Escándalo por una preceptora que mantuvo sexo en un aula.
En diálogo con LA NACION, Jorge Alejandro Pschunder, abogado patrocinante de la celadora -que fue identificada como Alejandra, de 26 años-, confirmó ayer que la joven «no está denunciada ni procesada. Ella renunció la semana pasada por iniciativa propia y ahora es la denunciante».
La preceptora radicó una denuncia ante la Fiscalía Nº 1 de esta ciudad por dos delitos: facilitación a la corrupción de menores, contemplada en el artículo 125 del Código Penal (por haber entregado fotos privadas a un tercero, menor de edad), y por lo expuesto en el artículo 156, que prevé multas e inhabilitación para el que «teniendo noticia, por razón de su estado, oficio, empleo, profesión o arte de un secreto cuya divulgación pueda causar daño, lo revelare sin justa causa».
Fuentes judiciales informaron que el presidente y la secretaria de la institución educativa también radicaron una denuncia para investigar cómo esas imágenes llegaron a los alumnos.
Estas fotos llegaron a manos de un joven de 14 años y luego comenzaron a difundirse por Internet. Fuera de este episodio puntual, el estudiante fue expulsado del colegio por problemas de conducta, según las autoridades de la escuela.
El adolescente le mostró las fotos a su madre y ésta, indignada por la expulsión, habría utilizado las imágenes para presionar a las autoridades del colegio y pedirles que reincorporaran a su hijo, de lo contrario, ella haría públicas las fotografías. Sin embargo, el chico fue expulsado.
Actualmente, los involucrados ya no son pareja, pero comparten la condición de denunciantes.
Gilda Santarsiero.