El hecho se produjo en las cercanías del barrio de Congreso a la medianoche cuando Ramiro González, de 28 años, volvía a su casa luego de una reunión de la agrupación Hijos (un grupo disidente de H.I.J.O.S. por la Identidad y la Justicia). En ese momento un hombre se bajó de un automóvil Volkswagen Polo rojo y le apuntó con un arma.
"Al principio, creí que era un robo y le di mi celular", contó González, que es hijo de desaparecidos. Luego vio que había otras tres personas y se dio cuenta de que no se trataba de un robo, ya que lo obligaron a subir al auto. Allí, le mostraron las fotos de una decena de jóvenes (dos de ellos de su agrupación) y le pidieron que los identificara, pero dijo no conocer a nadie.
"Esto no es un juego. Dejate de joder porque los vamos a matar a vos y a todos tus compañeros", le advirtió uno de los cuatro hombres, mientras otro le pegaba, según relató González.
Durante dos horas el auto circuló por distintas calles. Finalmente, lo bajaron en Liniers y le dijeron que corriera.
Según relató a LA NACION un compañero de militancia de González, este hecho es uno más -el más grave- de una cadena de amenazas que recibieron en el último mes los integrantes de esta agrupación.
"Nos están amenazando desde el mismo día que comenzó el juicio a Etchecolatz", declaró el dirigente de Hijos Enrique Rojas. "Las primeras amenazas fueron por teléfono, desde la cárcel de Marcos Paz. Nos llamaban y preguntaban por nuestros padres desaparecidos. «A vos te va a pasar lo mismo», nos decían." La mayoría de los represores alojados en cárceles comunes están en Marcos Paz.
"También recibimos amenazas más directas. Del tipo «te vamos a matar»", relató Rojas. Anoche la agrupación Hijos preparaba una denuncia judicial para presentar hoy en Tribunales.
Marcha
- (DyN).- Una manifestación colmada de militantes de derechos humanos y piqueteros marchó anoche hasta la Plaza de Mayo para exigirle al Gobierno "la aparición con vida ya" de Jorge Julio López, el sobreviviente de la dictadura de 77 años y testigo del juicio al represor Miguel Etchecolatz que desapareció hace exactamente un mes. Desde entonces, su paradero es un misterio
