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POLÍTICA

Kirchner pidió parar las papeleras

La Nación
Discurso clave: el Presidente inauguró el período de sesiones ordinarias con un mensaje a su par uruguayo

Dijo que se necesitan 90 días para que, durante ese lapso, una comisión técnica externa evalúe los efectos medioambientales
 
 
 El presidente Néstor Kirchner eligió el simbólico discurso de apertura del 124° período de sesiones ordinarias del Congreso para pedirle públicamente a su par uruguayo, Tabaré Vázquez, que ordene la suspensión por 90 días de la construcción de las plantas elaboradoras de pasta celulósica de Fray Bentos, que mantienen en tensión las relaciones diplomáticas entre ambos países. En forma casi inmediata, la solicitud fue rechazada por Montevideo (de lo que se informa por separado).

Fue el pasaje más impactante de un discurso de más de dos horas -uno de los más largos que se recuerden desde 1983-, en el que realizó un minucioso balance de sus casi tres años de gestión con un fuerte énfasis en la mejoría registrada en los indicadores económicos y sociales. No obstante, admitió: "Todavía no hemos salido del infierno".

La tradicional alocución ante la Asamblea Legislativa -cuerpo que reúne a los miembros de sendas cámaras parlamentarias- tuvo, además, un inédito homenaje "a las 30.000 desapariciones" de la dictadura militar, una dura advertencia a las empresas concesionarias de servicios públicos y críticas a las fuerzas de oposición y a las "corporaciones" por su rechazo a la ley del Consejo de la Magistratura (ver aparte).

La de ayer fue la cuarta vez que el Presidente se dirigió al Congreso reunido en asamblea, después de sus discursos de asunción del mando -el 25 de mayo de 2003- y de las aperturas de sesiones ordinarias de 2004 y 2005.

Tal como había anticipado LA NACION, Kirchner aprovechó la ceremonia para referirse al conflicto con Uruguay. Lo que nadie esperaba era que esa mención se convirtiera en una nueva movida política de su administración, luego de que, la semana pasada, el Congreso respaldó una eventual presentación ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

"Invito a mi amigo el presidente Vázquez a suspender las obras por un período de 90 días a los efectos de que durante ese plazo recibamos una opinión autorizada e independiente que nos establezca con claridad los criterios y exigencias que se deben adoptar para asegurar que la calidad de vida de argentinos y uruguayos vecinos del río Uruguay no se vea afectada", propuso.

Para ponerle énfasis a su solicitud, Kirchner se apartó del discurso que había llevado preparado. "Son 90 días, sólo 90 días para que los mejores ambientalistas del mundo ayuden a solucionar el problema", improvisó.

También fuera de libreto y siempre en alusión a Vázquez, agregó: "No nos dejemos impulsar por nacionalismos vacíos de contenido. Se lo ruego, se lo pido con la mayor de las humildades".

Esta pacífica invitación complementó, en realidad, una primera mención al conflicto en la que Kirchner acusó a Uruguay de haber suscitado la controversia porque había autorizado "unilateralmente la construcción de las plantas, incumpliendo el Estatuto del Río Uruguay".

"En contradicción con preceptos básicos del derecho internacional que protegen el medio ambiente, Uruguay ignoró los reiterados requerimientos de información y los reiterados pedidos para que suspenda la construcción", puntualizó.

El de las papeleras fue uno de los pocos tópicos del discurso en los que el aplauso sonó genuino y brotó desde todas las bancadas. No ocurrió así en el inicio de la exposición, donde sólo el oficialismo respaldó al Presidente cuando éste dijo que "el rumbo ha sido el correcto" y volvió a cargar contra las "inadecuadas y, en ocasiones, irresponsables políticas económicas del pasado".

"Vamos escalando peldaño a peldaño lo que ha sido y todavía es el calvario de la Argentina. Todavía no hemos salido del infierno", dijo.

Como se esperaba, Kirchner destacó: "[2005] será recordado como el año que logramos estructurar una solución estratégica al problema de la deuda externa" mediante el "inédito ahorro de 67.000 millones de dólares" del canje de bonos en cesación de pagos y "la histórica decisión" de cancelar el pasivo con el FMI que, reiteró, "eliminó uno de los factores de condicionalidad que atenazaban la posibilidad de desplegar una política económica autónoma".

Además, destacó que la economía "lleva 37 meses consecutivos de crecimiento ininterrumpido", que el PBI se recuperó en un 36% desde la crisis de 2001 y que la actividad económica registró un alza del 9,1% , "una de las tasas más elevadas del mundo", dijo.

En materia social, recordó que el desempleo se ubica "levemente por encima del 10%" y que se habían creado 2,8 millones de empleos genuinos. Además, defendió su política de planes sociales: "No es nuestra vocación el reparto de bolsones de alimentos, aunque a veces resulte forzoso hacerlo".

En lo que fue su pasaje más tedioso, el mensaje presidencial discurrió en una minuciosa acumulación de cifras que llegó al extremo de citar la cantidad de audífonos entregados por el PAMI.

Al final, Kirchner volvió a salirse del libreto para recordar el 30° aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que calificó como "el más horroroso de la historia institucional, que consolidó 30 mil desapariciones sólo por pensar diferente".

Por Gustavo Ybarra
De la Redacción de LA NACION

Textuales

"Invito al presidente Tabaré Vázquez a encontrar una solución inmediata [al conflicto por las papeleras] que contemple el conjunto de los problemas ambientales involucrados. Con ese espíritu, invito también a mi amigo el presidente Vázquez a suspender las obras por un período de 90 días."

