Matan a otro jubilado durante un asalto y ya son 31 este año
En Villa Madero, dos ladrones entraron a la casa de una pareja de ancianos luego de que una mujer les hiciera un "cuento del tío". La Justicia cree que fue una banda que se dedica a este tipo de robos.
Liliana Caruso.
lcaruso@clarin.com
El abuelo acababa de tomar un té con su esposa cuando alguien llamó a la puerta. La mujer fue a ver quién era. Se trataba de una joven a quién no conocía, pero igual le abrió porque, aparentemente, le dijo que venía de parte de un familiar. Lo que nunca imaginó la anciana es que esa era la sentencia de muerte para su marido: una vez adentro, la mujer hizo pasar a dos cómplices que golpearon al dueño de casa brutalmente. Fuentes judiciales dijeron a Clarín que todavía no está claro si el jubilado murió directamente por los golpes o por un infarto producto de la situación violenta.
La víctima fue identificada como Angel Lancilotti, un italiano de 89 años, que vivía en el partido de La Matanza. Con él ya son al menos 31 los ancianos asesinados en lo que va de éste año. Mientras que más de una docena quedaron heridos e internados por las palizas que le dieron los ladrones.
Las cifras coinciden con un relevamiento que hizo la Red Solidaria, que dirige Juan Carr, de los casos conocidos en 2005: cada diez días matan a un anciano en un asalto. Por eso Red Solidaria hará una marcha en reclamo de Justicia.
El crimen de Lancilotti ocurrió en Villa Madero el viernes a la tarde, pero trascendió ayer. El hombre estaba en su casa de Caaguazú al 300 con su esposa, Catalina Nicodemo, de 82 años. Ambos eran italianos y reconocidos calabreses que vivían en la zona desde hace varias décadas.
Los ladrones usaron un "cuento del tío" para engañar a Catalina cuando fue hasta la puerta de su casa. Un vocero judicial confió a Clarín que la anciana todavía no pudo contar todo lo que pasó en la Fiscalía porque está shockeada. Sin embargo, relató que la ladrona mencionó alguien que le resultó familiar y le dijo que tenía algo que entregarle de parte de esa persona.
Una vez adentro, la mujer empujó a los ancianos y le abrió la puerta a sus dos cómplices. Un cuarto ladrón habría hecho "de campana" , dentro de un auto. Entre los tres, redujeron al matrimonio a los golpes. Sobre todo se ensañaron con Angel, a la vez que le exigían que les entregara todo el dinero que tenía. "La mujer tuvo un gran shock y no recibió la paliza que le dieron a él. Al hombre le pegaron con las manos abiertas infinidad de veces. Estaba muy lastimado", dijo una fuente judicial a Clarín.
Los ladrones empezaron a revisar todas las habitaciones y a juntar algunas cosas de valor y dinero. Pero, por lo que se sabía hasta ayer, los delincuentes no se llevaron mucho más que la jubilación de los abuelos, que no era demasiado dinero. En un primer momento, les exigían que les entregaran "los dólares" de un supuesta jubilación italiana, pensando que el matrimonio recibía una pensión extra de su país natal.
Cuando vieron que los ancianos aparentemente no tenían nada más, los ladrones escaparon en un auto que los esperaba a pocos metros de la casa.
La esposa del abuelo salió enseguida a los gritos para pedir ayuda a los vecinos. Cuando llegó la Policía, el hombre ya estaba muerto. Los resultados de la autopsia determinarán si murió por los golpes o por un paro cardiorespiratorio provocado por la paliza y la situación de violencia. De todas maneras, la figura penal que le cabe a los autores es "homicidio en ocasión de robo".
Según los investigadores, los ladrones que robaron a los ancianos de Villa Madero integrarían una banda que ya cometió otros asaltos y asesinatos de abuelos en la zona oeste del conurbano. Actuarían en el Gran Buenos Aires (incluso alquilando casas) aunque tendrían domicilio permanente en Capital Federal. "Creemos que esa banda asaltó además a otros viejitos de Morón y San Justo. Sobre todo buscan a aquellos que son extranjeros, porque creen que todos reciben una jubilación de Europa", contó una fuente.
El 27 de octubre pasado, al menos dos delincuentes asaltaron a una anciana en San Justo. A ella también le habían hecho el "cuento del tío": la llamaron por teléfono haciéndose pasar por empleados de un Banco y le dijeron que tenían que cambiarle los billetes de su cuenta por una nueva moneda. Con esa excusa, se presentaron en su casa y le robaron 14.000 dólares.
La misma banda, integrada en sus golpes por tres hombres y una mujer, también sería la que, el mes pasado, asaltó y golpeó a varios jubilados de Morón, justamente en el límite con La Matanza.