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POLÍTICA

Panorama político. ¿Existe el vendaval Cristina?

Por Mariano Rosa para Alternativa Socialista.

El gobierno K de Cristina Fernández despliega una ofensiva campaña mediática desde su propio monopolio oficialista. La debacle sin solución de continuidad de la oposición reaccionaria alimenta esa campaña y genera confusión en una franja del electorado. Con este artículo queremos terciar en los debates y ubicar las variables que entendemos fundamentales para comprender y explicar por qué más que nunca hace falta y hay espacio político para construir una fuerza emergente a la izquierda del espectro político argentino.
Pasadas las primeras elecciones provinciales, el kirchnerismo “vende” que más que nunca se fortalece y domina el escenario político del país. La comparsa oficialista en línea con esa orientación multiplica los argumentos: Cristina crece en las encuestas, no hay con qué darle, gana en primera vuelta en octubre, etc.…Explican además que esta dinámica es debida a la fortaleza del “proyecto” que recoge simpatías y adhesiones en todo el país. Los resultados en Catamarca, Chubut y Salta confirmarían esa tendencia. Sin embargo, se impone reafirmar algunas tesis distintas a ese análisis tendenciado:

• En Catamarca, primó el voto castigo al Frente Cívico y el kirchnerismo aliado con Saadi solamente pudo mostrar su verdadera cara a 24 hs. de terminados los comicios del 13 de marzo provocando un escándalo nacional.

• En Chubut, Cristina había obtenido en la elección presidencial cerca del 70 % de los votos hace menos de 4 años. La elección del 20 de marzo expresó a su fuerza dividida –recordemos que Das Neves fue parte del kirchnerismo original- y finalmente perdió su candidato puro y duro en esta elección provincial.

• En Salta, Urtubey provincializó la elección tanto que la separó del calendario nacional e insistió una y otra vez en que no se votaba en Salta un “delegado del poder central”. En resumen: no se plebiscitó a “Cristina” en la elección salteña como pretende 6, 7
y 8
Se vienen otras elecciones provinciales en los próximos meses, pero lo decisivo es el calendario de los distritos “vidriera” que marcan tendencia y definen el escenario nacional: Capital Federal –donde el kirchnerismo no es mayoría y en el último proceso electoral del 2009 miró a Proyecto Sur desde lejos-; en Santa Fe es el PS de Binner el que tiene planteado continuar gobernando esa provincia; y en Córdoba, todas las encuestas ubican a Luis Juez –aliado del Movimiento Proyecto Sur- encabezando las preferencias. Por tanto, hay que relativizar categóricamente la campaña K del “vendaval Cristina”.

Dime con quién andas

Por otra parte, la interpretación política profunda del momento por el que atraviesa el gobierno –en términos de “fortaleza o debilidad”- no puede excluir un dato crucial: el esquema de alianzas que teje el oficialismo con desesperación e inescrupulosidad para “colectar” votos: los Saadi en Catamarca, Menem en la Rioja, el reutemismo en Santa Fe, Moyano o los intendentes mafiosos del conurbano. Un proyecto con fortaleza propia inexpugnable, que intenta falsamente presentarse como “nacional y popular”, no haría acuerdos de todo tipo para sumar y sumar votos en la desesperada carrera por no ser derrotado electoralmente en octubre.

La oposición reaccionaria: cachivache total

Pero indudablemente, la mayor “fortaleza” del gobierno K en términos electorales es la profundizada crisis y fragmentación política de todo el arco opositor reaccionario: la UCR que preparó una interna para fortalecerse y terminó peor que nunca con Sanz y Cobos renunciados; el Peronismo Federal exime de comentarios con las candidaturas de Rodríguez Saá y Duhalde, son personajes que no entusiasman a nadie. El propio Macri sigue sin ser alternativa nacional por derecha y el desdibujamiento de Carrió la pone al borde de la desaparición política. Por eso la ubicación electoral del kirchnerismo tiene en la crisis completa de la oposición patronal una primera explicación y grafica la relatividad de la consistencia K que pretenden mostrar los medios oficialistas. Seguirán los intentos de la burguesía por empujar un armado común de toda la oposición de derecha, pero la positiva crisis que atraviesa esta franja del espectro político obedece a que la conciencia de millones en nuestro pueblo no vuelve a la década neoliberal de los 90 y busca y busca a la izquierda una salida superadora. De allí que la receptividad para las propuestas del Movimiento Proyecto Sur como formulación antiimperialista y emancipadora es enorme.

¿Frente progresista o “neo-Alianza”?

Hay un debate que recorre sectores que se reivindican del campo del progresismo político y que ven en Pino y el Movimiento Proyecto Sur un componente fundamental de cualquier armado con ese carácter, vale decir, progresista. Desde nuestra fuerza entendemos que hay que ordenar el debate en función de dos criterios: la sustancia del programa unitario alrededor del cual construir progresivamente y las tareas emancipatorias planteadas para nuestro pueblo. Nosotros partimos de un diagnóstico político: Argentina es un país dependiente, semicolonial, ocupado por las corporaciones multinacionales y con todos los resortes estratégicos de su economía y régimen institucional bajo directo control de esos factores de poder. En la consolidación de ese esquema de dependencia, el bipartidismo radical-peronista jugó el decisivo papel de ariete y gerenciador político del país “ocupado”. Por lo tanto entendemos el progresismo de cualquier propuesta política y su derivación en términos de alianzas, si abona o no en la perspectiva de romper la dependencia y emancipar nuestro pueblo de esa estructura económica. Por eso el límite de cualquier construcción política es el bipartidismo y en la coyuntura actual, con absoluta claridad, la UCR como fuerza política reaccionaria y conservadora. El Movimiento Proyecto Sur tiene que abrir su marco de acuerdos a fuerzas políticas que comulguen con esta perspectiva. El GEN y el PS insisten en una orientación política de acuerdos con la UCR y, por esa vía, se encaminan a repetir una versión desdibujada de la Alianza de De la Rúa y Chacho Álvarez.

Más que nunca vamos con el Movimiento Proyecto Sur


El espacio político vacante en la realidad política del país es a la izquierda por el carácter programático de las medidas que hacen falta y la perspectiva antiimperialista que se impone como estrategia a tono con el curso continental y mundial del proceso político. La conciencia de millones superó la trampa del bipartidismo y para consolidar ese curso positivo hay que materializar una construcción independiente del PJ y la UCR. El Movimiento Proyecto Sur con las 5 causas emancipatorias como identidad política, con Pino como referencia pública y los miles y miles de simpatizantes que giran alrededor de esta fuerza emergente tiene la inmensa oportunidad –y proporcional responsabilidad- de resolver la tarea pendiente que dejó el argentinazo del 2001: poner en pie un movimiento político que ponga a nuestro país en la senda de cambios que atraviesan la realidad del mundo.

Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
http://cualeslanoticia.com/prensa/

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