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CELN en el País.

Juicio por Mariano Ferreyra. Día 7: “Los patrulleros no estaban”

Una continuidad que dice mucho

Tercerizados, vaciamientos, paros y “accidentes” a seis meses de la tragedia de Once. Por Jorge Duarte, para justiciapormariano.wordpress.com

Intentaron asesinar al hermano de una de las victimas del Triple Crimen de Rosario

Roque Suárez, hermano del «Mono» (una de las jóvenes víctimas del Triple Crimen), fue atacado a balazos.

CÓRDOBA: REPRESIÓN A LXS TRABAJADORXS.

Graves incidentes se registraron el 23 de Agosto, en las  afueras de Tribunales I entre la Policía y empleadxs  estatales que marcharon contra la reforma jubilatoria que impulsa el gobernador  José Manuel de la Sota.  Audio

Formosa: La historia negada del Barrio Namqom 

Desde el viernes de la semana pasada, las familias aborígenes del Barrio Namqom, ubicado al este de la provincia de Formosa, intentan ser desalojadas por la policía y la justicia. Las autoridades locales afirman que el barrio se levantó sobre terreno fiscal desconociendo que el lote fue cedido por al Servicio Provincial del Aborigen a fines de la década del sesenta a la comunidad QOM.

Comunidades Mapuche de diversos territorios reafirman e intensifican procesos de recuperación de tierras 
Comunidades Lafkenche en las localidades de Carahue y Tirúa reiniciaron su proceso de recuperación de tierras ancestrales del fundo “la Suerte” bajo el dominio de la empresa Forestal Mininco.

Moreno: Nuevo episodio de agresiones en Barrio Bongiovanni 
El lunes 16 de Julio, una de las familias de la toma del Barrio Bongiovanni, ubicado en el distrito de Moreno, fue nuevamente víctima de las agresiones realizadas por parte de quienes reclaman las tierras como propias, los Sres. Piero y su hijo Juan José Dato.

Salta: Comunidades wichí se movilizan contra los desmontes en Fortín Dragones 
Por OPSur.- Comunidades wichí del municipio de Embarcación, Salta, decidieron acampar a la vera de la ruta 81 –a la altura de Fortín Dragones- en un nuevo intento por detener los desmontes en su Territorio.

Balcarce: Gente sin casa, casa sin gente 
Es evidente que en nuestro país la problemática habitacional es de carácter estructural y las “buenas intenciones” de los distintos estamentos gubernamentales (nacional, provinciales y municipales) parecen no paliar el déficit.

Boletín de los vecinos del Barrio San Martín de la Villa 31 de Retiro 
Boletin de Agosto de Los Invisibles: Oganizados por el reconocimiento; Vacaciones de invierno: visita a la Sala Alberdi; Militá. Participá. Comprometete. Sumate!

Romper el silencio: hagan público su caso de desalojo! 
El Tribunal de los desalojos lanza un llamado internacional para identificar casos de desalojo para la sesión que tendrá lugar en Ginebra, Suiza, el 28 de septiembre 2012 en el marco del Foro Hábitat, y del lanzamiento de las Jornadas Mundiales Cero Desalojos.

URGENTE – Desalojo en Balcarce 
En los últimos días los/as vecinos/as del barrio de calles 1 y 16 recibieron unas notificaciones, mediante las cuales se les ordenó desalojar sus viviendas. Ellos, hace cuatro años tomaron las tierras debido a la problemática habitacional que padecían.

Argentina: atropellando raíces 
Desalojos, represión, detenidos y asesinatos. Campesinos y pueblos originarios son las víctimas de un modelo extractivo que, con apoyo del Gobierno nacional y los provinciales, avanza sobre el campo.

Toma de tierras en Florencio Varela 
En la tarde del miércoles 11 de julio , unas 700 familias carenciadas se organizaron para tomar un predio abandonado ( 50 años ) de la localidad de Ardigo (barrio Lujan ) partido de Florencio Varela.

Otro Colony Park viene avanzando silencioso en el Delta 
Con bajo perfil, sin grandes campañas publicitarias, otro barrio privado viene avanzando hace dos años en la primera sección de islas, destruyendo centros de isla, dragando múltiples canales artificiales e intentando desalojar isleños.

