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POLÍTICA

Movilizaciones y debates frente a la inseguridad.

Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

En las últimas semanas hubo nutridas marchas y hasta verdaderas puebladas frente a nuevos casos de inseguridad. Cañuelas y luego Necochea tal vez hayan sido los casos más emblemáticos. Pero en Moreno y otras localidades del conurbano este flagelo se suma al malhumor ante la crisis social, generando importantes movilizaciones vecinales que cuestionan tanto al gobierno como a la justicia y al accionar de las fuerzas de seguridad. No casualmente esos componentes del triángulo de impunidad mantienen uno de los principales problemas estructurales que castiga a los barrios populares: la inseguridad.

Cuatro propuestas para enfrentarla

  1.  Más trabajo y políticas de inclusión social. Aunque comprendemos y respetamos la tristeza de todos aquellos que son afectados por los permanentes episodios de asaltos y robos menores, no creemos que las políticas de ‘mano dura’ resuelvan la cuestión. Todos los estudios serios muestran que mientras más grande es la exclusión social más suben los índices de violencia urbana. Trabajo digno, educación y políticas de inclusión para los sectores más empobrecidos –sobre todo para los jóvenes- reducirían drástica-mente estos fenómenos.
  1. Desmantelamiento del aparato represivo. Hace más de 35 años del golpe genocida, pero el aparato político-judicial-policial que garantizó impunidad a los represores en aquellos años, sigue actuando y amparando a las bandas del crimen organizado en todo país. Piratería del asfalto, narcotráfico y redes de trata tienen, tanto entre sus miembros como entre sus clientes, a encumbrados funcionarios políticos, a jueces y comisarios. Incluso menores o jóvenes presos son liberados a condición de salir a robar y ‘recaudar’ para tal o cual comisaría. Por eso hay que separar de sus funciones, enjuiciar y mandar a cárceles comunes, con las penas más duras, a todos los integrantes de esta red de corrupción, impunidad y muerte.
  2. Elección y remoción popular de jueces y comisarios. Mientras los gobiernos de turno sigan designando a los jueces y comisarios, siempre le van a responder. Por eso sólo van presos los ‘ladrones de gallinas’ y los ‘perejiles’, pero los grandes criminales siguen afuera. Si queremos que estos funcionarios respondan a la población, tiene que ser el pueblo el que los elija. Tienen que estar un período y si pretenden seguir tienen que ser elegidos. También tenemos que poder removerlos de sus cargos cuando no cumplen con sus funciones. No puede ser que haya jueces o comisarios probadamente corruptos que sigan eternamente en sus cargos mientras tenemos que padecer sus acciones.
  3. Organización vecinal. La pelea por las propuestas anteriores tienen que ser acompañadas por la organización de los vecinos. Alarmas y rondas comunitarias, mecanismos de aviso y todas las medidas que permitan cuidarse. Asambleas para coordinar acciones y movilizaciones contra la impunidad.