El crimen ocurrió el lunes alrededor de las once de la mañana en Quilmes Oeste, según confirmaron ayer a este diario fuentes policiales.

Las mismas fuentes aseguraron que Villanueva no era policía ni pertenecía a ninguna fuerza de seguridad, ni tenía armas encima en el momento en que lo asesinaron.

La víctima trabajaba en un supermercado mayorista de la Capital Federal, hacia donde estaba viajando ayer por las mañana en el interno 203 de la línea 148. En el momento en que los ladrones le dispararon, en el colectivo había otros 21 pasajeros, dos de ellos menores.

Cuando comenzó el asalto los dos ladrones llevaban varios minutos viajando en el colectivo, de acuerdo a lo que explicaron fuentes policiales. Sin embargo, aparentemente ni el chofer ni los pasajeros que declararon pudieron precisar en qué parada habían subido.

El colectivo, que había salido de la terminal de la empresa "El Halcón" de Florencio Varela, ya estaba circulando por avenida La Plata cuando los ladrones se levantaron de sus asientos y, bajo amenazas, les exigieron a los pasajeros que les entregaran el dinero y los bolsos y carteras que llevaban.

"Empezaron por la parte de adelante del colectivo, que mientras tanto seguía andando; por las denuncias sabemos que pudieron robar muy poca plata y alguna ropa que un hombre tenía en un bolso; los pasajeros que viajaban en ese momento eran todos gente de trabajo que iban con la plata justa", explicaron las fuentes.

Villanueva estaba sentado en el último asiento individual del colectivo, frente a la puerta trasera, y de acuerdo a lo que dijeron los pasajeros que estaban cerca de él, iba durmiendo.

Pero cuando los ladrones llegaron a la parte trasera del colectivo, según confirmaron dos testigos (uno viajaba en el asiento trasero y otro delante de la víctima), uno de ellos le gritó al otro: "¡Tirale que es cana!". El cómplice apoyó la pistola que tenía en el pecho de la víctima y le disparó.

Los ladrones —por las declaraciones de los testigos, los investigadores creen que ambos eran mayores de edad— obligaron entonces al chofer a parar, se bajaron y se escaparon internándose en "Los Eucaliptos", una villa de emergencia cercana.

El chofer enseguida fue hasta un cuartel de bomberos que queda a menos de 300 metros para que atendieran a la víctima. Villanueva allí fue rápidamente subido a una ambulancia y llevado de inmediato al Hospital de Quilmes, pero cuando ingresó a la guardia ya había muerto.

Hasta anoche no había ningún detenido por el caso. La investigación quedó a cargo de la Unidad Funcional de Investigación Nº3 y de la Comisaría 3ª de la Policía Distrital de Quilmes. En la seccional destacaron "la actitud de los pasajeros, que a pesar de la delicada situación por la que acababan de pasar se quedaron a declarar para colaborar con la investigación".