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Fue detenido en Mar del Plata ex teniente del Ejército acusado en causa vinculada a Plan Cóndor

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MAR DEL PLATA, nov 14 (DyN) – El retirado teniente coronel Osvaldo Rodolfo Antinori fue detenido hoy en Mar del Plata por su presunta responsabilidad en el secuestro y desaparición del abogado paraguayo Fausto Augusto Carrillo, que investiga la Justicia Federal de Formosa.

Antinori, de 60 años, fue apresado en el Hotel Metropol, situado en Moreno 2470 de la ciudad balnearia, en un operativo realizado por efectivos de las delegaciones locales de Investigaciones y Delitos Complejos, y de la Jefatura Departamental.

Fuentes policiales indicaron que el ex militar «estaba de vacaciones en Mar del Plata», ciudad a la que habría viajado solo, y señalaron que «no opuso resistencia» al ser detenido.

Antinori era teniente de Infantería del Ejército Argentino y su detención fue ordenada por Juzgado Federal 1 de la provincia de Formosa.

En las próximas horas, el militar acusado será trasladado en calidad de detenido a Formosa.

Carrillo, de nacionalidad paraguaya, era abogado y tenía 32 años cuando fue secuestrado en la calle, en Formosa, el 16 de agosto de 1976.

En la causa que afronta Antinori ya fue detenido el ex jefe de Operaciones del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa, Jorge Rearte, que en la democracia fue jefe de la Casa Militar, durante el gobierno de Carlos Menem.

En el Regimiento formoseño funcionó, en la dictadura del período 1976-83, el mayor centro clandestino de detención de Formosa, conocido como «colonia San Antonio o La Escuelita».

El sobreviviente Pedro Velásquez Ibarra, querellante en la causa, estuvo alojado en ese lugar y sindicó a Rearte como «máximo responsable» de La Escuelita.

Se presume que Carrillo fue una de las víctimas del Plan Cóndor y que pasó por «La Escuelita» de Formosa para ser luego trasladado clandestinamente a Paraguay.

Otro sobreviviente del centro de detención, Ismael Rojas, declaró haber visto a Carillo en pésimas condiciones físicas «a causa de la tortura» y precisó, incluso, que le habían arrancado las uñas.

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