La Nación
Recorrió 14.500 kilómetros, desde el nordeste de Brasil hasta Mongolia
El fenómeno natural duró cuatro minutos, abarcó cuatro continentes y fue transmitido por Internet; se repetirá en 2008.
ESTAMBUL y ROMA (DPA, EFE y ANSA) – Millones de personas observaron ayer un espectacular eclipse solar que abarcó cuatro continentes y decenas de países en el hemisferio norte. El espectáculo se repitió por cuarta vez en lo que va del siglo XXI y duró cuatro minutos; Libia fue uno de los mejores sitios en el mundo para observarlo plenamente.
El primer lugar del planeta donde se vio el fenómeno natural fue en el nordeste de Brasil. Apenas salió el sol, a las 5.35 (hora local), el día se convirtió en noche en los alrededores de la ciudad de Natal, capital del estado de Rio Grande do Norte, lo que generó gritos de sorpresa y alegría entre los pobladores.
Luego, la franja de oscuridad que recorrió 14.500 kilómetros cruzó el #Océano Atlántico para después «tocar» el norte del continente africano, seguir por la zona este del #Mar Mediterráneo y finalmente terminar entre Rusia y Mongolia con la caída de la noche.
El eclipse solar, que en muchos lugares del mundo fue parcial, logró su máxima exposición y dimensión en Libia, donde en las últimas horas se acreditaron más de 7000 turistas y 300 científicos de todo el mundo. Desde allí, la NASA transmitió en vivo por Internet el espectáculo, que no se volverá a dar hasta 2008 y se lo podrá ver en la región de Siberia, Rusia.
Los científicos pudieron aprovechar los pocos minutos que duró la interposición de la Luna entre la Tierra y el Sol para estudiar la corona solar y con ello permitir evaluar el comportamiento que tiene durante las permanentes explosiones solares que generan altos niveles de radiación en el espacio.
Durante el eclipse se pudieron observar los planetas #Mercurio y Venus, así como numerosas estrellas, mientras que la temperatura bajó cinco grados centígrados. Muchas aves suspendieron su actividad y se posaron sobre los árboles. «De alguna manera es algo fantasmal», señaló una estudiante de astrofísica que presenció el fenómeno en el antiguo templo de Apolo en Turquía.