La cúpula de la UIA estuvo ayer en la capital mediterránea para asistir a la asunción del nuevo presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Oscar Guardianelli, de la que también participó el gobernador José Manuel de la Sota. El dirigente fabril tiene 52 años y es director ejecutivo del grupo Arcor.
Méndez insistió en que proyectos en danza "preocupan" porque "afectan la posibilidad de poder crecer". Apuntó que para lograr el crecimiento es imprescindible que se favorezca la inversión, puesto que si no la hay no se dará ese deseado ascenso de la actividad económica. "Este es un punto clave", sentenció. Tanta es la importancia que le asignan a la cuestión laboral que los controles de precios y el estilo duro del secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno, se convierten en "una cosa menor", según la opinión vertida ayer por Méndez.
El gobernador y la ministra de la Producción, Adriana Nazario, mantienen un áspero enfrentamiento con el presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, Sergio Recchia. Se han cruzado acusaciones y términos desusados en el trato entre empresas y gobierno.
Marcando una clara diferenciación, Guardianelli dijo que la tarea de Nazario se está desenvolviendo de manera silenciosa, pero en forma "muy persistente".