La Masacre de Trelew: el relato necesario

El 15 de agosto de 1972 se fugan del penal de Rawson 25 militantes de distintas organizaciones. Seis de ellos llegan a tierra chilena. Los otros 19 se entregan y el 22 de agosto son fusilados en la base naval Almirante Zar.

Masacre de Trelew: Cobertura especial desde Chubut

 A 40 años de la Masacre de Trelew, cobertura especial desde el lugar donde sucedieron los hechos históricos.


La Plata, lunes 27/8: Debate y proyección audiovisual sobre la Masacre de Trelew en Casa de la Trova

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Modelo cuestionado, gobierno complicado.

Editorial de Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

Once, paritarias agitadas, subte devuelto, Ciccone

El choque del tren en Once impactó con fuerza.
Fue un gancho al hígado del poder oficial, porque puso sobre la mesa las terribles consecuencias de un modelo de entrega y saqueo que no ha cambiado.
Pero también mostró en vivo y en directo las ‘relaciones carnales’ del kirchnerismo con las empresas que se enriquecen con subsidios y no invierten un peso.
Durante días reinó la más pura desorientación en los despachos ministeriales.
Cada aparición pública empeoraba la ubicación del gobierno frente al pueblo trabajador.
Las movilizaciones realizadas y las que están preparando los familiares muestran que el tema está lejos de cerrarse con la intervención, porque requiere soluciones de fondo.

Muy pocos días antes se cuestionaba otro ‘pilar del modelo’.
De pie para defender su tierra, los pueblos de las provincias mineras ya habían dejado en falsa escuadra el relato ‘nac&pop’. Aquí también dominaron la crisis y las declaraciones chocantes del poder. La reunión de los gobernadores con De Vido, cerrando filas en defensa de la megaminería contaminante, despejo cualquier duda sobre el rumbo que se viene llevando y se pretende mantener.
Las movilización en Andalgalá y la de Congreso a Plaza de Mayo dejó constancia de que no les será fácil.
Paralelamente, la Gendarmería reconocía la existencia del “Proyecto X”, para espiar y perseguir dirigentes sociales y políticos. Garré insistió en que no se espía a ningún dirigente, mientras Vilma Ripoll, Pitrola y trabajadores de Kraft sufren el apriete de la justicia. El discurso K sobre los derechos humanos volvía a ser desmentido, como pasó tras la aprobación de la Ley Antiterrorista.
El menú se completa con la causa Ciccone, en la que Boudou se complica más y más.

A este panorama de cuestionamientos,se suma la discusión de las paritarias. Los docentes pararon y se movilizaron en Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Córdoba,Chaco, Misiones, Formosa, Capital y localidades de Neuquén. Se anunció un paro de CTERA para el 6, uno de ATE para el 7 y una marcha de la CTA el 14. Moyano tuvo que salir a rechazar los techos salariales.
En medio de la inflación creciente y con la certeza de un ajuste en camino, los trabajadores comienzan a plantarse frente a los que quieren hacerles pagar una crisis que no provocaron.

Todas estas cosas dan cuenta de un nuevo momento político. Los problemas estructurales asoman con fuerza y se revitaliza el debate por abajo. Parecen de otro siglo las especulaciones pos-elecciones.
El gobierno no consigue marcar la agenda a pesar de sus declaraciones sobre Malvinas. Puede haber algún tipo de medida ‘estatizante’ sobre Repsol para reposicionarse, pero no está clara su efectividad.

Y esto también vale para la oposición.
Binner comenzó el año volviendo a los abrazos con Alfonsín, mientras lanzaba un tarifazo y ofrecía un aumento miserable a los docentes. Macri aumentó más del 125% el boleto y ahora ‘devolvió’ el subte. Junto a la UCR, acompañan el rumbo de ajuste encarado por la Casa Rosada y no tienen ninguna propuesta para enfrentar la crisis.
Movilizarse contra TBA, por el castigo a los responsables y por la recuperación del ferrocarril, continuar la lucha contra la megaminería, enfrentar la Ley Antiterrorista y el Proyecto X, participar con fuerza en la pelea de las paritarias en todo el país, es la primera tarea que tenemos por delante.
Al compás de este proceso, tenemos que intervenir de lleno en el debate sobre los problemas estructurales y la solución que se necesita, batallando por un cambio rotundo y la puesta en pie de otro modelo de país, que recupere lo nuestro y lo ponga al servicio del pueblo trabajador.
Charlas, proyecciones de videos y debates pueden constituirse en espacios de discusión para trabajadores, estudiantes, luchadores sociales, que ya se están distanciando del gobierno y las variantes ‘opositoras’.
Todo esto debe estar unido a la batalla por la construcción de una alternativa política amplia, con un programa transformador, que se transforme en la herramienta de los de abajo. Para pelear por estas tareas y organizarnos en cada lugar de trabajo, de estudio o en tu barrio te invitamos a sumarte al MST.

