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Rel. Internacionales

Sobre la cuestión vasca.

Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

Hace poco, la organización armada vasca ETA (1) anunció un alto el fuego definitivo. Reproducimos un texto del Nuevo Partido Anticapitalista – NPA de Francia sobre la cuestión vasca, cuyas definiciones en general compartimos. Nos lo hicieron llegar nuestros compañeros de La Commune, que integran el NPA.

Autodeterminación.

Como revolucionarios internacionalistas y anticapitalistas, defendemos el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco, o sea el derecho democrático elemental de todo pueblo a elegir su destino, incluso a separarse -si lo desea- de los Estados español y francés en los que hoy está dividido.

Entendemos por pueblo vasco a todos los que viven y/o trabajan en el País Vasco, hablen o no vasco (euskera), y que se consideran vascos más allá de sus orígenes. Para nosotros esto significa que a toda la población de Euskadi -vasca y no vasca- le corresponde decidir qué solución prefiere: mantener el statu quo actual, autonomía amplia, independencia, asociación con España y Francia en un marco federativo… Hoy no tomamos posición sobre los diferentes términos posibles de esa elección, que puede adoptar formas y calendarios distintos al Norte y al Sur.

Estados Unidos Socialistas de Europa.

En esta lucha por el respeto al derecho de autodeterminación, que defendemos incondicionalmente, siempre priorizamos los intereses comunes de todos los trabajadores, la fraternidad y la solidaridad entre los oprimidos, cualquiera sea su lengua u origen. Luchamos por una nueva Europa, sin ninguna opresión ni explotación; por los Estados Unidos Socialistas de Europa, en cuyo seno todos los pueblos -y por supuesto el vasco- puedan desarrollar libremente su cultura y sus tradiciones, forjando una nueva civilización.

La opresión.

El pueblo vasco es un pueblo oprimido, pero esa opresión no es de naturaleza colonial2  sino esencialmente política (no reconocer su derecho a la autodeterminación) y por ende económica (Euskadi no es dueña de sus decisiones) y cultural (escaso espacio para el euskera y la cultura vasca, sobre todo en Francia). En el Sur, donde vive el 90% de la población vasca, está agravada por décadas de franquismo, ejecuciones, cárcel y represión que siguen hasta hoy. Ninguno de los gobiernos de derecha o «izquierda» desde la muerte de Franco respetó el derecho a la autodeterminación y todos pretendieron saldar la cuestión vasca con represión. El gobierno de Zapatero sigue esa vía y aplica poderes de excepción y tortura. Además, Euskadi sirve como laboratorio para la orden de detención europea, nuevo instrumento represivo puesto a disposición de los Estados europeos para amordazar a las oposiciones políticas que molestan, como la izquierda independentista vas-ca.3 No hay dos «pueblos vascos», sino uno solo a ambos lados de la frontera. Pero el pasado y el contexto histórico hacen que la cuestión nacional no se plantee en los mismos términos políticos no sólo a uno y otro lado de los Pirineos sino también al Sur, donde hay fuertes diferencias entre Navarra y la Comunidad Autónoma de Euskadi.4

El movimiento nacionalista vasco.

El nacionalismo vasco (abertzalismo) nació a fines del siglo XIX. Empezó como una reacción de la burguesía vasca frente a un Estado español esclerosado, en manos de la nobleza y el clero, incapaz de cumplir su revolución burguesa. Fue también una reacción de la pequeño burguesía vasca urbana y rural -sobre todo del bajo clero- ante la «invasión» que para ella constituía la llegada a Vizcaya y Guipúzcoa de cientos de miles de trabajadores no vasco-parlantes venidos de España a trabajar en las minas, acerías, puertos, astilleros, etc. El Partido Nacionalista Vasco5  conservó largo tiempo los rasgos más reaccionarios del abertzalismo: clericalismo y racismo anties-pañol. Pero en las últimas décadas hu-bo una evolución notable. De conjunto, el movimiento nacionalista vasco se volvió mucho más laico y su ala radical, que apareció en los ‘60 con ETA, inclusive coqueteó el marxismo. Al Norte, o sea en Francia, hasta los años ’50 muchos políticos y miembros del clero vasco eran pro franquistas. Luego algunos se hicieron demócrata cristianos. Pero ahí también las cosas cambiaron por influencia de lo que pasaba en España: nacimiento de ETA, fin del franquismo, obtención del estatuto de Guernica.

Influencia del movimiento nacionalista.

Hoy el movimiento nacionalista está dividido, al sur y al norte, entre un ala abiertamente de derecha y conservadora (PNV) y otra que se considera más radical encarnada por Batasuna y otros grupos menores, y que en el Norte expresa también una parte de Abertzaleen Batasuna.

