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CELN en el País.

DOLOR. En el acto a 11 meses de la tragedia de Once. (José Casal/Télam)

A once meses del accidente que dejó 51 muertos, hubo un acto con fuertes cuestionamientos a la gestión K. «El 22 de febrero es un día de duelo nacional», dijeron.

En medio del dolor, el Gobierno se promocionó: «Confía en nosotros»

Piden endurecer procesamientos de Jaime, Schiavi y los Cirigliano

PINO SOLANAS: A meses de iniciar su mandato, Néstor Kirchner llegó con el cuento chino de reactivar la industria ferroviaria.

El diputado nacional por Proyecto Sur, analiza la política de transporte de Gobierno y la compra de vagones a China.

Con el cuento de la urgencia, la Presidenta anunció otra medida antinacional: la compra a China de 400 vagones para los trenes del Mitre y Sarmiento, más 120 para el subterráneo A -llegaron 45-, confirmando así la política de renuncia a la reconstrucción de las industrias nacionales del transporte.A meses de iniciar su mandato, Néstor Kirchner llegó a Tafí Viejo con el cuento chino de reactivar el gran taller y la industria ferroviaria, pero terminó comprando material obsoleto y sin repuestos en Portugal y España. El proyecto de su esposa Cristina fue el cuento francés del tren bala, que afortunadamente pudimos frenar en 2008: le hubiera costado al país más de 10.000 millones de dólares. Su promotor era el procesado Ricardo Jaime, que fue seis años secretario de Transporte de Néstor y Cristina, bajo las órdenes de Julio De Vido.

Entre cuento y cuento, millones de pasajeros y trabajadores tuvieron y tienen que viajar como ganado, exponiendo sus vidas. ¿Cuántas veces advertimos que, si no se reconstruía el servicio ferroviario, íbamos hacia una tragedia prenunciada? En cinco meses se produjeron dos: los 12 muertos de la calle Artigas y los 51 de la estación Once. El desguace de los trenes que inició Menem continuó con el remate de terrenos e inmuebles ferroviarios con el cuento de que no servían. En 2009, el gobierno de Cristina resolvió destruir el material remanente y convirtieron en chatarra 1.000.000 de toneladas de vagones , rieles y locomotoras, cuando buena parte podía ser recuperado si se reactivaban las 37 fábricas ferroviarias del Estado.

La millonaria compra a China se hizo sin licitación, sin transferencia tecnológica y sin construir nada en el país, lo que confirma el abandono de nuestras industrias básicas. El gestor fue Franco Macri -padre de Mauricio- y revela la parodia oficialista: mientras Cristina amaga peleas con el jefe de gobierno, se ponen de acuerdo para hacer negocios y privatizar los terrenos de la isla de Marchi y la ex ciudad deportiva de Boca. El cuento fue que “no tenemos la capacidad de construirlos en el país…”, aunque entre 1960 y 1990 se hicieron kilómetros de vías y varios miles de vagones y locomotoras, que además se exportaban.

Años atrás, el cuento fue la reactivación de la fábrica de aviones de Córdoba: adquirieron en Brasil por compra directa, y con sobreprecio del 15%, 20 aviones Embraer, sin la exigencia de hacer alguna de sus partes en el país. Lo mismo pasó con la reactivación de la industria naval: en los diez años de gobiernos K no se construyó un solo barco, y el país gasta 5000 millones de dólares al año para transportar insumos y cosechas.

El cuento de la reindustrialización es que el 90% de lo que exportamos a China son productos primarios, y a la inversa, el 90% de lo que le importamos son bienes industriales o manufacturados. Ejemplos contrarios son los de Estados Unidos, que exige invertir en empresas americanas el 100% de las compras federales, y Brasil, donde el 50% de las adquisiciones del Estado deben ser de fabricación nacional.

En lugar de aprovechar la millonaria inversión estatal para crear miles de puestos estables y formar técnicos en las universidades, la Presidenta opta por comprar trabajo extranjero y priva así a 80.000 ferroviarios despedidos por Menem a reincorporarse al mercado laboral. ¿Cuántos puestos estables nos cuesta cada vagón chino para los trenes y subterráneos?