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Pronunciamiento de Plataforma 2012 en contra de la Megaminería.

Plataforma 2012 surge de la necesidad de construir una voz colectiva que pueda debatir  abierta y públicamente los grandes problemas nacionales para contribuir al accionar social transformador, por fuera de los reduccionismos y del encapsulamiento del debate   que promueve polarizaciones descalificadoras.
Plataforma 2012 es un colectivo de intelectuales y trabajadores de la cultura comprometidos en la lucha por un país verdaderamente independiente, una sociedad justa e igualitaria con plena vigencia de la libertad y los derechos  humanos.
Plataforma 2012 se propone como un espacio plural, democrático e independiente de los diferentes grupos de poder, sea éste político, económico o mediático.
Desde su primer pronunciamiento, a comienzos de este año, Plataforma 2012 planteó la necesidad de recuperar el pensamiento crítico más allá del discurso del oficial. La enorme repercusión que produjo aquel primer documento y la  cantidad de adhesiones que nos siguen llegando desde distintos puntos del país, confirman la existencia de aquella necesidad y comprometen a Plataforma a consolidar un espacio que pueda hacer audibles las múltiples voces que desde el campo popular piensan críticamente la realidad.
El relato oficial pretende enmascarar una realidad que eclosiona en diferentes  manifestaciones en el cuerpo social.Plataforma 2012 considera que el desmontaje de ese relato – que por vía de la sacralización épica, la negación, la tergiversación, la desmentida,  los silencios y ocultamientos tiende a imponer una visión monolítica y unívoca de la realidad – puede ser una herramienta que contribuya a resituar el debate de los grandes problemas nacionales. Desde esta perspectiva, los síntomas de malestar social, lejos de ser leídos como producto de algunas anomalías en el interior de un proceso transformador, pueden ser comprendidos como efectos de una  política global de gobierno.
Tres son los ejes en los que Plataforma 2012 se ha centrado desde su primer  pronunciamiento: desigualdad, en un registro abarcador, que no se mide solamente en términos económicos, sino de desigualdad social, educativa, sanitaria, ambiental, de género, así como las implicancias que esto tiene en términos de desigualdades políticas y deterioro institucional; vínculos del gobierno con las grandes corporaciones económicas; y violación  de los derechos humanos hoy.
En este sentido, la problemática de la minería transnacional – que a través de las demandas de la pueblada de Famatina hizo visibles las luchas presentes en todo el país -, ha demostrado su urgencia y dramatismo. Este tipo de minería ilustra de manera cabal los tres puntos enunciados y cómo esta tríada se  inscribe en una política nacional: mayores desigualdades económicas, territoriales, sanitarias, ambientales y sociales; alianza estratégica entre el gobierno nacional y grandes  corporaciones mineras transnacionales; y violación de los derechos humanos a través de la criminalización de la protesta social. Del mismo modo, el problema de la megaminería ha  desenmascarado el relato mistificador del gobierno, que procura deslindar su  responsabilidad en la aplicación de la política megaminera y sus consecuencias, atribuyéndola a decisiones de competencia exclusiva de los gobiernos provinciales, como si la  aplicación de esas políticas no respondiera a una política nacional impulsada  por el  Ejecutivo y como si esos gobiernos no formaran parte de la estructura de alianzas oficialista.
Durante los años `90, bajo el gobierno neoliberal de Carlos Menem, se introdujeron grandes modificaciones en la sociedad y la economía argentinas. Con apoyo del FMI y otros organismos internacionales, se privatizaron los recursos naturales, entre ellos los minerales, y se sentaron las bases de un nuevo marco normativo y jurídico en relación a éstos, que se extiende hasta nuestros días. La aplicación de estas políticas neoliberales acentuaron aun más las asimetrías, condenando a los países dependientes y periféricos a la extracción y provisión de bienes primarios en favor de los países más poderosos del planeta, consumidores de las mismas. En la actualidad, los resultados de la aceptación de este patrón de acumulación son conocidos: tendencia a la reprimarización del aparato productivo interno -hecho confirmado por diferentes informes económicos-; extranjerización de la industria,  de recursos naturales (minerales, petróleo, gas, tierras y agua); concentración económica -en algunas empresas multinacionales, que controlan el mercado global-; especialización productiva -exportación de algunos productos, sin valor agregado-; desigual distribución de los conflictos ecológicos y territoriales, que perjudica a los países periféricos, y, dentro de ellos, a aquellos sectores sociales de mayor vulnerabilidad; en fin, consolidación de verdaderos enclaves neocoloniales, que van configurando espacios productivos estructuralmente dependientes del mercado internacional en términos económicos, comerciales, financieros y tecnológicos.
 En esta línea, lejos de ser “motor de desarrollo”, como argumentan sus defensores, la megaminería trasnacionalrefuerza la dependencia hacia los centros capitalistas de poder global, y profundiza las formas de desigualdad ya existentesa escala local, provincial y nacional: expoliación económica, devastación institucional, destrucción de territorios y depredación de bienes naturales, fragmentación y control social, cooptación científico-tecnológica, ya son hechos incontestables de nuestra realidad del siglo XXI, que no hacen más que remitir y actualizar  la triste historia colonial del continente.
 
