La ola de violencia crece día a día en Irak, y hoy, en una nueva jornada de atentados, al menos 57 personas murieron y unas 200 resultaron heridas.
El principal objetivo de los ataques de hoy fue el barrio shiíta de Sadr City, en Bagdad, donde explotaron seis coches bomba que dejaron un saldo de 46 muertos. Las dos primeras explosiones fueron reportadas casi al mismo tiempo en el mercado de Al Oula y la tercera minutos después en el centro de compras de Al Gayara, cuando ambos establecimientos estaban repletos de gente.
Además, otro dos coches fueron detonados en la zona de Mraidi y un sexto en Dakher. Mientras que la Policía logró desactivar un s´ptimo coche bomba, también en este caso en un mercado, llamado Al Mureibi, en el mismo barrio shiíta.
Desde el 22 de enero pasado, la violencia sectaria ha aumentado en Irak por un ataque con dinamita que dañó la cúpula dorada del santuario chiita de Samarra, al norte de Bagdad. Cientos de personas han muerto desde entonces por enfrentamientos entre chiitas y sunnitas, lo cual llevó a las autoridades de Estados Unidos a advertir sobre el peligro de una guerra civil.
Los atentados con coches bombas siguieron a otros hechos de violencia que dejaron 11 muertos en Bagdad. Seis iraquíes murieron en un ataque con explosivos contra una patrulla militar estadounidense en la ruta que conduce al aeropuerto de Bagdad.
Además, una granada de mortero lanzada por desconocidos mató a dos personas en un comercio en el centro de Bagdad y causó heridas a otras cuatro. En tanto, otras tres personas murieron a bordo de un automóvil en Bayaa, en el sur de la capital iraquí, donde fueron atacadas a tiros por desconocidos.