Revista Viva.
Temida por policías y criminales, en una tiera de hombres fue la única mujer que se convirtió en mito. La apodaban La bandolera inglesa, y asoló la Patagonia antes de ser rematada a traicion. Ahora su historia será llevada al cine por Héctor Olivera.
(…) La Grinil, como la conocen los patagónicos, había nacido en 1874 en Yorkshire, Inglaterra, vestía de hombre, con botas, sombrero y, sobre la chaqueta de cuero, un típico poncho castilla ( …) Cuando no lo llevaba puesto, lo acomodaba sobre la montura, donde siempre guardaba el Winchester. En la cintura el revólver que la hiciera famosa.
Tan rústicas como su poncho de lana pesada y oscura, rústicas flores de papel crepé la embellecieron de muerta. Con ese gesto pudoroso y mínimo, alquien desmentía su fama de ladrona y de asesina. Y desafiaba, con delicada insistencia, los vientos patagónicos que rastrillaban la superficie casi anónima de su tumba en el cementerio de Gan Gan donde la arrojaron joven las fuerzas del orden . Mucho después una hermana recuperaría sus huesos para llevárselos al Cementerio Británico de Buenos Aires, donde perdería desde las flores hasta la vana referencia catastral de una lápida (…)