Batasuna tiende a constituir un polo soberanista. En el Sur, a través de la coalición indepen-dentista Bildu, formada por Eusko Alkartasuna (ruptura del PNV) y Alternatiba (ruptura de Izquierda Unida). Y en el Norte, a través de la coalición Euskal Herria Bai, formada por EA, AB y Batasuna.Al Sur, todo el nacionalismo saca un 60% de los votos. La izquierda radical, alrededor de Bildu, casi empata al PNV. En los sindicatos, los nacionalistas logran cerca del 60%. Pero no se puede igualar la agudeza de la cuestión nacional en el norte y el sur. Al Norte, el abertzalismo es muy minoritario: saca entre 10 y 15% de los votos y a nivel sindical no llegan al 10%. No obstante, a ambos lados su influencia cultural y política llega a buena parte de la juventud.El giro asumido por el espacio independentista radical -que resolvió desaprobar la lucha armada e intervenir sólo en la lucha política-, más la reciente decisión de ETA de un alto el fuego permanente, general y comprobable, deberían abrirnos perspectivas de construir más fácilmente puentes hacia ese espacio. Un ejemplo es el colectivo contra la orden de detención europea, del cual participamos.

Nuestra posición.

En Euskadi Norte estamos en contacto cotidiano con la militancia nacionalista y por eso debemos tener una postura clara hacia sus reivindicaciones. Entre las reivindicaciones políticas, sostenemos: apoyo al derecho a la autodeterminación, cese de toda forma de represión y persecuciones, derogación de la orden de detención europea, amnistía a los presos políticos en el marco de la resolución del conflicto y firme oposición al ostracismo de la izquierda francesa hacia las organizaciones nacionalistas.6

Conclusiones.

En general, en el País Vasco defendemos las mismas reivindicaciones que en el Estado francés, tomando como base nuestro programa de emergencia. Asimismo, impulsamos la autoorgani-zación en las luchas: asambleas, comités de huelga, coordinaciones. En febrero pasado, la lucha por las jubilaciones mostró las posibilidades concretas de trabajo en común. LAB y el colectivo Oldartu7  sostenían las mismas consignas que el NPA: retiro del proyecto y necesidad de preparar la huelga general. Hay que mantener ese primer marco unitario que mostró su eficacia, aun cuando no es fácil fuera de los períodos de lucha.

Como internacionalistas, somos contrarios a la ideología nacionalista que pretende que explotadores y explotados tienen los mismos intereses en un marco común, la nación, sea Francia, España o Euskadi. En eso nos oponemos al conjunto de las organizaciones nacionalistas vascas, incluida la más radical, Batasuna, que aunque se reivindica socialista privilegia la «construcción nacional» y las alianzas que eso implica y no se ubica en el terreno de la defensa de los intereses históricos de la clase obrera, sea vasca o no. Pero esa crítica al nacionalismo y su política no significa que pongamos al mismo nivel el nacionalismo de los opresores y el de los oprimidos.

El nacionalismo francés y/o español es 100% reaccionario. En cambio el nacionalismo vasco, al que criticamos y del que nos delimitamos claramente, también levanta reivindicaciones democráticas que apoyamos. Es nuestra forma de estar junto a la nación oprimida en su resistencia a quienes la oprimen.Nuestra pelea por el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación se basa en el hecho de que muchas cuestiones nacionales no fueron resueltas durante el desarrollo del capitalismo. En ese sentido, como la cuestión agraria y otras, es una expresión de nuestra lucha contra el imperialismo en descomposición y debe ser parte de las reivindicaciones que la clase obrera asuma en su combate emancipador.

Comités del NPA de Anglet y Mauléon-Soule (región vasca)

1 Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y libertad).
 2 Navarra y la Comunidad Autónoma de Euskadi son dos de las regiones más ricas de España, y la región vasca de Francia no es particularmente pobre.
3 Aurore Martin, Daniel Derguy y otros militantes vascos del Sur, refugiados en Francia
4 El País Vasco está dividido en dos Estados y tres entidades administrativas: Comunidad Foral de Navarra y Comunidad Autónoma de Euskadi (España) y departamento de Pirineos Atlánticos (Francia).
5 PNV, demócrata cristiano.
6 El texto incluye las demandas culturales (en especial sobre el euskera), económicas y sindicales, que no incluimos por falta de espacio.
7 Agrupa a varias organizaciones nacionalistas o no, incluido el NPA.

Por David Encina

Periodista

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Trabajador. Asesoría en comunicación social, comercial y política para el desarrollo de campañas. Análisis de servicios al cliente y al público. Aportes para la gestión de redes sociales con planificación estratégica.

Contacto: mencin@palermo.edu / david.encina@facebook.com / encina_david@yahoo.com.ar/ m.david.encina@gmail.com

Más información ver en David Encina V. - PRENSA.
http://cualeslanoticia.com/prensa/

2 respuestas a «Sobre la cuestión vasca.»

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