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Siguen atacando a los viejos

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Clarín.com  14/11/05

La ola de violencia contra ancianos no para. Hoy se conoció la historia de dos hermanas de 56 y 67 años que fueron asaltadas en el porteño barrio de Villa Crespo por una banda de cinco delincuentes que quemó a ambas con cigarrillos y amenazó con aplicarle corriente eléctrica a una de ellas si no revelaba dónde tenía dinero.

Los asaltantes quemaron a las mujeres en el rostro, las golpearon y a una de ellas le colocaron en la boca un trapo sucio.

El episodio, que fue dado a conocer hoy, ocurrió el viernes último, cerca de las 22, en dos viviendas contiguas situadas en General Manuel A. Rodríguez 2121 y Sunchales, donde viven las hermanas.

Cinco delincuentes armados treparon por una reja del frente de las viviendas y se dividieron en dos grupos para irrumpir simultáneamente en cada una de las casas.

Fue así que mientras dos ladrones entraron a la casa de Hilda, de 67 años, los otros tres ingresaron a la de su hermana Susana, de 56.

El esposo de Susana relató esta mañana que los delincuentes amenazaron a su mujer y a la hermana, a quienes les advirtieron que no intentaran llamar a la Policía.

Por su parte, Susana le contó a Radio Spika que los ladrones la sentaron en un sillón, le ataron las manos con una remera y, cuando le taparon la cara con los brazos, ella mordió a uno, que se enfureció y la golpeó con la culata del revólver.

La víctima añadió que los asaltantes le ataron los pies con la funda de una almohada y que con un trapo de piso con el que momentos antes había limpiado una cloaca le taparon la boca, tras lo cual le cubrieron la cabeza con otra tela.

"Me quemaron la cara con cigarrillos, me pegaron culatazos en la cabeza y en los brazos", dijo la mujer, quien recordó que primero la tuvieron en la cocina de la casa y luego la llevaron al living.

En tanto, a su hermana Hilda, que es mayor y tiene problemas para caminar, por lo que utiliza un bastón, los asaltantes "le enroscaron un cable en el cuello y la comenzaron a estrangular para que les diera dinero", detalló Susana.

No conformes con lo que la mujer les dio, los delincuentes también la quemaron con cigarrillos y "la mojaron, pelaron los cables de una almohadilla eléctrica y la amenazaron con electrocutarla o picanearla", detalló su hermana.

Finalmente, con el dinero y objetos que obtuvieron de las casas, los asaltantes escaparon. Para el esposo de Susana, los delincuentes hicieron un "trabajo de inteligencia" previo, ya que sabían que en la vivienda de Hilda había estado su nieta.

Según el hombre, los ladrones, de entre 18 y 24 años, actuaron a cara descubierta y no utilizaron guantes. Y detalló que la banda robó relojes suyos y alhajas y que, antes de huir, advirtió a las mujeres que iba a regresar para matar a la menor de las hermanas.

Carlos contó que su esposa fue atendida en un centro privado, ya que quedó muy golpeada y se quedó con fuertes dolores en la cabeza, por los que deben hacerle una tomografía.

Según las fuentes, los ladrones permanecieron en la casa entre 45 minutos y una hora, por lo que dejaron huellas y rastros por todas partes, que fueron levantados por los peritos.

La investigación del hecho quedó a cargo de personal de la comisaría 29, con jurisdicción en la zona. Carlos dijo que ahora la casa está bajo custodia, y consideró que actualmente se está pasando por un "momento difícil", en el que "cualquier persona es atacada en la calle, en pleno centro, en cualquiera de los barrios".

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