Según pudo saber LA NACION de fuentes con acceso al expediente, en su resolución Servini de Cubría estableció que el casino será reabierto cuando el conflicto entre la empresa y los empleados se "encause" en la órbita del Ministerio de Trabajo. Además, la justicia laboral suspendió anoche la función gremial de 16 delegados, informaron voceros sindicales.
Anteanoche, la magistrada había tomado otra decisión. Después de un amparo presentado por la empresa que maneja la casa de juegos, a pesar de la conciliación obligatoria firmada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, Servini de Cubría había prohibido el ingreso en el casino de 81 empleados que, según la compañía, fueron despedidos por protagonizar hechos de vandalismo.
"La primera medida de Servini de Cubría [la prohibición de ingreso para 81 empleados] es un escándalo jurídico", dijo a LA NACION el abogado de los trabajadores en conflicto, Edgardo Moyano.
Ayer, un grupo de diputados nacionales y porteños se reunió con la magistrada para pedirle que revocara su decisión. "Los trabajadores están dispuestos al diálogo; la empresa, no", sostuvo la legisladora porteña Liliana Parada (ARI), una de las que se reunieron con la jueza.
El diputado nacional Eduardo Macaluse sostuvo: "Servini de Cubría invade la competencia laboral y actúa en favor de una empresa que mueve millones de pesos. Se pone al borde del juicio político".
Daniel Amoroso, secretario general del sindicato de juegos de azar, acusó a un grupo de delegados gremiales de "mezclar la política con un conflicto y ahora nos encontramos con el lugar de trabajo clausurado". En tanto, Casino Puerto Madero no opinó sobre el cierre de la casa de juegos.