Por Gustavo Giménez para Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.
Se está librando una batalla muy importante por el control de la ciudad norteña de Aleppo, la más poblada y de una ubicación estratégica, a solo 50 km de la frontera con Turquía. Pese a que el régimen esta descargando una fuerte contraofensiva para recuperar los barrios en poder de el ELS (Ejército de Liberación de Siria), y todo parece indicar que lejos de avanzar, las tropas del dictador no pueden quebrar las posiciones del ejército rebelde, que controla importantes zonas de la ciudad, comisarías, edificios públicos y afirma estar consolidándose en el corredor estratégico que controla la comunicación con Turquía de donde estarían recibiendo importantes refuerzos. También se habla de la reapertura de combates en Homs, la capital Damasco y otras ciudades.
Serias derrotas para el régimen de Al Assad.
Luego de haber masacrado a cerca de 20.000 opositores. Llegando a bombardear barrios residenciales con aviones de combate, blindados y helicópteros artillados. Cuando los medios informativos han mostrado la utilización de destacamentos especiales para asesinar de a cientos, a niños y familias inocentes, por el solo delito de vivir en zonas donde ha combatido la guerrilla rebelde. Existen claros signos de desgaste que muestran que el final del régimen genocida y el triunfo de la “primavera árabe” del pueblo sirio, se aproximan.
Por un lado la “misión humanitaria” de la ONU que pretendía llegar algún tipo de negociación de cese del fuego entre el ejército sirio y los rebeldes es un fracaso completo. Esta misión no tenía nada de humanitaria sino que pretendía ganar tiempo para explorar alguna salida negociada con el régimen asesino y la oposición burguesa y evitar que la revolución triunfe. El apoyo incondicional de países como Rusia o China al régimen de Assad parece estar debilitándose como lo abría informado el embajador ruso en Paris (aunque luego lo desmintió).
Pero estos hechos en las alturas no son más que el reflejo de una guerra civil abierta donde el régimen empieza a sufrir duros reveses. Por un lado el ataque rebelde que terminó con la vida del Ministro de Defensa y decapitó la cúpula de seguridad del régimen, no pudo realizarse sin una colaboración “interna”. Al ataque siguió la renuncia de 22 generales, que integran una lista cada vez más grande de importantes oficiales que han desertado, se han exiliado o han integrado el comando del ejército rebelde.
Pero quizás el dato más esclarecedor sobre la situación del régimen es su pérdida creciente de base social y la enorme simpatía que tiene la resistencia. Esto no puede ser de otra manera en un país, donde se calcula que existen 200.000 habitantes que huyen de las ciudades para evitar caer tras el cañoneo indiscriminado del ejército. También se habla de cientos de miles de sirios que se han refugiado en países vecinos y de una virtual paralización de la economía en escenarios de guerra que abarcan a la Capital y las ciudades más importantes, con la gente perdiendo sus trabajos y vendiendo mercadería en la puerta de sus casas para poder sobrevivir en muchos casos.
Todo esto ha puesto en figurillas a un sector de propagandistas de “izquierda” que pretenden defender a Al Assad como un gobierno antimperialista enemigo de Israel, acosado por algunos terroristas financiados por el imperialismo. Nada más alejado a la realidad. Lo que hay en Siria es una revolución democrática que, como todas las que se han dado en la primavera árabe, cuestionan los privilegios de dinastías que han terminado pactando con los países imperialistas, con los cuales alguna vez tuvieron serios enfrentamientos. En cuyos países contrasta la miseria de grandes sectores del pueblo con el lujo y la corrupción de gobernantes y clases dirigentes.
El imperialismo busca un recambio burgués a través del CNS.
Tanto la Liga Árabe, como el gobierno francés está alentando a Abdel Basset Sida del CNS (una organización en el exilio que agrupa a la oposición burguesa al régimen) a formar un gobierno de transición, que reemplace al régimen en caso de que se produzca una rápida caída. Que según sus recientes declaraciones podría incluir “algunos elementos del actual régimen que no tengan las manos manchadas de sangre y que no estén involucrados en grandes casos de corrupción”.
La respuesta no se hizo esperar: “La rama interior del Ejército de Liberación de Siria (ELS) …” “Rechaza de plano cualquier “Gobierno formado no se sabe dónde y carente de legitimidad nacional y revolucionaria mientras no cuente con el apoyo del mando del ELS”. (El País de España 30/07/2012).
Dicen que la conquista de Aleppo tendrá la importancia que tuvo Bengasi para la revolución Libia. Desde la Argentina no podemos sino emocionarnos, alentar con todas nuestras fuerzas a los combatientes de la revolución y defender su derecho a construir una nueva Siria, sin Dictadura y sin ningún tipo de intervención imperialista.
¡Viva la lucha del pueblo sirio!
¡Fuera el régimen asesino de Al Assad!
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Una respuesta a «Guerra civil en Siria: Los rebeldes jaquean a Al Assad»
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