El caso de Bajo la Alumbrera, en la provincia de Catamarca, uno de los yacimientos de cobre más grandes de Sudaméricaes emblemático. Tras 15 años de explotación, el paisaje catamarqueño da cuenta de empobrecimiento; asistencialización generalizada de la población; falta de empleo, de agua, de electricidad; naturalización de la devastación ambiental; institucionalización del clientelismo y la corrupción; degradación de la cultura democrática; profundización de las desigualdades sociales y ambientales.
Recordemos que este tipo de minería se propone extraer los minerales diseminados en la roca portadora, a través  del sistema de explotación minera a cielo abierto (open pit), que utiliza técnicas de procesamiento por lixiviación o flotación, esto es, sustancias químicas altamente contaminantes, que producen impactos negativos en la salud de las poblaciones y cuantiosos daños ambientales, los cuales han sido probados en diferentes países y regiones. Se trata de minería a gran escala, es decir, de mega-emprendimientos, una actividad que consume enormes cantidades de agua y energía y compite por tierra y recursos hídricos con otras actividades económicas (agricultura, ganadería, turismo). Dada su envergadura, estos emprendimientos tienden a desestructurar y reorientar la vida de las poblaciones, desplazando economías regionales preexistentes y “liberando” territorios que, de ahí en más, quedan presos de la lógica económica de las grandes compañías trasnacionales. En ese marco se producen hondas transformaciones de la ciudadanía; asistimos cada vez más a la territorialización de los conflictos y a la violación de derechos ambientales y colectivos, que se hallan amparados por la normativa nacional e internacional, y que incluyen también los derechos de los pueblos originarios (Convención 169 de la OIT). Dichas violaciones repercuten asimismo sobre los llamados derechos de primera generación, como son el de la libre expresión y el derecho de petición, impedidos u obstaculizados de modo recurrente en determinados escenarios provinciales (Catamarca, San Juan, La Rioja, entre otros).
Son las pequeñas y medianas  poblaciones de nuestras provincias, sobre todo en las zonas pre-cordilleranas y cordilleranas, pero también en otras regiones áridas del país, las que hoy sufren la embestida de este modelo neocolonial.  Desde las movilizaciones de Esquel, donde se llevó a cabo el único plebiscito en el país por este tema (2003), pasando por la represión y la pueblada de Andalgalá (2010), hasta la actual gran pueblada de Famatina, las poblaciones vienen rebelándose contra la expansión de este tipo de minería, con claros reclamos que subrayan el derecho a un ambiente sano, el derecho a elegir un modo de desarrollo congruente con el respeto de la vida presente y futura, de las personas y de los ecosistemas; en fin, el derecho a participar de las decisiones colectivas en el marco de una sociedad que se quiere democrática.
Esquel y Gan Gan, Andalgalá, Belén, Santa María y Tinogasta, Chilecito y Famatina, Calingasta y Jachal, Ingeniero Jacobacci y Bariloche, Gregores, Campana Mahuida-Loncopué y Rincón de los Sauces, General Alvear, San Carlos y Uspallata, Capilla del Monte, Casa Grande y Yacanto de Calamuchita, La Carolina y Merlo, Abra Pampa, Cangrejillos y Tilcara, Cafayate, Metán y Tolar Grande,  Jasimampa y Sumampa, Amaicha del Valle y El Paso, valles enteros de diferentes provincias, entre tantos otros nombres, son algo más que puntos supuestamente remotos de nuestra amplia geografía nacional. Son  poblaciones  que, detrás de la bandera “El agua vale más que el oro”, han ido construyendo de modo perseverante y en situación de gran asimetría de fuerzas, una red de resistencias local y regional, que, en varios casos, ha tenido como producto la sanción de leyes provinciales que prohíben este tipo de minería con algunas sustancias químicas (Chubut, Río Negro, Mendoza, La Pampa, Córdoba, San Luis, Tucumán, La Rioja y Tierra del Fuego). Son estas poblaciones las que también estuvieron detrás de la defensa activa de la Ley Nacional de Protección de los Glaciares, que fuera vetada por la actual presidenta en 2008, resancionada en septiembre de 2010, luego de un arduo trabajo transversal de organizaciones sociales y ambientales, diferentes profesionales y representantes del Congreso Nacional, con la oposición activa de gran parte del oficialismo. Son estas poblaciones las que resisten de pie frente a la derogación de las leyes que prohibían este tipo de minería, como sucedió desde 2008 en La Rioja, y recientemente, en diciembre de 2012, en Río Negro.
