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Violentas protestas en Francia

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La Nación
Crece la resistencia estudiantil a la flexibilización laboral
Hubo graves incidentes en París; masivas demostraciones en las calles de todo el país
 
 
 

PARIS.- Los estudiantes universitarios aumentaron en Francia su presión sobre el gobierno para que diera marcha atrás con una reforma laboral, en una jornada con graves incidentes en la que miles de personas protestaron en todo el país ante una masiva presencia policial.

Un total de 250.000 manifestantes, según la policía, y de 500.000, según los organizadores, marcharon en unas 80 ciudades contra el Contrato Primer Empleo (CPE), que fue aprobado por el Parlamento la semana pasada. Según los estudiantes, la norma favorecerá la precariedad laboral de los recién llegados al mercado de trabajo. El punto más polémico del CPE, que afecta a los menores de 26 años, es que el trabajador puede ser despedido de la noche a la mañana sin explicaciones ni indemnización durante un período de dos años.

Las marchas más importantes se registraron en París, Burdeos, Marsella, Lille y Lyon, y hubo enfrentamientos entre jóvenes y la policía en la capital francesa, Nantes y Rennes. Más del 70% de las 84 universidades del país permanecieron cerradas o tuvieron dificultades para funcionar.

Las calles de París se convirtieron en un campo de batalla: los policías dispersaron con gases lacrimógenos a unos 300 jóvenes enmascarados que les lanzaron adoquines, botellas y chapas metálicas, además de destrozar automóviles y saquear varios cafés en la plaza de la Universidad de la Sorbona.

La seguridad es una de las preocupaciones del gobierno y de los organizadores, quienes admitieron la presencia en las manifestaciones de grupos muy violentos ajenos al movimiento estudiantil. Sobre todo en la capital, la presencia policial se incrementó debido a los incidentes registrados en los últimos días.

Tanto los estudiantes como los sindicatos interpretaron la movilización de ayer como el preludio de la gran jornada de movilización contra el CPE prevista para mañana, a la que se unirán sindicatos y partidos de izquierda.

"El riesgo es grande"

El líder de los opositores socialistas, François Hollande, advirtió al gobierno sobre los riesgos que provoca su insistencia en mantener el contrato a cualquier precio. "Cuando no se escucha nada, no se ve nada y no se oye nada, todo puede ocurrir. El riesgo es grande", aseguró.

Sin embargo, el gobierno del premier Dominique de Villepin parece decidido a usar el CPE para luchar contra el desempleo, que castiga a un 25% de los jóvenes en este país y a un 10% de la población activa global.

Villepin, que prometió al asumir el cargo hace casi diez meses que la lucha contra el desempleo sería su prioridad, ve cómo su popularidad se derrumba día tras día y sus ambiciones presidenciales para 2007 penden de un hilo cada vez más frágil.

Para los expertos, la furia estudiantil se debe a que la precariedad laboral es cada día mayor. Y los manifestantes aclaran que no se sienten herederos de mayo del 68, la revuelta estudiantil que pretendía "cambiar el mundo".

"Lo nuestro es menos ideológico, más tangible, más concreto", dijo al respecto una estudiante llamada Christine. "¿Cómo voy a organizar mi vida si sé que pueden echarme en cualquier momento? En esas circunstancias, ¿quién puede comprar una casa o un automóvil?"

 

 

 

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