pero bajo el régimen sí quieren que trabajen porque están segregadas, no se mezclan con los hombres. Ahora las mujeres son más del 50% de los estudiantes universitarios. Trabajan en oficinas privadas, en las universidades y como enfermeras.
-¿Qué ejemplos puede dar de la segregación?
-En los ómnibus, los hombres entran por la puerta delantera y las mujeres, por la trasera. Sin embargo, en los taxis públicos hombres y mujeres se sientan unos al lado de los otros. En las oficinas, las mujeres y los hombres tiene lugares separados, pero interactúan.
-¿Pueden las mujeres llegar a posiciones de poder?
-En algunas áreas, sí. La generación que creció bajo el régimen islámico llegó a la adultez hace poco, así que muchas mujeres no tienen edad suficiente para tener cargos altos. En Estados Unidos la gente siempre dice que las mujeres en Irán están oprimidas y que no tienen poder, pero algunas son extremadamente poderosas. Por ejemplo, las que se dedican a la política, las que defienden los derechos de las mujeres. En el mundo privado, las mujeres son las que manejan la familia.
-¿Interactúan hombres y mujeres en la universidad?
-En un principio, los chicos estaban por un lado y las chicas, por otro. Pero ahora hay muchas amistades en las universidades.
-¿Qué tan frecuentes son los matrimonios arreglados?
-Son cosa del pasado. Muchas veces se arreglan presentaciones, ya que la sociedad está segregada. Pero si no hay un interés mutuo, nadie puede obligar a una mujer a casarse. Quizá podría pasar en algunas clases tradicionales.
-¿Pueden divorciarse?
-Al principio de la revolución, era un tema difícil. Ahora, las cortes de divorcio son mucho más consideradas con las mujeres. En general, en el islam los hijos quedan bajo custodia del padre porque puede mantenerlos mejor. Sin embargo, muchas mujeres salen de las cortes muy contentas. El índice de divorcio es muy alto en Teherán y va en aumento.
-¿Qué pasó con la generación que ya era adulta en el 79?
-Las mujeres que ahora tienen alrededor de 50 años pudieron convertir sus habilidades en algo provechoso. Comenzaron a traducir libros para niños. Hay mujeres escritoras, que abordan temas como el matrimonio o la custodia de los hijos tras el divorcio.
Por Pilar Conci
De la Redacción de LA NACION
