Un coche bomba explotó en un mercado de Kerbala y dejó al menos cinco muertos y varios heridos. Además, 25 cadáveres fueron hallados en distintos puntos de Bagdad. Temen que el conflicto se extienda por todo el país.
A pesar de los intentos de los líderes religiosas para frenar la tensión y del toque de queda, la violencia no cede en Irak. Hoy, al menos cinco personas murieron y otras 25 resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, tras explotar un coche bomba en un mercado de la ciudad de Kerbala, donde la policía detuvo al presunto autor. Pero también hubo actos de violencia en Bagdad y Baquba.
En el primer hecho, según fuentes policiales, el vehículo cargado con explosivos y manejado por control remoto estalló esta mañana en un área del norte de Kerbala, 100 kilómetros al sur de Bagdad, y donde hay varios lugares sagrados para los musulmanes shiítas.
La explosión se produjo en un área situada a unos 5 kilómetros del santuario del imán Husein (nieto del profeta Mahoma e hijo del cuarto califa musulmán Alí), uno de los lugares más venerados por los shiítas.
El ataque forma parte de la ola de violencia que sacude Irak desde el atentado contra un santuario shiíta en Samarra (120 kilómetros al norte de Bagdad). Desde entonces, más de 200 personas fueron asesinadas y decenas de mezquitas sunnitas fueron atacadas (Edición Impresa).
La ola de violencia también golpeó hoy en una huerta al sur de Baquba, donde doce agricultores fueron asesinados a balazos; y en Bagdad, cuando estalló una bomba y mató a dos miembros de las fuerzas de seguridad durante el funeral de la periodista iraquí del canal Al Arabiya.
En distintos barrios de la capital, la policía iraquí también encontró hoy 25 cadáveres, con señales de disparos. La mayoría pertenecen a las fuerzas de seguridad.
El gobierno iraquí impuso hoy, por segundo día consecutivo, un toque de queda de 20 horas en Bagdad y tres provincias cercanas.