Ahora el ministro Randazzo habla de nacionalizar los ferrocarriles, cuando son del Estado y paga todos los salarios y las reparaciones que los concesionarios hacen con grandes sobreprecios. La verdadera urgencia es terminar con el corrupto sistema de concesiones, e investigar la caja y la ruta de los millonarios subsidios que une a los altos funcionarios del transporte con los concesionarios: Enfer (Cirigliano), Emepa (Romero), Rioro (Roggio), Metalfer (Taselli) y la alta dirigencia de la Unión Ferroviaria y la Fraternidad.

El tren, en la larga distancia, es seis a diez veces más económico que el automotor: una locomotora arrastra la carga de 50 camiones y una barcaza puede llevar el equivalente de 120 camiones con acoplado y a más bajo precio. La reconstrucción de los trenes es una causa nacional porque permitiría crear, en seis años, 30.000 puestos de trabajo en la rehabilitación de las vías y servicios, y otros 15.000 para construir 500 locomotoras, 6000 vagones de todo tipo y 2000 para los subterráneos y tranvías.

Si la Argentina se resigna al rol que nos asignan los centros imperiales y no reconstruye sus industrias básicas, el futuro de nuestros hijos será el de emigrar y formarse afuera. Los cuentos chinos deben reemplazarse por un nuevo diseño del transporte, la renovación de la cúpula ferroviaria con el retiro de los cómplices del desguace y el perfeccionamiento de la nueva generación de técnicos en los grandes centros ferroviarios del mundo.

Los futuros trenes deberán ser ferrocarriles públicos con control social, es decir, controlados por el público que los usa y paga: pasajeros, trabajadores del riel y productores que transportan cargas.

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En defensa del tren «El Gran Capitán».

Acto realizado en la estación Federico Lacroze en defensa de los puestos de trabajo en El Gran Cápitan, el tren que une 109 pueblos de la Mesopotamia, cuya concesión que poseía TEA fue transferida a los Cirigliano en el 2011. Intervienen trabajadores del ferrocarril, usuarios, Ramón Duarte del MONAFE (Movimiento Nacional Ferroviario) y Gustavo Giménez dirigente del MST en el Mov. Proyecto Sur. Para más información ver http://www.mst.org.ar

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Los Cirigliano, socios del poder K.

Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

Claudio y Ezequiel Cirigliano manejan -entre otras empresas- el grupo Cometrans,que controla TBA (trenes) y Grupo Plaza (micros), Emfer (industrias ferroviarias), TAT (automotriz), Baires Ferrovial (infraestructura ferroviaria) y tiene inversiones en Miami. Arrancaron su vertiginosa carrera empresarial con las líneas 61 y 62 de colectivos. Claudio hizo los contactos con Menem y a mediados de los ’90 logró la concesión para TBA. Además del enorme negocio que implicó manejar el Mitre y el Sarmiento, los hermanos hicieron grandes dividendos construyendo material de transporte público por encargo. Así, Emfer y TAT hacían los vehículos, el Estado se los compraba y luego se los concesionaba a los mismos Cirigliano para que los usaran sus empresas de transporte. Redondito…

Ese meteórico ascenso de los Cirigliano fue apadrinado por los gobiernos de turno. Y los K no fueron la excepción. Néstor Kirchner nombró Secretario de Transporte a Ricardo Jaime. Este funcionario -ex presidente del FPV de Córdoba- que debía controlar a las empresas, tiene varias causas abiertas por haber recibido todo tipo de ‘regalitos’ de los Cirigliano. Le alquilaban lujosos departamentos, le pagaban viajes, etc. A los pocos días del desastre de Once, el juez Oyarbide dejó sin efecto los mails que confirmaban esas coimas.

Con De Vido también se han puesto de acuerdo. En 2010 el gobierno firmó un contrato por 160 millones de pesos con un consorcio del que participan los hermanos, para fabricar convertidores digitales que el gobierno entregará a hogares humildes para que puedan sintonizar los canales que maneja el Estado.

En enero de 2011, a través de Cometrans Qatar, los Cirigliano diseñaron un proyecto para que Argentina importe 8 millones de dólares diarios de gas, a un precio mayor que el del mercado. De Vido lo aceptó.

