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Finlandia canceló una visita decisiva

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La Nación
 
Conflicto diplomático: fuerte reacción a las críticas de Kirchner
 
Confirmó que la ministra de Comercio Exterior no viajará a la Argentina por "la sensación de que no sería bienvenida"
 
 
 

No fue necesario apelar a la intuición femenina. Una simple lectura de los dichos y hechos de los últimos días fueron suficientes para convencer a Finlandia de cancelar la visita que la ministra de Comercio Exterior y Cooperación para el Desarrollo haría la semana próxima a la Argentina.

La consejera de la embajada local y la embajadora en Buenos Aires se comunicaron con Paula Lehtomäki, la funcionaria que no llegará aquí, pero que, en pocos días, recorrerá la región.

"La visita de la ministra Lehtomäki a la Argentina ha sido preparada desde hace mucho tiempo con el objetivo de desarrollar de una manera amplia las relaciones económicas entre ambos países. Lamentablemente se ha producido últimamente una sensación de que la huésped no sería bienvenida", dice el comunicado con el que ayer se oficializó la cancelación de la escala porteña.

Más allá de la relación comercial con Finlandia (ver infografía), hay un dato que explica la importancia de este país: en julio próximo asumirá la presidencia de la Unión Europea.

Anteayer, el presidente Néstor Kirchner se encargó de despejar las dudas respecto de la conveniencia de la visita de la ministra a estas tierras y que desde hace días circulaban entre Buenos Aires y Helsinki. Durante un acto en la Casa de Gobierno recriminó públicamente la falta de colaboración de Finlandia para encontrar una solución a la controversia con Uruguay por la instalación de dos plantas de pasta de celulosa en Fray Bentos.

Botnia, una de las dos empresas, es de origen finlandés y, según la visión local, "la principal responsable del fracaso de la cumbre presidencial entre Kirchner y Vázquez" en Anchorena.

Los funcionarios argentinos consultados comentaron ayer a LA NACION que en Chile ambos mandatarios habían acordado dos condiciones para habilitar un encuentro futuro: que se levantaran los cortes de ruta en los puentes internacionales y que Botnia y ENCE (España) paralizaran las obras por 90 días.

"Nosotros cumplimos con nuestra parte y despejamos los caminos. Botnia no aceptó el pedido y por eso se frustró la cumbre. No hay que desviar el eje de la discusión: la vuelta a los cortes fue una reacción a ese incumplimiento", explicaron.

Las mismas fuentes se esmeraron ayer en demostrar que el Gobierno no cambió "un ápice" su postura: "Se trata de un conflicto ambiental que queremos resolver por la vía bilateral. Si eso no es posible, iremos a La Haya para denunciar las sucesivas violaciones al tratado internacional que regula el uso del río Uruguay, un recurso compartido. Es lo que prevé el estatuto", agregaron.

Argumentos oficiales

Por lo bajo, la decisión presidencial de involucrar en el conflicto a Finlandia y, en menor grado, a España, tuvo ayer justificativos oficiales.

"El Presidente no quiere pegarle a Tabaré, sabe que está encorsetado y que su posición interna no es nada sencilla. Por eso queremos dejar en claro que Finlandia tiene una cuota de responsabilidad significativa en todo esto. Más allá de que Botnia sea una empresa privada, el Estado finlandés es socio en emprendimientos relacionados con la producción de la pasta celulósica", argumentaron.

El canciller, Jorge Taiana, se sumó ayer al reclamo presidencial. "La expectativa nuestra era que haya un mayor involucramiento de Finlandia en contribuir a que Botnia tenga una actitud no tan negativa y que ayude a pacificar el conflicto. La ministra decidió no venir, supongo que eso significa que por ahora no ve cómo contribuir más efectivamente en la solución", dijo apenas se oficializó la cancelación del viaje de la funcionaria.

"La ministra de Comercio Exterior y Cooperación para el Desarrollo de Finlandia visita América latina; la parte de la Argentina se suspende", se tituló el comunicado que difundió ayer la embajada en Buenos Aires.

Desde el primer párrafo, Finlandia se encargó de dejar en claro que el de las papeleras es un tema que incumbe, de modo exclusivo, a la Argentina y a Uruguay. "Los objetivos positivos de la visita están en peligro al quedarse bajo la sombra del desacuerdo entre la Argentina y Uruguay sobre dos plantas de celulosa, una controversia en la cual el gobierno de Finlandia no es una de las partes. El gobierno de Finlandia está fuertemente comprometido a desarrollar las relaciones positivas con la Argentina y espera que sea posible realizar la visita en un momento más oportuno", dice el comunicado.

A excepción de la escala argentina, el programa original de la ministra sigue en pie. Lehtomäki visitará Uruguay, Chile y Perú.

Tras los lamentos iniciales por la suspensión de la visita, en el último párrafo del documento se desliza un dato de inocultable atractivo: Finlandia busca en este viaje desarrollar "las relaciones económicas, las exportaciones e inversiones y tratar temas de cooperación para el desarrollo".

Aunque la Argentina quedó afuera, la cancelación produjo alivio en la Casa Rosada.

Por Florencia Carbone
De la Redacción de LA NACION

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