Elecciones y Crisis en Europa. El ajuste viene perdiendo.

Por Gustavo Giménez para Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

España: jornadas de protesta de los indignados

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Se realizaron las elecciones presidenciales en Francia. El conservador presidente Sarkozi fue derrotado por el socialdemócrata Hollande. Es la primera vez que un presidente francés no es reelecto en décadas y vuelve a la presidencia la socialdemocracia, luego de 17 años de mandatos conservadores.
Más allá de que no compartimos el interesado embellecimiento del discurso de Hollande, líder de un partido corresponsable del ataque a las conquistas del pueblo francés, la derrota de Sarkozi, que especuló hasta último momento con el temor de la gente a que Francia no repita el camino de sus vecinos griegos, italianos o españoles, expresa un claro voto castigo a quien, con la canciller alemana Ángela Merkel, ha aparecido como uno de los jefes del duro ajuste europeo.
Francia, el segundo país en importancia en Europa luego de Alemania, si bien no ha entrado todavía en la debacle que la actual crisis capitalista ha llevado a los países más débiles, muestra claros signos de estancamiento. Su economía no crece, el déficit público ha llegado a un 5% de su PBI y tienen que hacer fuertes ajustes si quiere llegar a las metas pactadas en el compromiso de estabilidad europea, tiene una desocupación que llega al 10% de sus trabajadores y su deuda pública no deja de crecer, llegando a constituir el 85% de su PBI.
Sarkozi no sólo no ha cumplido en estos años ninguna de sus promesas, sino que ha garantizado que las empresas multinacionales francesas sean de las que realizan mayores ganancias entre las firmas mundiales, superando incluso a las alemanas.
Pese a su obligada demagogia electoral, Hollande reafirmó en su reciente debate con Sarkozi, el compromiso del pago de las deudas de Francia con los bancos y la necesidad del cumplimiento del pacto de estabilidad europeo. Lo cual nos hace pronosticar nuevas y más grandes luchas de los trabajadores, la juventud y el pueblo francés y nuevas y mayores oportunidades para los compañeros que, como el NPA en Francia, luchan por construir una alternativa anticapitalista.

Un domingo electoral contra los gobiernos del ajuste.

El pasado domingo hubo también elecciones en varias regiones y países de Europa. El resultado fue inequívoco. Los pueblos europeos castigaron con su voto a los gobiernos que consideran responsables del tremendo ajuste que sufren.
En Grecia (ver artículo) se hundieron los partidos del viejo régimen político y la izquierda hizo una formidable elección. Aunque menores, las elecciones municipales británicas significaron un golpe del actual primer ministro conservador Cameron y una recuperación importante del Laborismo. En Alemania, Merkel fue derrotada en las elecciones del “Land” de Schleswig-Holstein, a manos de socialdemócratas y verdes. En Italia, en las elecciones municipales, el partido del ex primer ministro Berlusconi y su ex aliada la Liga del Norte sufrieron duros reveses, imponiéndose la coalición centro izquierdista del Partido Democrático (P.Comunista y católicos progresistas) y registrándose el ascenso de Pepe Grillo, un conocido cómico, con un mensaje anti política y anti sistema.
Algunos analistas, a partir de la recuperación electoral de la centroizquierda, dicen que va a cambiar la política de salvaje ajuste neoliberal. Hasta Merkel ahora habla de “preparar una agenda de crecimiento” para la próxima cumbre europea. La realidad es que socialdemócratas y centro izquierdistas han sido socios del ajuste con los conservadores.
Como señala el analista de Clarín, Jorge Castro, “La raíz de la crisis europea es la baja productividad y la incapacidad de innovar económica y socialmente”. Lo que en criollo significa que el imperialismo europeo no puede extraer las tasas de ganancia que necesita para superar su crisis, ya que sus pueblos resisten con enormes luchas que están sacudiendo toda la escena política del viejo continente. Esta jornada electoral expresó esto en un extendido voto castigo a los gobiernos de turno.
El crecimiento de partidos ultra derechistas como Mary Le Pen en Francia o Nueva Aurora en Grecia, no debe ser subestimado, pero tampoco debe confundir, como intentan los que los señalan como el principal enemigo a enfrentar, para lavar las culpas de los partidos gobernantes. Lo que hoy prima en Europa no es el ascenso del fascismo, sino las luchas de los pueblos y la bancarrota de los viejos partidos. La falta de claras alternativas revolucionarias de masas, generan fenómenos de polarización política. Que preanuncian más y más duros combates.
El resultado de esta pelea de fondo dependerá de que las masas encuentren una dirección capaz de llegar hasta el final. Más que nunca entonces, los luchadores y revolucionarios anticapitalistas europeos deben unirse, buscar como recrear formaciones amplias anti capitalistas que permitan abordar tan inmensa y necesaria tarea.