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Rel. Internacionales

Gripe porcina ¿una pandemia?

Enviado por Maximiliano Zwenger.

En el mundo, cada año mueren dos millones de personas víctimas de la malaria, que se podría prevenir con un mosquitero.  Y los noticieros no dicen nada de esto. 

En el mundo, cada año mueren dos millones de niños y niñas de diarrea, que se podría curar con un suero oral de 25 centavos.  Y los noticieros no dicen nada de esto. 

Sarampión, neumonía, enfermedades curables con vacunas baratas, provocan la muerte de diez millones de personas en el mundo cada año. Y los noticieros no informan nada…

Pero hace unos años, cuando apareció la famosa gripe aviar… los informativos mundiales se inundaron de noticias… chorros de tinta, señales de alarma… ¡Una epidemia, la más peligrosa de todas!…. ¡Una pandemia!

Sólo se hablaba de la terrorífica enfermedad de los pollos.. 

Y sin embargo, la gripe aviar sólo provocó la muerte de 250 personas en todo el mundo. 250 muertos durante 10 años, lo que da un promedio de 25 víctimas por año.

La gripe común mata medio millón de personas cada año en el mundo. 

Medio millón contra 25.

Un momento, un momento. Entonces, ¿por qué se armó tanto escándalo con la gripe de los pollos?

Porque atrás de esos pollos había un «gallo», un gallo de espuela grande.

La farmacéutica trasnacional Roche con su famoso Tamiflú vendió millones de dosis a los países asiáticos. 

Aunque el Tamiflú es de dudosa eficacia, el gobierno británico compró 14 millones de dosis para prevenir a su población. 

Con la gripe de los pollos, Roche y Relenza, las dos grandes empresas farmaceúticas que venden los antivirales, obtuvieron miles de millones de dólares de ganancias. 

-Antes con los pollos y ahora con los cerdos. 
-Sí, ahora comenzó la psicosis de la gripe porcina. Y todos los noticieros del mundo sólo hablan de esto… 

-Ya no se dice nada de la crisis económica ni de los torturados en Guantánamo…

-Sólo la gripe porcina, la gripe de los cerdos… 

-Y yo me pregunto: si atrás de los pollos había un «gallo»… ¿atrás de los cerditos… no habrá un «gran cerdo»?

Miremos lo que dice un ejecutivo de los laboratorios Roche…

ROCHE A nosotros nos preocupa mucho esta epidemia, tanto dolor… por eso, ponemos a la venta el milagroso Tamiflú. 

-¿Y a cuánto venden el «milagroso» Tamiflú?

-Bueno, veamos… 50 dólares la cajita. 

-¿50 dólares esa cajita de pastillas?

-Comprenda, señora, señor, que… los milagros se pagan caros. 

-Lo que comprendo es que esas empresas sacan buena tajada del dolor ajeno… 
La empresa norteamericana Gilead Sciences tiene patentado el Tamiflú. El principal accionista de esta empresa es nada menos que un personaje siniestro, Donald Rumsfeld, secretario de defensa de George Bush, artífice de la guerra contra Irak…
Los accionistas de las farmaceúticas Roche y Relenza están frotándose las manos, están felices por sus ventas nuevamente millonarias con e l dudoso Tamiflú. La verdadera pandemia es el lucro, las enormes ganancias de estos mercenarios de la salud. 

No negamos las necesarias medidas de precaución que están tomando los países. 

Pero si la gripe porcina es una pandemia tan terrible como anuncian los medios de comunicación,  Si a la Organización Mundial de la Salud le preocupa tanto esta enfermedad, ¿por qué no la declara como un problema de salud pública mundial y autoriza la fabricación de medicamentos genéricos para combatirla? Prescindir de las patentes de Roche y Relenza y distribuir medicamentos genéricos gratuitos a todos los países, especialmente los pobres.

Esa sería la mejor solución.

Alerta: Virus Global

Por Guillermo Pacagnini Sec. de Prensa de la Federación Sindical Nacional de Profesionales de la Salud

La “gripe porcina” irrumpió en la escena mundial, generando un caos a tono con estos tiempos de crisis global. Detrás de la cortina sanitario-mediática, enfermedad, muertes y pobreza, desnudando una vez más la mano negra del capitalismo en decadencia.

