El Gobierno, la Gendarmería, la Justicia, los Partidos Políticos y su manipulación y utilización política del caso, como así también los jóvenes dirigentes de la autodenominada RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), deberán explicar responsabilidades. #Justicia #CasoMaldonado
Desaparición de Santiago Maldonado
Crónica de la invención de un desaparecido / #JusticiaPorSantiago / #justiciaporSantiagoMaldonado
Por Marcos Novaro, licenciado en Sociología y doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
¿Qué fue lo que llevó a los mapuches de RAM a mentir sobre la suerte de Santiago Maldonado y lo que había sucedido en el río Chubut el primero de agosto de este año? Ante todo seguramente su afán por victimizarse, presentar a la Gendarmería como una salvaje fuerza de ocupación que despreciaba todos sus derechos, reales o imaginarios. Algo que venía como anillo al dedo ahora que se los señalaba desde el Estado y la escena pública como un grupo violento, inclinado cada vez más sistemáticamente al terrorismo. Y también una buena dosis de indiferencia hacia ese joven huinca y su familia: finalmente no era tan «cumpa» como le habían hecho creer, se lo podía usar y desechar. El sufrimiento extra que la mentira pudiera acarrear no pareció disuadirlos.
¿Qué fue lo que llevó a los dirigentes de derechos humanos que tomaron el caso en sus manos a abrazar con fervor la tesis de la desaparición forzada y descartar de plano cualquier otra posibilidad? Ante todo, sus propias necesidades políticas. Se acercaban las elecciones y su proyecto partidario, el que creían y siguen creyendo imprescindible para seguir existiendo como actores relevantes de la vida nacional, estaba por enfrentar un desafío mortal en la figura de Cristina Kirchner candidata. Había que probar que lo que ella y sus seguidores venían diciendo, que Macri es la continuación de la dictadura por (apenas) otros medios, era cierto. Y Maldonado cayó también como anillo para esos dedos. Ver más