Un mes después de la muerte de su marido, en un acto en Mercedes, Cristina dijo que el servicio era “de muy buena calidad” y que “la enorgullecía”. Es que tienen muchos negocios comunes que cuidar. Sintonía fina, que le dicen…

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Cristina Kirchner con la UIA, codo a codo.

Alternativa Socialista, publicación del MST en Proyecto Sur.

Ovación a Cristina Kirchner en la Unión Industrial ArgentinaUIA -. Fuerte gesto conciliador de la Presidenta a los empresarios, tituló La Nación, que no se ubica justamente entre los medios oficialistas. El diario se refería a las reacciones frente al discurso de CFK en el encuentro realizado en Puerto Madero.

La presidenta continuó por el mismo rumbo que asomó inmediatamente terminado el conteo de los votos del 23 de octubre pasado, y que pudimos ver de manera contundente con las intervenciones en el G – 20 y la reunión con Barack  Obama.

Esta vez, lo que sonó fue música para los oídos de un auditorio de 900 empresarios, entre los que se encontraban Paolo Rocca, Eduardo Eurnekian, Luis Pagani, Claudio Cirigliano, Sebastián Eskenazi, Gabriel Romero, Víktor Klima, Hugo Biolcati y Adelmo Gabbi, entre otros.

Entre reiteradas citas a frases de su amigo De Mendiguren, la presidenta tocó el tema de la inflación, reconociendo que es un problema muy importante. Pero lo hizo para reafirmar la política de devaluación gradual que se viene aplicando, favoreciendo a empresarios y deteriorando día a día el poder adquisitivo de los trabajadores y el pueblo.

La misma política que se completa con el ‘corralito’ al dólar para los pequeños ahorristas. Esa que nos traerá aumentos en las tarifas tras definir una quita de subsidios que terminará pagando la mayoría, en lugar de recuperar el control de los servicios públicos.

Hubo más. Coherente con el giro ‘normalizador’, encarado por el gobierno, Cristina rechazó públicamente el proyecto de participación en las ganancias, reclamado por Moyano y la CGT. Es la primera vez que hacía públicas sus opiniones, que desataron una ovación de los empresarios.

No es que la cúpula sindical estuviera avanzando sobre los libros de las empresas, ni que quiera cuestionar seriamente el modelo. Pero sin duda alguna, la negativa oficial y el lugar elegido para hacerla conocer, son una señal inconfundible de respaldo al empresariado en esta disputa.

Si lo anterior fueron entrada y plato fuerte, el postre vino con la referencia a los conflictos gremiales.

No fue una novedad, ya que son reiteradas las menciones. Pero Cristina deja ver un poco más de su política en cada planteo.

Techo salarial del 18% y pedidos de “renovar las relaciones” con los empresarios, se mezclan con amenazas de quitar personerías gremiales (aeronáuticos) y constantes llamados a “no boicotear” al país. Hasta se dio el lujo de hablar de los conflictos ‘intersindicales’, cuando bajo su gobierno se le ha negado la personería a la CTA, al subte y a todos y cada uno de los miles de sindicatos inscriptos en el Ministerio de Trabajo.

El reciente rechazo al pedido del 35% de aumento por parte de los peones rurales, para terminar otorgando un 10%, expresan claramente el significado de estos discursos para los trabajadores.

Estamos viendo el intento de sostener los negocios empresarios ante una crisis que viene golpeando a la economía mundial. Un intento apresurado, que confirma que no hay blindaje, ni aislamiento.

Allí terminarán coincidiendo kirchneristas y ‘opositores’, como lo muestra el pacto con el Pro en Capital y en el Congreso.

Los malos números de EE.UU. y Europa, la baja en la producción brasilera y el retroceso en los precios de la soja van a poner a la vista todas las contradicciones de un modelo que no cambió nada y continuó el saqueo. Se avecinan tiempos de lucha por el salario y contra las subas de tarifas. Seguramente también contra suspensiones y despidos. Se irá revitalizando la cuestión de poner en pie una alternativa para encarar cambios profundos.

Esta perspectiva nos encontrará codo a codo con el pueblo en las calles y al gobierno codo a codo con los empresarios.