El joven se llama Sebastián y nació el 27 de marzo de 1978. En ese momento, sus padres, Gaspar Onofre Casado y Adriana Leonor Tasca, estaban secuestrados. El nombre que habían pensado para su hijo era el de José (o Josefina si era una nena); Casado y Tasca permanecen desaparecidos desde fines de 1977.

En una conferencia de prensa realizada ayer, la titular de Abuelas, Estela Barnes de Carlotto, relató que el joven confirmó que era hijo de desaparecidos el 9 de febrero pasado.

Algunos de sus familiares biológicos estuvieron ayer en la conferencia de prensa. Los abuelos de Sebastián, Angela Barili de Tasca y Giordano Bruno Tasca, oriundos de Mar del Plata; la tía, Josefina Casado; y el primo, Mario Frías, relataron la emoción que vivieron durante el encuentro y los primeros diálogos que mantuvieron con él. "Este es un triunfo de la verdad sobre la impunidad", resumió Carlotto.

De acuerdo con la investigación realizada por Abuelas, la madre de Sebastián estuvo cautiva en el centro de detención ilegal conocido como La Cacha; el padre, en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Ambos habían estudiado Derecho en la Universidad Nacional de La Plata y habían militado en Montoneros.

Apenas nació, Sebastián fue entregado por un oficial del Ejército a una familia conocida suya. Estos lo inscribieron como hijo propio con la ayuda de una médica de la Policía Bonaerense, implicada en otras apropiaciones.

Carlotto contó que, sin embargo, el chico tuvo dudas acerca de su identidad. Su apropiador falleció. Con el correr del tiempo, el chico mandó un e-mail a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo con su inquietud. Esto fue en enero del año pasado, luego de leer un artículo en el mensuario que distribuye la entidad y en el que casualmente aparecía mencionada su abuela verdadera.

Angela Barili de Tasca contó que su nieto le pidió enseguida conocerlos y se ofreció a viajar a Mar del Plata para concretar el encuentro. "Todavía no me dice abuela, pero hay que darle tiempo", agregó. Calificó el hallazgo de su nieto como "una resurrección y un milagro".

Barili de Tasca es una de las fundadoras de la filial que Abuelas tiene en Mar del Plata y es la primera en esa ciudad en recuperar un nieto.

Los primeros pasos de esta investigación fueron dados por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI). El 29 de septiembre de 2005 se abrió el legajo con el caso de Sebastián, una vez que él se se decidió a realizarse los análisis de sangre.

El jueves último, Sebastián recibió la noticia de que en un 99,9 por ciento pertenece al grupo familiar Casado-Tasca.

Consultada por Clarín, Carlotto desmintió una versión acerca de que en lo sucesivo la secretaría de Derechos Humanos de la Nación tendría un mayor manejo en las investigaciones que Abuelas realiza sobre nietos de desaparecidos. "Con la mecánica que implementamos hasta ahora estamos trabajando con éxito", respondió la titular de Abuelas.