Por ello creemos que resulta injusto y agraviante imputar “irracionalidad” o “falta de información” a la fuerte oposición que este tipo de minería ha generado en vastas poblaciones de nuestras provincias. La megaminería no es cuestionada por desconocimiento, ni por falta de cultura productiva, sino precisamente porque ésta constituye una síntesis acabada del maldesarrollo. Se trata además de un modelo que pone en jaque a la democracia, pues avanza sin consenso de las poblaciones, generando todo tipo de conflictos sociales, divisiones en la sociedad y una nueva espiral de criminalización de las resistencias. A la causa penal abierta contra los vecinos de Andalgalá y Famatina, se sumaron, primero, la detención de 18 vecinos en el pueblo de Santa María en Catamarca, a quienes se los acusa de entorpecer el tránsito terrestre (art. 194 CP) y de ser parte de una agrupación que tiene por objeto imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor (art. 213 bis); segundo, la represión desatada por la policía provincial contra los vecinos de Belén, que dejó como saldo decenas de detenidos (entre ellos, un niño menor de 13 años); tercero, la brutal represión y desalojo en Tinogasta y asimismo en Amaicha del Valle. Frente a estos hechos no podemos olvidar que ante la resistencia del pueblo de Gualeguaychú en defensa de sus derechos fue la propia Cristina Fernández de Kirchner quien firmó el decreto (828/2010) a través del cual instruyó al Procurador General del Tesoro a denunciar a 10 vecinos de Gualeguaychú acusándolos de los delitos de sedición, atentado contra el orden democrático, más otros 12 delitos que contemplan prisión efectiva.
Resulta claro que la criminalización de la protesta es una política represiva nacional que está siendo profundizada. En este y no en otro marco, el Congreso Nacional aprobó la la nueva Ley Antiterrorista, enviada por el ejecutivo, que modifica la ya sancionada bajo el mandato de Néstor Kirchner en el año 2007.
Tampoco creemos que pueda responsabilizarse exclusivamente a las provincias, las cuales detentan el “dominio originario” de nuestros recursos naturales, luego de la reforma de la constitución de 1994. El marco económico y jurídico que beneficia a la megaminería se sustenta en una batería de leyes nacionales, sancionadas en los años `90, que aseguran una rentabilidad extraordinaria a las empresas, al compás del aumento de los precios internacionales de los minerales. Está legislación se mantiene en la actualidad y es custodiada por los legisladores nacionales oficialistas, junto a los sectores conservadores de ambas Cámaras, quienes no permiten siquiera la discusión de los proyectos que pretenden modificarla. Por su parte, a través del Tratado Binacional sobre Integración y Complementación Minera firmado con Chile -1996- que sancionó una legislación de “facilitación fronteriza”, se consumó la entrega de una parte de la cordillera a las transnacionales mineras, entre ellas a la empresa canadiense Barrick Gold que hoy opera en San Juan, a través de los emprendimientos mineros Veladero y Pascua-Lama. Esta empresa judicializó la ley nacional de protección de los glaciares, y logró, mediante una medida cautelar que dicha norma no se aplique en esa provincia. El tema está hace meses “a estudio” de la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejando así a los glaciares a merced del negocio minero en San Juan. En el resto del país, la pasividad del gobierno nacional -como autoridad de aplicación- en implementar efectivamente dicha norma, resulta inaceptable.