"La ley que reforma el Consejo de la Magistratura se hizo con ánimo de dotarlo de transparencia, eficiencia y agilidad. ¿O acaso alguien cree que el actual Consejo tiene esas cualidades?"

"Los poseedores de capital deben modificar su comportamiento. En el viejo modelo aumentaban sus márgenes de ganancia vía desocupación y salarios a la baja, generando empobrecimiento."

"No pretendemos que nadie se vea forzado a seguir si piensa que pierde plata. En esta renegociación [de contratos con las concesionarias], el pueblo argentino tiene en su gobierno al primer defensor de sus intereses. No nos temblará el pulso para tomar las decisiones que haya que tomar."

"No es nuestra vocación el reparto de bolsones de alimentos, pero a veces resulta forzoso hacerlo."

 

 

 

Discurso clave: dura reacción en Montevideo

 

Uruguay rechazó el pedido de Kirchner

 

El vicepresidente calificó de "impertinente" el reclamo de que se paralicen las obras en Fray Bentos

 

  • También la canciller interina ratificó la decisión de continuar la construcción
  • Fuentes del gobierno oriental señalaron que cayó mal el mensaje ante la Asamblea

 
 
 

MONTEVIDEO.- Mal, muy mal. Así cayó en el gobierno uruguayo el pedido público del presidente Néstor Kirchner sobre una suspensión de tres meses de las plantas de celulosa. "¿Noventa días, nada más que noventa días?", ironizaba un allegado al presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, luego de escuchar el reclamo que Kirchner hizo casi en tono de favor entre países amigos, como si lo que pidiera fuera poca cosa.

Reunido con todos sus ministros, antes de que el presidente argentino hablara en el Congreso, pero sobre la base del anticipo del pedido que había publicado el domingo LA NACION, Vázquez dijo que ni le pasa por la cabeza pedirles a las empresas que detengan las obras.

Ratificó que la decisión de la instalación de las plantas es un asunto de soberanía nacional, lo que no significa que no haya disposición a dar participación activa en los controles del impacto ambiental sobre el río común y la región. Pero nada más que eso.

Vázquez está muy molesto porque Kirchner no respondió a su carta del 13 de febrero, en la que le había pedido que como presidente argentino dispusiera la libre circulación en los puentes fronterizos y en la que le había reclamado que como presidente pro témpore del Mercosur convocara a una cumbre del bloque para discutir el tema. "Ni tuvo la delicadeza de responder", decían en el gobierno oriental.

Ayer se cumplió el primer año de un gobierno de izquierda en Uruguay y se inició un nuevo período parlamentario. Fue justamente en el Palacio Legislativo donde el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa respondió con dureza a Kirchner, luego de escuchar su discurso.

"Este pedido que hace el presidente, que recogemos con mucho respeto, es un pedido, para usar un término lo más técnico posible, impertinente", dijo en el Canal 12 local.

Luego del Consejo de Ministros con Vázquez, que se realizó en la vieja Casa de Gobierno de la plaza Independencia, la canciller interina, Belela Herrera, fue la encargada de dar la postura oficial del gobierno.

"De ninguna manera"

"Ministra, ¿cómo recibió la cancillería las declaraciones de Kirchner de suspender las obras de las plantas?", fue la primera pregunta de la ronda de prensa. Herrera dio una respuesta de rutina. "Lo ha tomado como lo ha tomado otras veces, porque esto no es nuevo; pero el gobierno uruguayo, el presidente Vázquez y la soberanía de nuestro país requieren que como esto es un tema que no es binacional, sino que es nacional, se mantenga la decisión de que las empresas, que ya están instaladas, sigan construyendo las obras."

Sobre su gestión ante el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, la funcionaria recordó que la Argentina no habilitó que ese organismo actuara en el diferendo.

Sobre una posible salida del conflicto, Herrera dijo que Uruguay espera que el caso sea analizado en el Tribunal de Controversias del Mercosur y dijo que ya se hizo el planteo formal ante la Argentina. Y agregó con firmeza: "Nosotros cedemos en cuanto a que siempre estamos dispuestos a la negociación, pero en lo que no vamos a ceder es en lo que se solicita, sobre que se paren las plantas".

Luego del anuncio de Kirchner en el Congreso, el Poder Ejecutivo no quiso dar otra respuesta y concentró la atención en el anuncio de la identificación de restos de desaparecidos, que fue un caso emblemático por tratarse del padre de quien ha liderado el movimiento de Familiares en Uruguay.

Pero en el Parlamento, el segundo de Tabaré Vázquez, Nin Novoa, apuntó contra Kirchner. "El gobierno uruguayo no puede decirle a una empresa que ha confiado en el país, que ha decidido venir a invertir, que pare la inversión; eso jamás". Y afirmó que por esa razón Vázquez no podía ser el destinatario de ese "casi ruego" de su par argentino.

"Estamos dispuestos a analizar este tema en un marco de elevado respeto y conciencia técnica", dijo el titular del Poder Legislativo.

Además, subrayó las condiciones de una eventual negociación: "Hay dos o tres cosas fundamentales. No se puede discutir sobre base de contaminación cero, porque no existe ninguna actividad humana así; no se puede discutir con la presencia de los piquetes en rutas de puentes binacionales".

Nin Novoa especificó que lo que Uruguay tiene para ofrecerle al gobierno argentino "es lo que se le ha ofrecido por diversas vías: la seguridad y la certeza de participar juntos en el monitoreo de las actividades de las dos industrias". Y nada más.

Por Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay

Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

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3 respuestas a «Kirchner pidió parar las papeleras»

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