Desde ayer, sin necesidad de ningún acto oficial o traspaso, Telerman es el flamante jefe de gobierno porteño, quien desde el oficialismo intentará proyectarse como candidato para conducir la Ciudad en 2007.
Después de comunicarse con Ibarra y acordar una reunión con el funcionario destituido para ayer a última hora o para las primeras de hoy, llamó al presidente Néstor Kirchner y le dejó un mensaje “de que se pone a su disposición”.
El nuevo jefe de gobierno, poco después de conocerse la decisión de la Sala Juzgadora, realizó una llamada a la Casa Rosada para informar que se ponía a disposición del Presidente”, dijeron a LA NACION voceros cercanos a Telerman.
Según los mismos voceros, el nuevo jefe de gobierno les manifestó a sus colaboradores que “ésta es una jornada de silencio. La destitución de Ibarra se produce en el marco de la peor tragedia que registró la ciudad”.
A pesar de que las mismas fuentes se negaron a hablar de cambios en la estructura del gabinete, los titulares de las carteras evaluaban ayer presentar a Telerman sus renuncias para que el nuevo funcionario pueda armar su propio equipo.
Sin embargo, esa decisión podría dilatarse hasta la semana próxima, momento en que la nueva conducción podría definir los cambios. El objetivo que persiguen en el entorno de Telerman, tal como lo anticipó LA NACION, es conformar un espacio político que agrupe a ibarristas y kirchneristas, con el nuevo jefe de gobierno como posible candidato para 2007.
Reagrupamiento
Ese reagrupamiento de fuerzas, así como la nueva situación política de la Ciudad serán la base para determinar cómo será el gabinete que acompañará a Telerman en este proceso.
Los primeros movimientos se producirían, según fuentes allegadas al jefe de gobierno, en las secretarías de Cultura y de Educación; la primera conducida por el ibarrista Gustavo López, y la segunda, por Roxana Perazza. A pesar de que no trascendieron nombres para los reemplazos y en el entorno de Telerman negaron cualquier especulación, se pudo saber que no serán los únicos cambios.
Es que, hace un tiempo, en el gobierno porteño, incluso durante la conducción de Ibarra, se piensa en reestructurar algunas secretarías. “Hay algunas carteras que abarcan una diversidad de temas que dificultan la gestión”, se evaluaba hace algunas semanas.
Dos ejemplos son las carteras de Infraestructura y Planeamiento, y la de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable.
El secretario de Salud, Donato Spaccavento; el de Seguridad, Diego Gorgal, y el de Desarrollo Social y mano derecha del jefe de gobierno, Sergio Beros, tendrían asegurada la continuidad, según tres fuentes con acceso a la oficina de Telerman. Uno de los cargos para Beros podría ser el de jefe de gabinete, aunque también podría ocupar una cartera económica, según las especulaciones. El gabinete también tendrá presencia ibarrista, y el jefe de gabinete Raúl Fernández seguirá siendo una figura importante.
Según pudo averiguar LA NACION, los cambios empezarían a conocerse la semana próxima. Pero Telerman será cauteloso: sabe que los cambios no serían convenientes en algunas carteras que marchan con piloto automático ya que sólo le queda poco más de un año y medio para impulsar su gestión y un cambio en el timón podría arruinar sus planes.
Con el fin del proceso que tiene en vilo a la Ciudad desde hace un año y tres meses, deberá definir cuestiones importantes para los porteños.
Es que tiene pendiente la definición de la licitación por el mobiliario urbano, vencida hace más de 10 años y prorrogada para fines de este mes, así como la que adjudicará el estacionamiento medido y el acarreo de automóviles.
El nuevo jefe de gobierno también tiene por delante los desafíos de ordenar el espacio público, de discutir los nuevos proyectos para la zona de Retiro, así como la urbanización de la Villa 31 y la Autopista Ribereña, entre otros.
Por Laura Rocha
De la Redacción de LA NACION
Ibarra: "Voy a seguir trabajando"
El destituido jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, afirmó esta mañana que va a "seguir trabajando" aunque aseguró que "sería una grosería" empezar a pensar en las próximas elecciones que se efectuarán el año próximo.
"Hay mucho tiempo para que llegue el 2007, con sinceridad no lo tengo en mi mente. Sería casi una grosería de mi parte pensar ahora en una candidatura para esa fecha", señaló Ibarra.
Consultado por la prensa en la puerta de su domicilio de esta ciudad, Ibarra afirmó estar "muy tranquilo" en su vínculo con la sociedad, luego de la destitución resuelta ayer en el juicio político sustanciado en la Legislatura porteña.
"Otros hubieran renunciado en un comienzo o negociado su continuidad, yo no hice ninguna de las dos cosas. Confronté con un juicio irregular, que nunca debió haber llegado a donde llegó", sostuvo.
El ahora ex funcionario aclaró, no obstante, que tiene sus "derechos políticos" como cualquier ciudadano, ya que la Sala Juzgadora no lo inhabilitó para ejercer o postularse a cargos.
Críticas. Además, Ibarra criticó expresiones de la líder de ARI, Elisa Carrió, quien dijo ayer estar "muy feliz y emocionada" luego de conocerse la destitución de Ibarra.
"No puede haber lugar para la alegría y la felicidad en esto. Carrió pareciera que se puso de acuerdo con Macri. Lamentablemente una dirigente que se perfiló de un espacio progresista de centro izquierda termina muy pegada a Macri, con una visión de viejos conservadores", criticó Ibarra.
También se quejó de la comparación que la legisladora Florencia Polimeni hizo en su discurso, al equipararlo con Don Corleone. "Fue una exageración irreal, fue groseramente exagerado", consideró Ibarra.
Kirchnerismo. En relación con los votos de los tres legisladores kirchneristas -Helio Rebot votó a favor de la destitución, Elvio Vitale se abstuvo y Sebastián Gramajo votó por la absolución-, Ibarra consideró que "para soltarme de la mano me tendrían que haber agarrado. Pero nunca me tuvieron de la mano".
"Siempre estuve acompañado por diferentes sectores políticos y organismos de derechos humanos", remarcó el funcionario destituido.
Señaló también que no le produce "un quiebre desde lo personal" el resultado del juicio político.
"No me genera depresión ni voy a encerrarme en mi casa. Lo voy a atravesar en forma colectiva y plural como lo hice siempre", afirmó, y agregó: "No me desvivo por los símbolos del poder".
Apelación. Así como lo hizo ayer, Ibarra reiteró que recurrirá a la justicia para apelar la decisión de la Sala Juzgadora de la Legislatura. "Es necesario hacerlo, pero mi esfuerzo no va a estar puesto en eso", advirtió.
Vergüenza. Por su parte, Julio César Strassera, abogado de Ibarra, calificó hoy "de vergüenza" lo ocurrido ayer en la Legislatura con su defendido y reafirmó hoy que recurrirán a la justicia.
"Vamos a ir a la justicia, lo vamos hacer porque no vamos a consentir" lo ocurrido ayer en la Legislatura, dijo Strassera a Radio Continental, en referencia a la controversia que se suscitó por algunos votos que finalmente determinaron la destitución de Ibarra por 10 a 4 y una abstención.
"Hay votos que me sorprenden", remarcó el abogado.
Además, Strassera criticó a Carrió, aunque sin mencionarla. "Mandó a sus legisladores a hacer el trabajo sucio, se cayó la boca y ahora habla", disparó.
"Estoy enojado, vea la gente que votó en contra, no me sorprende lo del macrismo ni me enoja, son ultraderechistas, medio fachistoides y votaron de acuerdo a lo que se esperaba, me enojan mucho más los otros", puntualizó