Así, lejos de ser una “rémora” del viejo orden neoliberal, este ordenamiento jurídico-económico encuentra un apoyo incondicional en las políticas del gobierno nacional, desde 2003 hasta la fecha. En 2004, Néstor Kirchner avaló el Plan Minero Nacional, declarando la actividad de interés estratégico y sumando nuevos beneficios y exenciones a la misma. En el mismo año se firmó con Chile el “Protocolo Adicional Específico” al Tratado para el proyecto minero binacional Pascua Lama, donde –entre otras cosas- ambos países se obligaron a permitir a “los inversionistas de una y otra, el uso de toda clase de recursos naturales necesarios para el desarrollo minero, comprendiéndose en este concepto los recursos hídricos existentes en sus respectivos territorios”. La actual presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no sólo ha buscado alentar la inversión minera  -como en su discurso en El Qatar, en 2011-, sino que también ha dado muestras claras del apoyo del aparato del Estado a la megaminería. Uno de los ejemplos más emblemáticos, además del veto a la ley nacional de protección de glaciares, ha sido  su participación en diferentes reuniones con Peter Munk, el CEO de la empresa Barrick Gold, tanto en Toronto como en Buenos Aires, a fin de facilitar un acuerdo tributario con dicha empresa, a cargo del proyecto binacional de Pascua-Lama. La fotografía que muestra a la presidenta en Canadá, junto a P.Munk, custodiada por tres banderas –la de Canadá, la de Argentina y la de la Barrick Gold- es todo un símbolo de la alianza estratégica entre gobierno nacional y megaminería, y sin duda quedará grabada en la memoria de los argentinos.
Las alusiones en el discurso presidencial a los sectores “ambientalistas”, supuestamente despreocupados por la suerte de nuestras islas Malvinas y la reciente exhortación a la “responsabilidad y seriedad sobre los planteos que se realizan”, no hacen más que poner en evidencia el manifiesto desprecio hacia las poblaciones movilizadas y el empeño por desplazar el eje de la discusión, ante el impacto nacionalizador que ha tenido la pueblada de Famatina respecto de la cuestión minera y el creciente apoyo de la sociedad hacia estas protestas. También evidencian  un desprecio por la conservación del patrimonio y el futuro del país. Mientras en Catamarca se teme por la aplicación de la nueva ley antiterrorista sobre 18 asambleístas; mientras continúan las protestas y movilizaciones en diferentes ciudades de Río Negro; mientras el gobernador riojano se apresta a verter ingentes recursos económicos para torcer la voluntad de la población de su provincia;  el gobierno nacional continúa acompañando con hechos la expansión de la megaminería. Desde el nombramiento del empresario minero Jorge Mayoral bajo el gobierno de Duhalde, quien continúa al frente de la Secretaría de Minería de la Nación, hasta el reciente nombramiento de un ex familiar de la presidente – Armando “Bombón” Mercado- como director del YMAD (Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio), nada parece haber horadado la continuidad en las orientaciones gubernamentales en este tema.
Así, no se trata solamente de una discusión exclusivamente económica o ambiental, sino también de una discusión política. La megaminería es uno de los eslabones más contundentes –aunque no el único- que ilustra la continuidad y profundización por parte de este gobierno respecto de las políticas de explotación neocolonial y expropiación de los bienes naturales aplicadas en los ´90. El “relato” oficial, que procura presentarlas como parte de un modelo de crecimiento y generación de empleo, es una pieza clave para la construcción de un consenso social favorable que garantice su aplicación. La retórica épica sobre las bondades de la política megaminera se complementa con el ocultamiento y negación de sus efectos devastadores. Y cuando las poblaciones involucradas, lejos de contribuir al “consenso megaminero” buscado por el gobierno, desenmascaran la falacia cuestionando legítima y abiertamente la megaminería a cielo abierto, movilizándose para rechazarla y concitando – como en el caso de Famatina – solidaridades en todo el país, el gobierno echa mano a un nuevo recurso discursivo: la “desmentida”. Según este recurso, que pretende borrar de la memoria colectiva la imagen y el valor simbólico de aquel encuentro presidencial en Toronto con el CEO de la Barrick Gold, la megaminería a cielo  abierto no formaría parte del proyecto político del gobierno nacional sino que correspondería a decisiones y acuerdos estrictamente provinciales – en  este  caso del gobernador  Beder Herrera.
