Es el Manuel Belgrano. Los padres de la menor acusan a un alumno y a un empleado.
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Los padres de una nena de siete años denunciaron ante la Justicia de Menores que su hija sufrió reiterados abusos sexuales, a lo largo de un año, en el colegio marista Manuel Belgrano, del barrio porteño de Belgrano. Acusan a un chico de 13 años y a un empleado de la institución. La respuesta del colegio, en boca de su director general, fue que la menor "fantasea".
Todo comenzó —recuerda el padre de la nena, Tomás Caputo— "cuando la maestra de computación le abrió los ojos a mi esposa: le dijo que solía ver a nuestra hija con un chico de 13 años". Esta fue la primera alerta para Amanda Duarte, la madre.
Ahí empezó a atar cabos, sobre todo de las veces reiteradas en que su hija no quería ir al colegio. Y con mucho cuidado empezó a hacerle preguntas. Finalmente "mi hija pudo contar la verdad", dijo ayer su padre.
Amanda la dejaba en el colegio —ubicado en Cuba y La Pampa— a las 7.30 y la pasaba a buscar a las cinco de la tarde. Se iba confiada. Hasta que una noche —hace más de un mes— la nena le contó que muchas veces no iba a clases porque antes de entrar al aula un chico la pasaba a buscar y la llevaba a un "cuarto secreto" que había en el colegio. A veces estaba solo —le dijo—, y otras con un hombre mayor, que se presume es un empleado de limpieza. Ahí, con sus palabras, le contó que los dos abusaban de ella desde primer grado. Este año estaba cursando segundo.
Según Caputo, su mujer fue al colegio, le contó a una de sus directoras lo que ocurría y le pidió el registro de faltas de su hija. No obtuvo nada. Más adelante reiteró el pedido una tía de la nena ("Para mi mujer o para mí era muy violento", contó) y el director general del Manuel Belgrano, Eutimio Rubio Sáez, "la echó".
Desde hace 40 días la nena no vuelve a la escuela. Y el 4 de octubre sus padres presentaron una denuncia ante la Justicia. La causa fue caratulada "abuso sexual" y está en manos de la jueza Julia Marano Sanchis, del Juzgado de Menores Nø 3.
Según el abogado de la familia, Walter Brizzio, las dos pericias ordenadas por la jueza "demuestran que la nena no ‘fantasea’". "En la pericia —explicó— quedó claro que tanto su zona anal como vaginal están intactas, es decir que no fue violada. Pero se encontró el resto de un chupetín. La nena le había contado a su mamá que el chico le pasaba un chupetín por la cola y después lo chupaba."
En la pericia psicológica
—agregó Brizzio— la chica dijo que para llegar al "cuarto secreto" subían por un ascensor con una puerta gris. "Rubio Sáez declaró que en el colegio no había ningún ascensor con una puerta gris. Sin embargo, días después se retractó diciendo que hacía un tiempo la habían pintado."
Fue justamente Eutimio Rubio Sáez quien ayer apareció frente a las cámaras de televisión diciendo que la nena "fantaseaba". En el colegio recibieron el mensaje de que Clarín quería comunicarse con él, o con alguna otra autoridad, pero no fue respondido. Brizzio sostuvo que por esas declaraciones van a iniciar acciones legales en su contra: "No puede victimizar de esa manera a una menor, menos aún cuando es el responsable de la educación de un colegio", dijo el abogado.
La publicidad que ayer tomó el caso hizo que algunos padres no mandaran a sus hijos al colegio. "Algunos de ellos —contó Caputo— nos dieron su solidaridad. De la escuela, en cambio, no recibimos ni una llamada, ni siquiera de la maestra de mi hija."