La alarma internacional
provocada por el virus
gripal sacudió desde las esferas científicas hasta los centros de poder. Primero culparon al chancho. Pero “los que le dan de comer”, grandes empresarios de la rama pecuaria, trinaron por el desplome en sus negocios y forzaron a cambiar el rótulo por el de Influenza A.
Entre la incertidumbre y los temores, fue creciendo un torrente de interpretaciones y debates con más interrogantes que certezas. La OMS haciendo subir el “pandemiómetro” y emitiendo recomendaciones, aún hoy poco claras. También llovieron denuncias culpando a la depredación ambiental, a la cría porcina en manos de insaciables grupos económicos y hasta hubo cultores de teorías conspirativas de terrorismo biológico o excusa de los laboratorios para vender más medicamentos. De todo ello, hay un poco. Pero en esencia, es una nueva expresión de la decadencia del capitalismo, en crisis…. y encima engripado.

Depredación, pobreza y rapiña: la verdadera pandemia

Sin lugar a dudas, las mutaciones virales y su difusión enfermando y matando, son un aspecto más del manejo irresponsable y criminal por parte del capitalismo, sus gobiernos y voceros, de la naturaleza, la tecnología y la condición humana. Y de haber transformado a la salud en una rama de producción como otras, ordenada por la ganancia de los mismos de siempre, en este caso el denominado “Complejo Médico-industrial”, un verdadero trust que lucra con la enfermedad. Capitalismo que, más con la fenomenal crisis en curso, sólo puede ofrecer nuevas epidemias y recrudecimiento de enfermedades de la pobreza que se pensaban erradicadas.
Según The Lancet, en México, epicentro de la pandemia de 21 países, creyeron inicialmente que se trataba de casos de gripe común estacional y recién identificaron el nuevo virus cuando se detectaron casos en EEUU casi un mes después. Desnudando que admiten como “normal” que se muera gente de gripe. Mucho más que los 1200 enfermos y 26 muertos (hasta ahora) de la variante A. Porque no se dice que de la gripe común, cuyo virus muta permanentemente y obliga a recrear vacunas cada año, mueren por día cerca de 1300 personas en el mundo. Porque no se la quiere relacionar con la miseria capitalista y la crisis de los sistemas sanitarios, respecto de lo cual, el virólogo Pablo Goldschmidt, expresó que «el 94% de las canillas mexicanas vierten agua contaminada” y que “ahora está muriendo solamente la gente joven, no vacunada (…) mata a la gente pobre porque no van al hospital o no tienen acceso a los remedios».
Si destapamos la olla, podremos recordar la gripe aviar, el ántrax, pero también la tuberculosis y las nuevas viejas plagas que se enseñorean otra vez entre los pueblos. Patético indicador de la crisis del sistema.

La receta en manos del verdugo

Cuando los mismos que fomentan las enfermedades, los gobiernos capitalistas, son los ejecutores de las pretendidas soluciones, sólo cabría esperar (como en la edad media) que la selección natural o los cambios de estación climática, hagan mermar las plagas. Por más acertadas que puedan parecer las recomendaciones de la OMS, al pasar por el tamiz de los dueños del mundo y sus gobiernos serviles, siempre terminan transformadas en más plata para los laboratorios y empresas multinacionales y menos salud para los pueblos. Encima, con ribetes de ridiculez y caos, al darse ahora en el marco de la crisis global. Como la postal del pueblo mexicano que, luego de paralizar completamente su vida social, ahora se lo “autoriza a vivir” con el contacto físico cuasiprohibido, detrás de barbijos y sin corbatas. Bien pueden ser un anticipo del mundo que nos espera si no derrotamos y cambiamos este modelo capitalista que empuja al retroceso y a la destrucción a la humanidad. Las premisas de la OMS, más allá de elementales medidas de prevención que, por supuesto, no se cumplen para los pobres porque demandan un “excesivo gasto en salud en tiempos de economía de guerra”, no incluyen la expropiación del emporio de la medicina privada, la creación de sistemas de salud únicos, nacionales, universales, gratuitos y financiados enteramente por los estados y la reconversión del medicamento en un bien social y no una mercancía.
Después de todo, el propio New York Times, reconoce que “La gripe porcina no es sólo una emergencia sanitaria. Es una prueba de cómo vamos a organizarnos en el siglo XXI”. Lo que no explicita, claro está, es que también es una prueba de que el capitalismo no va más.

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Gripe aviar, gripe porcina, gripe…

Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
http://cualeslanoticia.com/prensa/

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