Todo esto pone en evidencia un deterioro de las instituciones. Por ello, vemos con mucha preocupación que el mismo gobierno que ha destruido el sistema nacional de estadísticas (lo que dificulta toda reflexión colectiva sobre pobreza, desigualdad, desempleo o inflación, y afecta seriamente las negociaciones salariales), que extorsiona a los jueces que lo desafían, que se ha ocupado de desoír o desarmar  la estructura de controles institucionales sobre el poder, que ha reforzado el proceso de concentración del poder en el ejecutivo, hoy amenaza solapadamente con una reforma constitucional promovida por las peores razones de corto plazo.
Con la convicción de que los pueblos tienen el derecho de elegir el modelo de desarrollo que más convenga y beneficie a sus poblaciones, en función de un ideal de igualdad y de equilibrio con la naturaleza y en solidaridad con las movilizaciones vecinales de tantas pequeñas y medianas localidades de nuestro país, que se han levantado activamente contra este modelo neocolonial, en defensa de nuestras cuencas hídricas y de nuestros territorios, Plataforma  2012 plantea la  necesidad  de debatir e  impulsar  las siguientes  propuestas:
1.      Reforma integral del Código de Minería y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (24.196) y sus modificatorias,  que promueven y habilitan la destrucción de los bienes comunes y el despojo colonial de nuestras riquezas.
2.      Aplicación efectiva  de la Ley Nacional de Protección de los Glaciares en todo el país.
3.      Recomposición ambiental de las zonas afectadas por los megaemprendimientos mineros que actualmente existen en el país.
4.      Cierre de todas las causas abiertas a los ciudadanos criminalizados por manifestarse contra la megaminería
5.      Urgente derogación de la nueva ley antiterrorista.
6.      Urgente sanción de las leyes provinciales derogadas en La Rioja y en Río Negro,  que prohibían este tipo de megaemprendimientos mineros.
7.      Activación y ampliación de mecanismos participativos y de democracia directa que apunten a la democratización de las decisiones.
8.      Propuesta de Declaración de una moratoria a nuevas concesiones a la exploración y explotación minera metalífera.
9.      Propuesta y debate de una Ley Nacional de Prohibición de la megaminería metalífera con uso de sustancias tóxicas y la uranífera en todo el país.
10.  Propuesta de realización de un gran debate nacional que reflexione y genere políticas públicas que apunten a una salida del extractivismo neocolonial, en pos de  un equilibrado e igualitario desarrollo de los pueblos, respetando su cultura y sus formas de vida; en pos de la gestión pública y participativa de nuestros bienes comunes.
Firmas:
Alabarces Pablo, Antonelli Mirta, Bidonde Héctor, Burucúa José Emilio, Correas Nora, Dowek Diana, Edelman Lucila, Galán Mónica, Galvano Mario, Gargarella Roberto, Genta Adriana, Kordon Diana, Lagos Darío, Lagos Mariana, Lanzillotto Alba, Levinas Gabriel, Lindenboim Javier, Lo Vuolo Rubén, Massuh Gabriela, Nené  Bettanin, Onaindia José Miguel, Ramos Hugo, Sáez Luis, Scandizzo Mónica, Svampa Maristella, Tauber Sanz Nicolas, Tcherkaski Osvaldo, Viale Enrique, Zangaro Patricia
Adhesiones a este pronunciamiento:
Enviar mail a:  plataforma.2012@yahoo.com.ar  – Escribiendo en el asunto: «adhiero a pronunciamiento megaminería»

Declaración Universitaria Nacional de apoyo a la lucha contra la megaminería de Famatina, La Rioja.

 Los abajo firmantes, miembros, referentes y representantes de la comunidad universitaria nacional
y la educación superior argentina, hacemos llegar al pueblo de Famatina y compartimos con la
sociedad toda, algunas consideraciones.. más
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