El joven chileno Matías Catrileo Quezada, que falleció el jueves tras recibir un disparo durante un ataque incendiario a un fundo de Santa Margarita, fue despedido ayer en Temuco en un funeral al que acudieron más de 2.000 personas, según informó ‘El Mercurio Online’.
El féretro fue llevado por familiares del universitario desde la residencia estudiantil Plontuwe, hasta el cementerio Parque del Sendero de Temuco.
Una vez que el cuerpo fue ingresado en el cementerio, los guardias mapuches cerraron el recinto, prohibiendo el acceso a la prensa o personas ajenas al funeral.
Durante la hora que duró el funeral, los familiares, que llegaron desde distintos puntos el país, despidieron y rindieron homenaje al que calificaron como un ‘guerrero mapuche’.
Mónica Quezada, madre del joven, declaró que la ceremonia estuvo ‘cargada de amor y cariño hacia su hijo’, mientras que el padre prefirió no hacer declaraciones.
Según versiones policiales, en la madrugada del jueves un grupo de encapuchados atacó con fuego la hacienda Santa Margarita e intentó incendiar unos fardos de pasto, lo que motivó la acción de Carabineros (policía militarizada). La muerte del joven Matías Valentín Catrileo Quezada durante el enfrentamiento fue confirmada por la Coordinadora Arauco Malleco.
Su cuerpo fue entregado diez horas después de que se produjera el incidente por sus compañeros a un grupo de garantes, integrado por el obispo de la Araucanía, monseñor Sixto Parzinger; el Defensor Público Regional, José Martínez; el prefecto de Investigaciones Carlos Soto; la abogada del obispado y representantes de la Cruz Roja local.
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