El grupo separatista vasco, a su vez, pidió pasar "de las palabras a los hechos" y solicitó a España y a Francia que aceptaran el inicio de negociaciones para no perder una oportunidad histórica para la paz.
La declaración de ETA provocó sentimientos de cautela y esperanza entre millones de españoles, que confían en que se ponga fin a casi cuatro décadas de violencia terrorista, que dejaron más de 800 muertos.
Fuentes cercanas al gobierno español revelaron a LA NACION la posibilidad de que "en no más de 15 días" se registren señales concretas del cese de "todo tipo de violencia" en el País Vasco, con lo que aludieron a la campaña de extorsión financiera y de atentados de las últimas semanas.
Por otro lado, el anuncio del alto el fuego del último grupo terrorista de Europa fue recibido con júbilo en la Unión Europea (UE) y calificado de "gran esperanza" por el presidente francés, Jacques Chirac.
El gobierno español, sin embargo, volvió a pedir prudencia y afirmó que hay que esperar a que los hechos confirmen las intenciones de ETA, organización que en los últimos años hizo anuncios similares al de anteayer.
El vocero de Rodríguez Zapatero, Fernando Moraleda, dijo que el diálogo sólo será posible en "ausencia definitiva y permanente de violencia" y reiteró que el gobierno solicitará la autorización del Parlamento para una eventual negociación con la organización terrorista. Esto, pese a que los diputados aprobaron en mayo pasado una resolución que autorizaba al gobierno a dialogar con ETA, si el grupo separatista renunciaba a la violencia. Sólo el opositor Partido Popular (PP) se abstuvo de respaldar un eventual diálogo en esa oportunidad.
ETA, que comenzó con su campaña de violencia en 1968 en defensa de un Estado independiente en el territorio que hoy ocupan cuatro provincias españolas y tres francesas, anunció el alto el fuego con la intención de impulsar "un proceso democrático" en el País Vasco.
El anuncio se produjo en momentos en que la organización se encuentra debilitada por la detención de 860 de sus miembros en España y en Francia y después de casi tres años de no provocar muertes con sus ataques.
El grupo amplió ayer su primer comunicado y señaló que "el diálogo, la negociación y el acuerdo" son necesarios para alcanzar un cambio político, a la vez que destacó que "es tiempo de compromisos".
"Es el momento de tomar decisiones de calado, de pasar de las palabras a los hechos", dijo ETA en este segundo comunicado. El grupo armado instó a los gobiernos de España y Francia a que no pusieran obstáculos al proceso democrático para que los vascos puedan decidir su futuro y que mostraran "la voluntad de dar una salida negociada al conflicto".
Pasadas las primeras 24 horas del anuncio del alto el fuego, ayer continuó el debate en España sobre si existe o no una oportunidad para el diálogo.
El líder del PP, Mariano Rajoy, volvió a condicionar su apoyo a Rodríguez Zapatero a que el gobierno obtenga de ETA una rendición incondicional. No obstante, afirmó estar "dispuesto a escuchar" al presidente el próximo martes, durante la primera reunión de una ronda de consultas convocadas por el jefe de gobierno para mantener informados y hacer partícipes del proceso a todos los partidos políticos.
Otra cuestión que se sumó a los debates de ayer fueron las versiones según las cuales el comunicado de ETA habría sido pactado con el gobierno. El diario El País reveló que ambas partes habrían acordado las condiciones de la declaración a través de intermediarios en varias reuniones que celebraron en Suiza y en Noruega, desde junio pasado. "Esto explicaría el optimismo gubernamental de los últimos meses frente a señales tan negativas como la continuidad de los atentados mafiosos", indicó el diario en su editorial de ayer.
Pero, más allá de la controversia desatada en España, que incluyó críticas de los familiares de las víctimas del terrorismo a un eventual diálogo, la UE manifestó su satisfacción por el anuncio de ETA.
Los líderes europeos abrieron ayer una cumbre en Bruselas con aplausos para Rodríguez Zapatero. "Estamos todos muy felices por el anuncio de un alto el fuego de ETA", dijo Chirac al presidente español, en nombre de los jefes de gobierno del bloque. "La esperanza de España es la esperanza de Europa", agregó Chirac.
"Este momento es portador de grandes esperanzas", dijo, por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
Agencias EFE, DPA y AP